Nota del editor: esta es la respuesta a una de las diferentes preguntas que los oyentes del pódcast Ask Pastor John le hacen al pastor John Piper.
En nuestra cultura, parece que a los niños se les da cada vez más libertad de elegir desarrollarse como hombres o como mujeres. Existe la suposición de que la masculinidad o la femineidad personal surgirá inevitablemente en el niño y en sus decisiones personales. Pastor John, en una jovencita que se desarrolla hacia la femineidad bíblica o en un jovencito que se desarrolla hacia la masculinidad bíblica, ¿cuánto de este desarrollo debería estar influenciado por padres piadosos?
Los padres deben involucrarse en todo el desarrollo de género de sus hijos. «Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es agradable al Señor» (Col 3:20). Den esto vuelta y pregunten: ¿qué implica esto ahora para los padres? Si la Biblia les dice a sus hijos: «sean obedientes a sus padres en todo», entonces, padres, ¿qué implica esto para ustedes? Implica que más vale que ustedes conozcan su Biblia; más vale que conozcan la cultura lo suficiente como para poder aconsejar y guiar en todo a estos hijos. De esta manera, ellos podrán cumplir, sin pecar, el mandato bíblico de obedecerlos a ustedes en todo.
Críenlos en la Palabra
Deuteronomio 6:7 dice: «Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes». Deuteronomio 6:9 continúa: «Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas». Esa es la descripción de la guía, de la inspiración y del ánimo dominantes y saturados de la Palabra para nuestros hijos. No hay espacio para ningún pensamiento liberal ni actitud de dejarlos crecer y descubrir por sí mismos lo que es correcto o incorrecto. Alguien va a influenciarlos y Dios llama a los padres a amar a sus hijos lo suficiente como para moldearlos.
No sé cuántos padres consideran la última parte de la Gran Comisión en relación a sus hijos. Jesús dijo: «Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Y luego agrega: «enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes» (Mt 28:19-20, NVI). Él no dice que les enseñen a conocer todas las cosas; eso está implícito. Dice obedecer. Eso significa hacer.
Enséñenles a obedecer
Si esto es verdad para las naciones, ¿qué implica para la crianza de nuestros hijos? Se supone que debemos enseñarle a todo no creyente de cualquier nación que llevemos a Cristo a hacer todo lo que Jesús ordenó. Mamá y papá, ¿están haciendo eso? Todo lo que Jesús ordenó, ¿están construyendo esto en sus hijos e hijas?
Jesús dijo cosas como estas. Cuando llegaron los fariseos, le preguntaron: «[…] ¿Le está permitido a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo? […]». Él dijo:
[…] ¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador «los hizo hombre y mujer», y dijo: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo»? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre (Mt 19:3-6, NVI).
¿Cómo estás, papá? ¿Cómo estás, mamá? ¿Están explicándoles a sus hijos lo que es ser hombre y mujer como Jesús lo definió? ¿Están explicándoles lo que es ser una sola carne en términos de marido y mujer? ¿Les están explicando lo que es dejar y lo que es unirse? ¿Les están explicando qué significa «que no lo separe»? ¿Están sembrando todas estas cosas en sus corazones?
Mi respuesta, Tony, es sí, absolutamente. Los padres deben involucrarse en la formación de la sexualidad de sus hijos. Quizás lo último que debo decir es que todos sabemos que esto se hace mejor al modelar. Lo que esos niños ven en una mamá y un papá es —digamos— un 90 % de lo que ellos aprenden para transformarse en hombres y mujeres saludables, al aprender cómo ser un hombre en relación a una mujer o cómo ser una mujer en relación a un hombre.
Ellos están observando. No escuchan todos tus devocionales ni todas tus enseñanzas, pero están observando todo el tiempo. El mayor desafío para una mamá y un papá es representar la obra de Cristo y la iglesia en Efesios 5:24-25: mujeres, estén sujetas siguiendo el ejemplo de la iglesia. Esposos, amen siguiendo el ejemplo de Cristo para que los hijos que están observando puedan ver cómo Cristo amó a la iglesia y cómo la iglesia amó a Cristo, al ver esa hermosa obra. Eso es lo que hará hijos saludables, sexualmente saludables.