La semana pasada inicié una nueva serie que comencé a escribir pensando en cristianos jóvenes (estudiantes de secundaria, universitarios, personas que están recién comenzando su vida independiente). En el primer artículo, presenté nuestro versículo clave: «no permitas que nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza» (1Ti 4:12). Expliqué que «ser un ejemplo» es un término relacionado con el mundo del arte y que a través de todos estos artículos te estaré llamando a hacer de tu vida una obra de arte.
Hoy quiero seguir avanzando para mirar tres preguntas clave con el fin de entender nuestro pasaje:
- ¿Qué quiere decir Pablo cuando se refiere a Timoteo como «joven»?
- ¿Por qué Timoteo tiene que preocuparse de que lo menosprecien?
- ¿Qué significa para Timoteo ser un ejemplo?
Después de que hayamos respondido estas preguntas estaremos listos para discutir los rasgos de carácter que Timoteo debe ejemplificar: palabras, conducta, amor, fe y pureza.
No te rindas ante las expectativas bajas
Necesitamos dar un paso hacia atrás un poco para establecer el contexto de nuestro pasaje. Estamos leyendo una carta que fue escrita hace unos 2000 años por el apóstol Pablo para el pastor Timoteo. Pablo es el mayor, el mentor, mientras que Timoteo es el joven, el discípulo. Pablo ha viajado con Timoteo, le ha enseñado, ha sufrido con él, ha plantado y pastoreado iglesias junto con él. Han estado juntos tanto tiempo y han pasado por tantas cosas juntos que más tarde Pablo puede recordarle, «pero tú has seguido mi enseñanza, mi conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia, mis persecuciones, sufrimientos…» (2Ti 3:10-11). Pablo ha modelado la vida cristiana y Timoteo lo ha imitado. Ahora Timoteo se está instalando como pastor de la iglesia en Éfeso mientras que Pablo ha seguido su camino para llevar el Evangelio aún más lejos, para plantar aún más iglesias.
Sin embargo, Pablo es un buen mentor, un buen amigo. Aunque él ha seguido su camino, no se ha olvidado de Timoteo. Él conoce sus fortalezas y sus debilidades, sus luchas y sus tentaciones. También sabe todo sobre su llamado a ser pastor, un líder de la iglesia. Todo eso viene a su mente mientras se sienta a escribir esta carta de ánimo, de guía y de instrucción. Cuando llegamos a nuestro versículo escuchamos que Pablo le dice a Timoteo «que nadie menosprecie tu juventud». Es un mandato, una orden. «¡No lo permitas! No permitas que nadie en esa iglesia te menosprecie por tu juventud».
Leemos la palabra «juventud» hoy y nos imaginamos a Timoteo como un chico de apenas veinte años, alguien del grupo de jóvenes o quizás que está recién comenzando la universidad o su carrera profesional. Sin embargo, a medida que leemos sobre la vida de Pablo y hacemos un cálculo matemático básico, nos damos cuenta de que Timoteo era un poco más mayor que eso (probablemente más cercano a la mitad de sus treinta). En nuestra opinión, es todo un adulto, pero en aquella cultura, muy bien podría haber sido un joven sin experiencia que ni siquiera había comenzado a afeitarse. En los días de Timoteo, se consideraba que la edad de madurez era cuarenta años y aquellos que eran mayores no tendían a pensar bien de nadie que fuera más joven. Sin duda es probable que ellos no pensaban que los jóvenes podrían ser un ejemplo que valiera la pena seguir. Incluso los cristianos son tentados a creer que para ser maduro de carácter es necesario tener al menos unos cuarenta años. En ese día, en esa ciudad, Timoteo era joven.
Sin embargo, aún así Pablo dice, «que nadie menosprecie tu juventud». Si la palabra «menospreciar» para ti es un poco fuerte, entonces quizás podemos ofrecerte sinónimos como «despreciar» o «desdeñar». Ahora lo ves, ¿cierto? Pablo no quiere que Timoteo le dé razones a las personas para que lo desprecien por ser joven. Él no quiere que a Timoteo le falte la confianza de que incluso a su edad puede ser un modelo de madurez cristiana. No quiere que Timoteo se rinda ante las expectativas bajas que tienen las personas mayores, y así darles motivos para que digan, «¡lo sabía!».
¿Has sentido eso alguna vez? ¿Has sentido el peso y el dolor de esas bajas expectativas? ¿Te has encontrado con personas mayores que actúan como si no hubiera nada que puedan aprender de ti, no si tienes dieciséis, dieciocho o veintidós? ¿Has sentido como si no tuvieras nada que aportar, como si cualquier cosa que dijeras generara solo silencios incómodos o miradas de desaprobación? ¿Has llegado a la conclusión de que las personas mayores no tienen mejor razón para despreciarte que el hecho de que seas joven? Probablemente, te ha pasado en un momento o en otro, así que continúa leyendo. Sigue leyendo porque lo que Pablo dice después es hermoso y contracultural. Él no le dice a Timoteo que demande el respeto de aquellos cristianos mayores. Él no le permite a Timoteo autocompadecerse o suplicar que los mayores lo respeten. No, Pablo tiene una solución muchísimo mejor.
Sé un ejemplo
«No permitas que nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes…». ¿Cómo va a interceptar Timoteo la tendencia de las personas mayores hacia la falta de respeto? ¿Cómo podrá evitar estar en una posición de haber fallado y que luego todo el mundo lo mire como diciendo «te lo dije»? Al ser un ejemplo; al servir como un modelo de piedad. Él debe ser el tipo de persona que los cristianos mayores tendrán que respetar porque verán su carácter humilde y piadoso; su conducta pura y desinteresada.
Timoteo debe «ser ejemplo». Este es un término relacionado al arte. Cuando estás en clase de arte, el profesor podría poner un modelo en medio del salón y te diría que lo pintes o lo esculpas. Ese es el ejemplo y tú, el artista, debes estudiarlo, aprender todo sobre él y luego hacer tu mejor reproducción. En este caso, la obra de arte es la vida de Timoteo. Él debe vivir una vida de piedad pública y ser un ejemplo para que otros vean esta obra de arte y la imiten. Incluso las personas mayores que tienden a ser irrespetuosas con él verán su vida y entenderán que él es un modelo de pensamiento y de vida cristiana. Su ejemplo los atraerá cuando él supere con creces sus bajas expectativas.
Timoteo no debe preocuparse por lo que otras personas piensen de él. Él no debe exigir respeto por la fuerza de la voluntad o por la fuerza de la personalidad. Él está para ganarse el respeto del resto por medio de la manera en que vive. John Stott dice, «las personas no van a despreciar su juventud si pudieran admirar su ejemplo». Y esto es verdad para ti también. Las personas a tu alrededor, mayores o jóvenes, no serán distraídas por tu juventud si es que pueden admirar tu ejemplo. Y tú, como Timoteo, realmente puedes ser un ejemplo; es más, Dios te llama a ser un ejemplo. Tu juventud no es una excusa para la impiedad o la inmadurez espiritual. Ahora mismo, hoy, Dios te llama a ser un ejemplo; un ejemplo de piedad, de carácter y de madurez.
Existen muchas maneras en las que puedes servir a tu iglesia: puedes preocuparte por los niños en la guardería, puedes apilar las sillas al fondo del salón, puedes dirigir los automóviles en el estacionamiento. Existen muchas cosas buenas, todas buenas maneras de servir a otros. Continúa haciendo estas cosas y sigue buscando oportunidades para servir. Sin embargo, la forma más grande, la mejor, la más primordial para servir a tu iglesia es buscar la piedad, crecer en sabiduría y conocimiento, en carácter y en obediencia. Sé un ejemplo, da el ejemplo, haz que tu vida sea una hermosa obra de arte.
Continuaremos la próxima semana al comenzar a ver los rasgos que Timoteo debe ejemplificar: palabra, conducta, amor, fe y pureza.
Preguntas para reflexionar
- ¿En qué momentos has sentido que cristianos mayores te han despreciado por tu edad? ¿Tuvieron razones para hacerlo? ¿Cómo respondiste?
- Lee Filipenses 2:1-11 y piensa en lo que Jesús modela ahí. ¿Demandó respeto o estaba contento con ser un ejemplo? ¿De qué manera Jesús sirvió a la iglesia?
- Pablo invirtió tanto tiempo en Timoteo que Timoteo comenzó a imitar a Pablo en su manera de pensar y de actuar. ¿Conoces a alguien a quien te gustaría pedirle que te mentoree de esa manera? ¿Conoces a alguien que quizás esté deseando que te ofrezcas para mentorearlo? ¿Qué puedes hacer al respecto?
- ¿De qué manera crees que estás siendo un buen ejemplo para las personas de tu iglesia? Ora y agradece a Dios por cada uno de ellos. ¿De qué forma crees que no estás siendo un buen ejemplo para las personas de tu iglesia? Ora y pídele a Dios que su gracia te cambie.