Amar a otros es el tipo de desafío que pone a prueba lo mejor del hombre. Es un desafío porque está el pecado (nosotros somos pecadores y ellos son pecadores, y siempre hay problemas cuando el pecado se encuentra con el pecado).

No debemos buscar la expansión a expensas de la fidelidad.

La meditación no es sólo para cristianos ardientes y fervorosos, sino también para los que saben que no lo son.

Un estudio bíblico sencillo que te guiará, a través de la Escritura, a aceptar el desafío que el Señor Jesucristo le hace a todo creyente: vivir diariamente como un discípulo que hace otros discípulos.

Hasta que Dios no se convierta en tu tesoro, tu actitud hacia tu vestimenta y tu apariencia será controlada por fuerzas que no honran a Cristo.

Todo el tiempo, de todas las maneras posibles, en toda la vida, Dios te desafía a ser un ejemplo de piedad para otros cristianos.

A medida que viajo por la autopista de la vida, Dios tiene áreas de descanso en las que quiere que me detenga. Él llama a esto practicar el sabbat, no sólo como un día, sino que también como un principio de vida.

La alarmante verdad es que la boca revela lo que está en el corazón.

Si queremos escuchar a Dios, conocerlo cada vez más y ver sus obras en el mundo, lo mejor que podemos hacer es escucharlo regularmente en la Escritura.

Algunos de nosotros, hemos transformado la oración en trabajo. Un ítem agregado a la lista de cosas por hacer. Una tarea que lograr y en la cual sobresalir.

El propósito inicial y mayor del matrimonio y de la autoridad del marido es dar una clase de teología sobre Cristo y la iglesia.

El Creador divino, quien pronunció «sea la luz», también declaró con benevolencia e intención: «sea el descanso».

La iglesia es la novia del Hijo del Hombre. Cuando nos juntamos a chismear sobre nuestras iglesias, estamos chismeando sobre la esposa de un Hombre, mientras Él está en la sala.

Si construyes tu vida de devoción por las razones incorrectas, lo que estaba diseñado para ser un medio de gracia de Dios en tu vida, se transformará en un peso demoledor que te robará el gozo.

Las personas a tu alrededor, mayores o jóvenes, no serán distraídas por tu juventud si es que pueden admirar tu ejemplo. Y tú, como Timoteo, realmente puedes ser un ejemplo; es más, Dios te llama a ser un ejemplo.

Existen muchas formas en la que puedes invertir tu tiempo en esta etapa de tu vida, pero ninguna es mejor que buscar la piedad.