Cuando piensas en la memorización de la Biblia, ¿te sientes culpable y derrotado? Es una de esas actividades que sabes que es buena para ti, pero que puede ser difícil realizarla consistentemente (como orar, hacer ejercicio, comer bien o administrar sabiamente el dinero).
Con el comienzo del nuevo año, quiero animarte: tú puedes memorizar la Escritura este año. No se requiere una habilidad superhumana o una devoción fanática para escribir la Palabra de Dios en tu mente y en tu corazón. Se requiere pasión, planificación y perseverancia. Sin embargo, antes de que te dé algunas sugerencias para memorizar la Escritura, necesitamos abordar tres de las principales razones por las que los cristianos no memorizan la Biblia constantemente:
1. No tengo tiempo para memorizar la Biblia
¿Estás administrando sabiamente el tiempo que Dios te da? Para responder, es útil considerar el siguiente cuadro del manejo del tiempo:
Si eres una persona típica, entonces quieres pasar más tiempo en el cuadrante 2, pero en realidad pasas la mayoría de tu tiempo en los cuadrantes 1 y 3. Aquello que es urgente dicta lo que haces.
Cuando te sientes presionado a completar las tareas urgentes, eso te tienta a relajarte y escapas hacia el cuadrante 4. Quizás desperdicias tu tiempo al consumir las golosinas de las redes sociales (un video de un gato, una historia para sentirse bien, las llamadas «noticias de última hora» sobre una celebridad que en realidad no te importa). Las redes sociales pueden ser un imán para el cuadrante 4 que constantemente te atraen y te mantienen distraído por más tiempo del que quisieras.
Por esa razón, los gurúes de productividad son enfáticos en que debes hacer las cosas importantes primero. Stephen Covey a menudo demostró esto en seminarios al poner un cilindro largo limpio en una mesa junto a algunas rocas grandes, rocas medianas, rocas pequeñas y arena. Las rocas grandes representan cosas del cuadrante 2. La única manera que todas cosas puedan entrar bien en el cilindro es poner las rocas grandes primero y la arena al final.
Para un cristiano, memorizar la Biblia va en el cuadrante 2: importante pero no urgente. No voy a repetir razones por las que debes memorizar la Biblia, incluso las grandes secciones de la Biblia. No obstante, si realmente crees que memorizar la Biblia es importante, entonces debe ser parte de tu rutina diaria. Es una de las rocas grandes.
Si necesitas ayuda para renovar la manera en que organizas tu tiempo, lee el libro de Tim Challies Haz más y mejor: una guía práctica sobre la productividad.
2. No tengo ganas de memorizar la Biblia
A menudo no tenemos ganas de hacer lo que debemos hacer.
Los niños no siempre sienten ganas de hacer sus tareas de la escuela o los deberes de la casa; sin embargo, los padres tratan de entrenarlos para que constantemente lleven a cabo sus responsabilidades. Los padres no siempre sienten ganas de pastorear bien a sus hijos cuando están peleando, pero eso es lo que implica la crianza fiel. Un empleado saludable podría no sentir ganas de ir a trabajar; no obstante, las personas responsables van a trabajar ya sea que tengan ganas o no.
Yo no siempre siento ganas de mantener un plan disciplinado de entrenamiento y alimentación para fortalecerme, pero he sido constante en hacerlo por casi un año y medio. Ahora está incrustado en mi rutina al punto que es automático; no pienso en si lo hago o no cada día. Cada vez lo disfruto más y más. Sé que es bueno para mí, me siento mejor y está mejorando mi salud y mi nivel de energía, y así puedo servir mejor a otros.
Requiere disciplina hacer lo que no siempre tenemos ganas de hacer. Una manera estratégica de abordar esas actividades es desarrollar rutinas saludables. Esa es una manera de luchar por el gozo. Existimos para glorificar a Dios al disfrutarlo por siempre. Glorificamos más a Dios cuando Él nos satisface más. Memorizar la Biblia es una de las maneras más ricas en las que Dios nos satisface.
La principal razón para memorizar la Biblia no es acumular más datos en nuestros cerebros. Es una manera de disfrutar de Dios. Actividades como la oración, la lectura bíblica, la memorización de la Biblia son disciplinas espirituales o medios de gracia. Son actividades que Dios ha diseñado para satisfacernos con Él mismo.
Si necesitas ayuda para renovar la manera en que practicas los medios de gracia, lee el libro de David Mathis, Hábitos de gracia: disfrutando a Jesús a través de las disciplinas espirituales.
3. Es difícil para mí memorizar la Biblia
¿Sabes tu fecha de nacimiento? ¿Sabes tu número de teléfono? ¿Tu dirección?
Hay ciertos hechos que ya has memorizado. Quizás incluso memorices información sin intentarlo (como recetas que a menudo haces, estadísticas sobre tus equipos y jugadores favoritos, información biográfica sobre tus actores y músicos favoritos o melodías de comerciales que escuchaste cuando eras niño). Dios te ha dado una mente asombrosa. Tu mente incluye la capacidad de memorizar.
Tu mente es como un músculo y memorizar es un ejercicio mental. Memorizar es para tu mente lo que ejercitar es para tu cuerpo. Memorizar hace a tu mente más fuerte, más saludable, más perspicaz, más enérgica. Mientras más trabajes la memoria, mejor serás memorizando.
Memorizar pasajes de la Biblia es un trabajo duro. Pero no es tan difícil. Puedes hacerlo.
¿Cómo puedo comenzar?
- Comienza de a poco: algo es mejor que nada, incluso pasar sesenta segundos al día memorizando. Quizás no seas capaz de correr una maratón hoy, pero ¿puedes dar una vuelta a la pista, solo medio kilómetro?
- Escoge un plan factible. Estos son tres planes que puedes considerar:
En primer lugar, puedes memorizar pasajes que otros han recolectado amablemente, como el Sistema de Memorización por Temas, diseñado por The Navigators o los Versículos Espada, ideado por el ministerio Truth78 (mi esposa y mis hijas memorizan versículos espada con nuestra iglesia. Algunos amigos grabaron los pasajes como canciones para hacerlos más fáciles de recordar).
En segundo lugar, puedes memorizar un pequeño libro de la Biblia (como Efesios, Filipenses o Santiago) o una pequeña porción de la Biblia (como los Salmos 1–2; Mateo 5–7; Romanos 8 o Apocalipsis 21–22).
En tercer lugar, puedes memorizar una recopilación de pasajes que producen deleite, consuelo y asombro o que te ayuden a pelear un pecado en particular (como el enojo, la ansiedad, la amargura, la codicia, la impaciencia, la falta de gozo, la crítica, la pereza, la lujuria, el orgullo o la mundanalidad).
- Persevera. Aparta un pequeño bloque de tiempo cada día para memorizar la Biblia y no pierdas ni un día por los próximos 100 días seguidos. Sé constante. En promedio, toma alrededor de 66 días que un comportamiento se automatice.
- Memoriza con alguien más de tu iglesia. Júntate con un amigo o un grupo de amigos de tu iglesia y ríndanse cuentas mutuamente a medida que memorizan la Escritura. ¡Que Dios los ayude!