Cada día es una oportunidad para volverse al Padre del cielo en gratitud, que en Cristo ya ha creado un lugar acogedor y seguro para ti bajo el refugio de sus alas (Sal 91:1).

Un pastor, siervo de la iglesia, que trabaja en un ministerio paraeclesiástico debe considerar seriamente cómo él puede trabajar en y con dicho ministerio para ser una influencia positiva y efectiva a fin de que este fortalezca a las iglesias y jamás las debilite.

Estos son nueve principios para considerar mientras criamos a nuestros hijos en una era pornificada.

Tu suegra podría estar lejos de la persona ideal que imaginaste, pero es la mamá del hombre que amas y escogiste por sobre otros. Ella fue elegida por Dios para ser tu suegra.

Cuando quieras escuchar la voz de Dios inconfundiblemente, te animo a leer tu Biblia y a pedirle que te hable a través de ella.

Nuestras congregaciones no están llamadas meramente a impulsar un programa evangelístico ocasional, nuestras congregaciones son el programa evangelístico.

Cuando un hombre se para ante su novia y dice: «sí, quiero», su relación con Dios de pronto adquiere una nueva forma.

El Evangelio es la buena noticia para el envejecimiento. A pesar de las velas que agregamos a nuestros pasteles de cumpleaños, seremos más hermosas a medida que crezcamos más como Cristo.

Estas son diez preguntas que debes hacerte si estás leyendo literatura erótica.

Dios diseñó a cada ser humano con este impulso a la adoración para llevarnos a nuestro Creador. Por lo tanto, la persona más irreverente e irreligiosa adora.

Tres sugerencias y aplicaciones para considerar a medida que buscas pastorear mujeres que han luchado o están luchando con la pornografía.

La oración es lo que cambia nuestro estudio desde la búsqueda del conocimiento hacia la búsqueda de Dios mismo.

Servimos a la congregación, pero Jesús es nuestro amo (1Co 4:1). Y a Él es a quien finalmente respondemos.

La impaciencia surge de nuestra falta de disposición para confiar y someternos al tiempo de Dios para nuestras vidas.

La Escritura claramente enseña sobre los roles únicos de las mujeres en la iglesia y en el hogar. Son iguales a los hombres en dignidad y valor, pero tienen un rol diferente durante esta estadía terrenal.

Cualquier problema en su matrimonio, en última instancia, no es contra su cónyuge. Ustedes están involucrados en una batalla espiritual conjunta contra las fuerzas espirituales del mal.