Por alguna razón, parece que me atrae escribir sobre cosas en las que no soy muy bueno. El matrimonio es un ejemplo perfecto.
En el año 2010, escribí un libro titulado ¿Qué estabas esperando?: redimiendo las realidades del matrimonio. Sin embargo, decir que Paul Tripp es un experto en matrimonio o que vivo perfectamente lo que escribo sería falso.
Mi amor por mí mismo aún se interpone en mi amor por Dios y por Luella. Aún hay momentos en los que tengo una confianza mayor en mis instintos que en la sabiduría de Dios.
Nuestro matrimonio ha sufrido las consecuencias de mi egoísmo y de mi necedad. Cada día, debo confesar que soy un trabajo en proceso como esposo.
También debo confesar que soy un trabajo en proceso como autor. Hoy puedo ver y escribir cosas que no veía ni podía comunicar hace diez años. Por lo tanto, decidí cambiarle el nombre a mi libro ¿Qué estabas esperando? por Marriage: 6 Gospel Commitments Every Couple Needs to Make [Matrimonio: seis compromisos del evangelio que cada pareja debe hacer].
Esta edición retitulada no es una estrategia de marketing para encontrar una audiencia más amplia para un libro ya existente. Al contrario, es el resultado del crecimiento en la comprensión de mi material. El Señor, mi Ayudador, aún me enseña con paciencia, no solo como esposo, sino que también como autor.
Este título revisado pone los seis compromisos que abordo en el libro en primer plano. Si bien todavía es absolutamente cierto que las expectativas equivocadas llevan a dificultades dentro del matrimonio, mi libro se trata, en última instancia, de seis compromisos que resultan de mirar tus relaciones a través de los lentes del Evangelio de Jesucristo.
Entonces, ¿cuáles son estos seis compromisos que toda pareja debe hacer?
- Nos entregaremos a un estilo de vida de confesión y perdón: esta es la única manera en que crece un matrimonio. Los patrones regulares de perdón nos dan el valor para seguir confesando y los patrones regulares de confesión nos permiten experimentar el gozo de la restauración del perdón.
- Haremos del crecimiento y el cambio nuestra agenda diaria: como pecadores, tenemos la capacidad perversa de satisfacernos con demasiada facilidad. No te conformes con nada que no cumpla con el sabio y hermoso plan de Dios. Esto requiere una inversión diaria de desmalezar y plantar semillas.
- Trabajaremos unidos para formar un vínculo robusto de confianza: simplemente, no podemos tener un matrimonio saludable que honre a Dios y que satisfaga a ambos si no hay confianza. En un mundo caído, la confianza permite que los matrimonios soporten los desánimos que toda pareja enfrenta.
- Nos comprometemos a cultivar una relación de amor: esto podría escandalizarte, pero estoy convencido de que muchos matrimonios cristianos carecen de amor real. Sí, podría haber cierto respeto y aprecio y, sí, la pareja podría haber aprendido cómo evitar las batallas diarias, pero muchos seguidores de Cristo no encarnan el amor de Cristo de manera práctica con sus cónyuges.
- Negociaremos nuestras diferencias con aprecio y gracia: el Creador pone a personas muy diferentes una al lado de la otra. La sorprendente hermosura de un matrimonio es que cuando esta pareja aprende a celebrar y a beneficiarse de sus diferencias, se protege de sus debilidades gracias a las fortalezas de su cónyuge.
- Trabajaremos para proteger nuestro matrimonio: existen pocas cosas más peligrosas para nuestro matrimonio que el sentimiento de «haberlo logrado». Cuando un matrimonio pierde la sensación saludable de necesidad, comienza a ir cuesta abajo y los patrones de pereza y de falta de interés crecen. La mejor protección para un esposo y esposa es la oración humilde y la atención diligente.
No sé cómo es tu matrimonio hoy, pero después de 50 años de una hermosa relación con Luella, la nuestra aún puede mejorar.
Dios continuamente nos invita a un estilo de vida de gracia reconciliadora, donde los problemas se enfrentan, donde ocurren cambios y donde ya no se repiten los mismos errores una y otra vez.
Por lo tanto, siéntense juntos. Háganse el tiempo. Abran sus corazones y humildemente tiendan sus manos en busca de ayuda. Sigan necesitados y hambrientos.
Dios está con ustedes y Él tiene algo mejor.
Dios los bendiga.
Preguntas para reflexionar
- ¿Cómo te ha santificado el Señor en la última década? Sé específico. ¿Qué cosas ves ahora que no veías hace diez años?
- En su matrimonio, ¿están yendo cuesta abajo? ¿Cómo puedes invertir más tiempo con tu cónyuge para desmalezar lo que le quita la vida a tu matrimonio y para plantar semillas que produzcan una cosecha de amor?
- ¿Qué cosa debes confesarle a tu cónyuge que estás postergando confesar?
- ¿Qué cosa debes perdonarle a tu cónyuge que te está costando perdonar?
- ¿En qué cosas tu cónyuge es diferente a ti? ¿Esas diferencias crean una unidad más profunda o crean separación? ¿Cómo puedes apreciar y animar a tu cónyuge en sus fortalezas que son tus debilidades?
Una nota sobre la versión actualizada Marriage: 6 Gospel Commitments Every Couple Needs to Make [Matrimonio: seis compromisos del evangelio que cada pareja debe hacer]: los 17 capítulos originales de ¿Qué estabas esperando? no han cambiado. Hemos vuelto a titular el libro, cambiamos la portada, agregamos preguntas para conversar en cada capítulo y agregamos dos capítulos extra: «El evangelio, tu matrimonio y el sexo» y un capítulo de preguntas y respuestas, «Pregúntale a Paul Tripp sobre tu matrimonio».