Hice mi Magíster en Psicología Cultural, lo que significa que no soy muy entretenida en las fiestas, especialmente, cuando las personas comienzan a hablar sobre la «cultura» como algo establecido. En esos momentos, entro a la conversación para explicar: «en realidad, la cultura se define como cualquier proceso por el cual le damos sentido a algo». Lo sé. Lo sé. ¿Qué rayos significa eso? (y cómo es que tengo amigos).
La cultura no se trata del tipo de comida o de música que te gusta, es un proceso psicológico. El sistema que nos rodea determina cómo nuestros cerebros le dan sentido al mundo. Cuando algo nos ocurre, cuando experimentamos algo, nuestros cerebros buscan una explicación a su alrededor. Cuando nuestro estómago hace un ruido extraño, una vez alguien tuvo que explicarnos que eso significa tener hambre. La cultura es el proceso de cómo explicamos las cosas. Son los sistemas que nos rodean los que explican nuestras experiencias, subconsciente y repetidamente, hasta que se forma un significado en nuestra mente.
Por ejemplo, tú podrías venir de una familia donde las lágrimas «significan» debilidad. En tu familia, nadie lo diría, pero estuviste una y otra vez expuesto a procesos culturales que inculcaron ese significado en lugares inconscientes y profundos de tu cerebro. Las reacciones de las personas a tus lágrimas y a los chistes que hiciste, y el tipo de cosas que se celebraban en tu casa eran todos procesos culturales que generaron una cultura donde las lágrimas se sentían (y probablemente aún se sienten para ti) como una señal de debilidad.
La cultura crea instintos, no pensamientos conscientes. Crea significado. Determina el tipo de personas que nos atraen y las cosas que no nos gustan. Es una fuerza poderosa para nuestros cerebros. Si vamos a hablar de la soltería, tenemos que saber que no nos acercamos desde una postura neutra.
Por lo tanto, en la iglesia, cuando alguien se para en el púlpito y dice: «Dios dice que la soltería es buena», tenemos que ser realmente claros sobre lo que queremos decir con soltería. Tenemos que asegurarnos de que no tengamos una cultura de soltería que sea diferente a la cultura de Dios en cuanto a ella. Tenemos que saber lo que significa soltería para nosotros y de dónde vienen esos significados.
En la cultura en la que creciste, ¿qué significado se le dio a la soltería? ¿Significaba que alguien era raro? ¿Significaba que alguien era valiente? ¿Significaba que alguien era patético? ¿Significaba vergüenza? ¿Cómo puedes saber? Piensa en las reacciones que las personas en tu casa tienen hacia los solteros. Piensa en lo que oraban por ti y qué significado le dio tu mente a eso. Piensa en quién viste como líderes y personas respetadas. Piensa en las preguntas que te hacían cuando llevabas a alguien a casa o cuando no tenías un novio. Piensa en las bromas que se hacían cuando tuviste uno. Todas estas cosas contribuirán a lo que la soltería significa para ti.
En las culturas de las iglesias de las que has sido o eres parte, ¿qué significados se han creado de soltería? ¿Cuántos líderes de la iglesia eran o son solteros? ¿En qué nivel de liderazgo están? ¿Cómo reaccionan las personas a los solteros? ¿Eso cambia según la edad? ¿Qué bromas has escuchado que podrían formar los significados en torno de la soltería? ¿Qué preguntas te han hecho? ¿Qué se celebra y qué no? ¿El significado es diferente para hombres y para mujeres? ¿Qué mensajes o estructuras impactan eso?
Todas estas cosas podrían contribuir a lo que crees que significa la soltería. Y lo complicado es que, a menudo, las culturas espirituales dan forma —no solo quieren— los significados que creamos, sino que también dan forma a los significados que creemos que Dios establece. A veces las culturas en las iglesias nos dicen lo que Dios condena o aprueba (ya sea explícita o implícitamente, por su soberanía).
Una nota importante: la cultura rara vez se forma por las cosas que declaramos como valiosas, se forma por procesos: el tipo de cosas de las que bromeamos, por las que celebramos, por las que lloramos; nuestras reacciones y expresiones faciales, etc.
Este recurso fue originalmente publicado en Thoughts from Fabs.
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