Comienza ahora a formar buenos hábitos
Hubo años en los que no leí mi Biblia en absoluto. A veces, lo hacía de vez en cuando, un par de días y luego me detenía; un par de semanas y luego la dejaba. Otras veces lo hacía de manera legalista, pensando que tenía que leer un cierto número de versículos cada día para mantenerme al lado de Dios. Muy rara vez obtenía varios beneficios de ella. Mis años adolescentes fueron años difíciles para leer la Biblia.
Pero además de los obstáculos normales, ahora existe el enorme desafío adicional de la tecnología digital, que yo no tenía. Es un desafío que ahora yo también tengo que superar y quiero ayudarte con él.
No obstante, antes de hacerlo, piensa por un momento o dos en cómo sufrimos cuando la lectura regular de la Biblia no es parte de nuestras vidas. Perdemos conexión con Dios, lo que enfría nuestra relación con Él. Carecemos de una cosmovisión centrada en Dios, lo que distorsiona nuestra perspectiva del mundo y de nosotros mismos. No crecemos en fe, sino que, al contrario, crecemos en dudas. Nos sentimos culpables y avergonzados, y alejamos aún más la Biblia de nuestras vidas.
Por lo tanto, ¿cómo podemos desarrollar hábitos saludables de lectura bíblica para que estemos conectados con Dios, tengamos una cosmovisión centrada en Él, crezcamos en una fe segura y disfrutemos de paz y confianza espiritual? El primer paso es reconocer honestamente los obstáculos que hay en nuestro camino.
Reconoce los obstáculos
Existen muchos obstáculos en el camino para desarrollar buenos hábitos de lectura bíblica, pero como dije anteriormente, no existe uno mayor que la tecnología digital. Aunque los computadores, los teléfonos inteligentes, los iPads, el Internet y las redes sociales han sido una gran bendición en muchos sentidos, también han complicado nuestras vidas en otras, donde la espiritualidad personal se ha visto particularmente afectada.
Toda la investigación realizada nos advierte que el uso excesivo de pantallas, en especial las de nuestros teléfonos, está dañando la concentración, la habilidad para leer, la meditación, la memoria, la resolución de problemas, el sueño, la quietud, la privacidad, la pureza, la paciencia, la rutina y las relaciones.
¿Ves cuán gigantesco es el desafío? Realmente estamos en problemas, ¿no es verdad? ¿Existe alguna esperanza de ganar esta batalla? Con la ayuda de Dios, sí, especialmente si comenzamos recordándonos a nosotros mismos cuántos beneficios existen en la lectura regular de la Biblia.
Recuerda las ventajas
El Center for Bible Engagement [Centro para el involucramiento bíblico] informó que lo más importante que debemos realizar para tener una salud y un crecimiento espiritual es leer la Biblia cuatro veces a la semana o más. «Léela con esta frecuencia —dijo Steven Kryger— y tu vida se verá completamente diferente a la de aquellos que no leen la Biblia o la leen menos que eso».
En otra encuesta, que terminó siendo el libro Move: What 1,000 Churches Reveal About Spiritual Growth [Muévanse: lo que mil iglesias revelan sobre el crecimiento espiritual], se encontró que «la reflexión en la Escritura es, por lejos, la práctica personal más influyente». Y eso es cierto para todos los grupos etarios.
¿Por qué la lectura regular de la Biblia es tan beneficiosa? Principalmente, porque es la principal manera en que Dios nos habla y se relaciona con nosotros. La Biblia no solo registra la gracia de Dios por medio de Cristo, sino que nos lleva a ella. Y aun cuando hayamos creído en el Evangelio de gracia antes, necesitamos recordarlo diariamente para que nos refresque todos los días.
Asimismo, la Biblia nos da diferentes lentes con los cuales ver al mundo. Cuando Dios no está en escena, el mundo parece tan incierto y aterrador. Pero cuando la Biblia trae a la vista a Dios y lo enfoca, toda nuestra cosmovisión cambia y nuestras emociones se estabilizan y tranquilizan.
Si eso no fuera suficiente para motivarte, considera aún más el efecto santificador de la Palabra de Dios. Cuando somos bendecidos por el Espíritu Santo, la Biblia nos purifica al desarraigar el pecado y plantar gracias, ayudándonos a dejar de pecar y a ser una bendición para otros en el mundo.
Estas son algunas ventajas significativas de leer la Biblia, ¿cierto? Entonces, dados los obstáculos y las ventajas de la lectura regular de la Biblia, ¿cómo podemos desarrollar buenos hábitos que sean sustentables?
Esto es lo que he encontrado útil a medida que lucho con esta batalla diaria.
1. Lleva la culpa a Dios
Nos sentimos culpables por nuestro fracaso en leer, por nuestra lectura apurada y por nuestra falta de ganancias en la lectura. A medida que la culpa nos hace alejarnos de Dios, necesitamos empezar por buscar perdón. No existe nada tan fortalecedor para un nuevo comienzo que una hoja en blanco. Puedes obtener eso hoy y dejar el pasado en el pasado a través del Evangelio.
2. Ora por el Espíritu Santo
No podemos hacer ni mantener esto en nuestras propias fuerzas. Sin embargo, Dios nos da su Espíritu Santo que se deleita en liderarnos hacia la verdad. Ora para que cada día que tienes por delante abras tu Biblia.
3. Establece un tiempo y un lugar regular
Para la gran mayoría de nosotros, el mejor momento para leer la Biblia es a primera hora de la mañana antes de que todos los demás se levanten. ¡Aunque quizás primero podrías ducharte y tomar un café para despertar! Idealmente, busca un lugar tranquilo donde no te interrumpan. Ir a la cama temprano y tener un sueño adecuado transformará tus lecturas bíblicas matutinas.
4. Construye una rutina sistemática
No brinques a un libro diferente cada día, sino que, al contrario, lee libros completos. Comienza con un Evangelio; luego, un libro del Antiguo Testamento; posteriormente, una epístola, y así sucesivamente. Hay varios planes de lectura bíblica disponibles que pueden ayudarte, pero no seas demasiado ambicioso.
5. Comienza de a poco
No pases de la nada a una hora de lectura y esperes que puedas mantenerte así. Comienza con un minuto al día la primera semana, luego dos la segunda semana, y así. Pronto llegarás a cinco o diez minutos. O parte con un versículo, luego dos, etc. Si empiezas de a poco, te sorprenderás de cómo esto te animará y creará un impulso.
6. Usa un estudio bíblico
Queremos exponernos directamente a la Palabra de Dios más que a los pensamientos de las personas sobre ella. Sin embargo, las Biblias de estudio alcanzan un buen equilibrio en mantener la Palabra de Dios en el centro y ofrecer suficientes comentarios para ayudarnos a entender las partes difíciles.
7. Ten un diario
¿Por qué no comprar un pequeño cuaderno para escribir un versículo al día, un pensamiento u oración basándote en lo que leíste? Puedes andar trayéndolo y reflexionar en lo que escribiste durante el día o leerlo en la noche antes de dormir. Así mantendrás lo que has aprendido contigo.
8. Apaga tu teléfono y evita el Internet y el correo electrónico
Puse esto al final, no porque sea menos importante, sino porque si te quedas con algo, que sea esto. Si hubiera una fórmula milagrosa hoy, sería esta: antes de revisar tu correo electrónico, las redes sociales o las noticias, ponte en contacto con Dios. De lo contrario, tu mente ya estará distraída y llena de trivialidades. Apaga tus dispositivos o ponlos en otra habitación y usa un libro real y tangible para tu lectura bíblica. Esto evitará interrupciones y distracciones. No puedo enfatizar más esto.
Lo provechoso se vuelve permanente
Aunque leer la Biblia en la juventud es un gran desafío, especialmente en la era de la tecnología digital, las ventajas son más que compensadoras. Por lo tanto, usa las ayudas dadas por Dios para superar las dificultades y comenzar una lectura regular de la Biblia que te conectará con Dios, te dará una cosmovisión centrada en Dios y te hará crecer en una fe segura y en una santidad gozosa. La lectura bíblica provechosa pronto será una lectura bíblica permanente.
David Murray es autor de Meeting with Jesus: A Daily Bible Reading Plan for Kids [Encontrándonos con Jesús: un plan diario de lectura bíblica para niños].