Nota del editor: esta es la respuesta a una de las diferentes preguntas que los oyentes del podcast Ask Pastor John le hacen al pastor John Piper.
¿Cuánto debe ganar un pastor? El salario del pastor es una pregunta que nos hacen a menudo. El tema ha llegado al menos a tres episodios en el pasado, de lo que recuerdo, los episodios 217, 472 y 912 de Ask Pastor John. No obstante, el sueldo del pastor era sólo un subtema en todos esos episodios. Llegó el momento de dedicarle un capítulo completo para explorar esta pregunta más completamente, sólo porque se nos hace con mucha frecuencia.
Y para internarnos en esa discusión, así es cómo un oyente del pódcast, llamado John, hizo la pregunta. John vive en Los Ángeles: «¡Pastor, John, hola, y gracias por este pódcast! ¿Cuáles son algunas de las directrices que debe establecer una iglesia a fin de remunerar a los pastores? ¿Podrías abordar el significado de “doble honor” en 1 Timoteo 5:17? ¿Y podrías explicar si se debe considerar el trasfondo, la experiencia y la educación en la decisión también? ¡Gracias!».
Este pasaje en 1 Timoteo 5:17 es uno de los tres pasajes cruciales sobre cómo se debe apoyar a los ministros del Evangelio. Pienso que es bueno poner los tres frente a nosotros y luego sacar algunas lecciones.
Un sueldo bien ganado
Comencemos con Lucas 10:1-7.
Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de Él, a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir. Y les decía: «[…] Vayan; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saluden por el camino». En cualquier casa que entren, primero digan: “Paz a esta casa”. Y si hay allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; pero si no, se volverá a ustedes. Permanezcan entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que les den; porque el obrero es digno de su salario […].
Ahora, esa afirmación al final: «el obrero es digno de su salario», es citada por Pablo en 1 Timoteo 5:18 como una cita de la Escritura. Sólo existe otro lugar donde aparece esta afirmación en la Biblia (hay algo casi igual en Mateo 10:10). Por lo tanto, pareciera que Pablo ya está haciendo referencia a las palabras del Señor Jesús (preservadas por Lucas, el médico) como parte de la Escritura.
Volveré a esa cita cuando hablemos de 1 Timoteo 5:17 en un minuto. Sin embargo, vale notar que, aun cuando nosotros, de la forma en que leemos la Biblia, podríamos pasar volando por esa afirmación cuando leemos los evangelios, Pablo no lo hizo. Él lo tomó como un principio que se aplicaría a los ancianos de la iglesia. «El obrero es digno de su salario».
No somos bueyes sin bozal
Luego, voy a 1 Corintios 9:6-14.
¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar? ¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño?
¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice también la ley esto mismo? Pues en la ley de Moisés está escrito: «No pondrás bozal al buey cuando trilla» [Deuteronomio 25:4]. ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? ¿O lo dice especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara debe arar con esperanza, y el que trilla debe trillar con la esperanza de recibir de la cosecha. Si en ustedes sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de ustedes cosechemos lo material? Si otros tienen este derecho sobre ustedes, ¿no lo tenemos aún más nosotros? […].
¿No saben que los que desempeñan los servicios sagrados comen la comida del templo, y los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte? Así también ordenó el Señor que los que proclaman el evangelio, vivan del evangelio.
¡Vaya! Esto es asombroso. Es una afirmación fuerte que los pastores que hacen tiendas (pastores que tienen que trabajar en otros empleos remunerados para ser pastores) deben ser la excepción, no la regla. Jesús dijo que debe ser normal pagarles un sueldo de tiempo completo a aquellos que se dedican al ministerio del Evangelio a tiempo completo. Es el principio bíblico. De hecho, en este texto, es más que un principio; es un mandamiento. El Señor ordenó que aquellos que proclaman el Evangelio deben poder vivir por el Evangelio. Ahora, ese fue el segundo texto.
Doble honor
Primero Lucas 10; luego, 1 Corintios 9, y ahora, tercero: 1 Timoteo 5:17: «Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza». Ahora, ¿por qué pienso que «doble honor» se refiere aquí a una remuneración económica (que así lo creo)? Hay dos razones. Una es que, justo antes de este versículo, Pablo ha estado hablando sobre honrar a las viudas. Entonces, «honra a las viudas», y luego dice: «los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor». «Honra a las viudas que en verdad son viudas» (1Ti 5:3).
Entonces, todo el contexto de 1 Timoteo 5:3-16 habla sobre el cuidado económico de las viudas. Esa es la forma que debe tomar el honor. Él está hablando sobre viudas que no tienen familias. Eso es lo que quiere decir con viudas en verdad. No tienen familias que las cuiden. Quedarán en la miseria si no hacemos algo. Entonces, hay una buena razón para pensar que Pablo dice: «ahora si esa es la manera en que honras y cuidas económicamente a tus viudas, haz lo mismo, aún más —el doble— por los pastores».
Ahora, la otra razón por la que creo que el versículo 17 está lidiando con el sueldo de los pastores es porque el siguiente versículo comienza con porque, lo que significa que da razón o una base para darle doble honor a los pastores. Y esto es lo que dice: «Porque la Escritura dice: “No pondrás bozal al buey cuando trilla”, y: “El obrero es digno de su salario”» (1Ti 5:18). Por lo tanto, Pablo establece su preocupación para pagarle a los pastores con doble honor al citar Deuteronomio 25:4 y Lucas 10:7, llamándolos a ambos Escritura. Y ambos están claramente relacionados a las necesidades físicas del pastor.
Ahora bien, podría significar que a los pastores debemos pagarles el doble de lo que las viudas reciben como salario de la iglesia (siguiendo el orden de las viudas del que Pablo ha estado hablando en los versículos anteriores). Pero lo dudo. El término doble honor en el versículo 17 probablemente no significa algo así de preciso, porque no existe referencia a un sueldo en específico para las viudas. No sabemos cómo cuidaban a las viudas; simplemente eran cuidadas. Sus necesidades eran satisfechas. Tenían que ser honradas; debían honrarse al satisfacer sus necesidades en la ausencia de una familia.
Por lo tanto, diría que 1 Timoteo 5:17 («Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza»), probablemente significa: «asegúrate doblemente de que se honre a los ancianos y de que se les pague lo suficiente para satisfacer sus necesidades, así como con las viudas». Y el hecho de que diga: «principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza», probablemente, con la palabra trabajan insinúa que ese es su trabajo. Se dan a su rebaño y el rebaño debe cuidar de ellos económicamente con un sentido doble del deber que el que sienten hacia las viudas. No es que los ancianos sean seres humanos más valiosos que las viudas, pero en eso, junto al valor de la persona, está el gran valor del ministerio de la Palabra (trabajar en la predicación y la enseñanza) en el cual se apoya toda la vida de la comunidad.
Principios básicos para las iglesias
Por eso, mi consejo para las iglesias sería que el principio básico para la remuneración pastoral fuera algo como esto: deja que sea un reflejo del honor que pones al ministerio de la Palabra de Dios y deja que sea un compromiso levantar las cargas económicas del pastor a fin de que pueda entregarse completamente a la oración, a la Palabra y al rebaño.
Y si se les ocurre que necesitamos un salvavidas contra la ambición del pastor, la respuesta a esa preocupación es que debió haberse resuelto cuando la iglesia evaluó la aptitud del anciano o del pastor para el cargo desde el mismo principio. Porque 1 Timoteo 3:3 dice que el obispo no debe ser «avaricioso». Ni siquiera contratas a alguien que pareciera que está ahí por el dinero. Entonces, en resumen: no llames a un pastor que está intentando hacerse rico y no seas una iglesia que intenta mantenerlo pobre.