Puesto que la Escritura es la Palabra misma de Dios: «inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia» (2Ti 3:16), como seguidores de Jesucristo debemos considerar seriamente el don de la lectura diaria de la Biblia. A menudo, las personas le piden a Dios que les hable, que les dé señales o que se les dé a conocer, mientras desatienden la lectura habitual de la Biblia. Esto es lamentable. Si queremos escuchar a Dios, conocerlo cada vez más y ver sus obras en el mundo, lo mejor que podemos hacer es escucharlo regularmente en la Escritura durante toda nuestra vida.
A continuación, les comparto cuatro métodos que la gente, por lo general, suele adoptar cuando leen la Biblia por sí mismos a diario. Todos ellos funcionan, sin embargo, a medida que avanzamos en la lista, estos métodos tienden a ser más eficaces a largo plazo para el lector perseverante.
Sigue tus intereses
Descripción: sólo lees la Biblia siguiendo tus intereses. Lees tanto o tan poco como puedas de una vez, desde un versículo para meditar hasta varios libros durante horas.
Beneficios: ¡estás leyendo la Biblia! Esto es muchísimo mejor que no leerla. Este método puede ser una buena forma de comenzar, especialmente si nunca has leído la Biblia o si hay ciertas partes de ella que te resultan desconocidas y te gustaría pasar más tiempo estudiando estas secciones.
Problemas: el principal problema de este método es que tiende a ser menos útil a medida que pasa el tiempo porque no hay un sistema consistente. Muchas personas que adoptan este método admiten que terminan leyendo en forma irregular y el hábito termina por desaparecer. Por lo tanto, el riesgo es que con el tiempo el lector deje de leer la Biblia durante largas temporadas o por completo. Por esta razón, los métodos que siguen a continuación tienden a ser más eficaces en general.
De principio a fin en un año
Descripción: lees diariamente tres o cuatro capítulos de la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis. De este modo, podrás leer toda la Biblia en aproximadamente un año.
Beneficios: esta experiencia puede resultar muy útil. Leer de esta forma te permitirá tener una idea del alcance general de la Biblia sin enredarte en los detalles. Por esta razón, sigue leyendo, aún si no entiendes.
Problemas: debido a que el Antiguo Testamento constituye aproximadamente tres cuartos de la Biblia, terminarás pasando la mayor parte del año en él y solo unos pocos meses en el Nuevo Testamento. Además, algunos capítulos son muy largos, por lo que leer tres o cuatro capítulos te tomará hasta una hora, dependiendo de cuán rápido (o lento) leas. Por lo tanto, puede ser mejor usar este método de principio a fin sólo una o dos veces en tu vida y luego usar uno de los métodos que se indican a continuación, ya que te mantendrán constantemente en ambos Testamentos.
Un plan de lectura prescrito
Descripción: puedes encontrar fácilmente planes de lectura prescritos en Internet o en una Biblia de estudio (generalmente al final). La mayoría de ellos hacen que leas capítulos de ambos Testamentos, normalmente entre tres y cinco capítulos a diario, dependiendo de una serie de factores y de los métodos de organización. La mayoría de estos son planes para leer la Biblia en un año; no obstante, puedes también encontrar algunos que requieren menos lectura diaria, aunque requerirán más tiempo para completarlos.
Beneficios: el principal beneficio de los planes es que, en general, te hacen leer tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La lectura del Nuevo Testamento nos resulta mejor cuando no sólo entendemos el Antiguo, sino que, además, está constantemente en nuestra mente. Lo contrario también es cierto: los cristianos deben leer el Antiguo Testamento bajo el lente del Nuevo. Otro beneficio de este método es que no tienes que elaborar un plan por ti mismo; simplemente sigues el plan creado para ti.
Problemas: el principal problema de un plan prescrito es que la mayoría sigue fechas específicas del año. Si dejas de leer por más de un par de días, te atrasas bastante. Por supuesto que puedes simplemente saltarte esos pasajes, pero es posible que eso deje algunas lagunas indeseables. Por esa razón, el método que sigue a continuación puede resultar mejor para el lector que lee constantemente la Biblia a diario.
Dos capítulos del Antiguo Testamento, un capítulo de Salmos/Proverbios, un capítulo del Nuevo Testamento
Descripción: cada día lees cuatro capítulos de estas tres categorías: dos capítulos del Antiguo Testamento (excluyendo Salmos y Proverbios); un capítulo de Salmos o de Proverbios y un capítulo del Nuevo Testamento. En cada categoría, lees en forma consecutiva (por ejemplo, en el Nuevo Testamento, lees desde Mateo hasta Apocalipsis).
Beneficios: al igual que el método anterior, uno de los beneficios es que lees tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento en forma continua. Sin embargo, el mayor beneficio de este método, por encima de un plan de lectura prescrito, es que no estás sujeto a fechas específicas, así que puedes comenzar y terminar cuando quieras. Si te saltas un día, puedes retomar la lectura donde la habías dejado. Además, con este método leerás todo el Antiguo Testamento en un año, los Salmos y Proverbios dos veces en un año, y el Nuevo Testamento una vez y media al año. Eso te ofrece una buena panorámica en forma continua.
Problemas: este método es probablemente el mejor para alguien que ya tiene el hábito de leer la Biblia a diario. Requiere compromiso y disciplina, y a menudo implica más lectura diaria que cualquiera de los métodos que hemos visto aquí. Cuando los capítulos son largos, este método puede ocasionalmente requerir de 45 a 60 minutos de lectura para un lector promedio. Este es un compromiso significativo de tiempo si además oramos cada día cuando leemos, lo cual deberías estar haciendo.
Otras sugerencias
- Comprométete a leer en un momento específico del día. Por lo general, lo mejor es a primera hora de la mañana, puesto que, si dejas tu lectura para el resto del día, es probable que no la hagas en absoluto. Leer en la noche es mejor que no hacerlo, pero es posible que te sientas somnoliento y te distraigas.
- No te desesperes si pierdes un día, pero trata de no perder más que eso. Dejar de leer por varios días puede convertirse en un nuevo hábito. Por el contrario, tú quieres que la lectura de la Biblia se torne un hábito.
- Siéntete libre de modificar los métodos anteriores, que por lo general están diseñados para leer la Biblia completa en aproximadamente un año. Si deseas leerla en forma más lenta, simplemente lee menos capítulos. Si tienes mucho tiempo libre, incrementa la carga y lee la Biblia varias veces al año. En generaciones anteriores, las personas eran conocidas por leer los Salmos cada mes, ¡algunos incluso una vez a la semana!
- No te limites a sólo leer la Biblia, ora también junto con tu lectura. Ora antes de comenzar pidiéndole a Dios que te ayude a través de su Espíritu, que te hable y que tu corazón y tu mente estén más conforme a su voluntad y propósitos para tu vida y el mundo. Basándote en lo que has leído, ora de nuevo después de leer destacando los temas que leíste para dirigir tus oraciones.
- No dependas exclusivamente de los devocionales publicados ni de otros textos para tu tiempo de devoción diaria. A menos que leas primero la Escritura y ores, no deberías leer otro material religioso o espiritual. Dichas publicaciones deben ser un suplemento a la lectura regular de la Biblia y de la oración. Sólo después de que tengas esta base sólida, la lectura de otras publicaciones será útil; también te ayudará a detectar cualquier enseñanza cuestionable.
- El objetivo final no es terminar de leer la Biblia, sino leerla constantemente. La primera vez que lees la Biblia de principio a fin es un logro que vale la pena celebrar. Sin embargo, al día siguiente, debes leerla de nuevo.
- Evalúa qué es lo que toma la mayor parte de tu tiempo libre. Si leer la Biblia todos los días suena pesado, harías bien en evaluar cuánto tiempo estás pasando en otras actividades. Por ejemplo, ¿cuánto tiempo pasas en las redes sociales, viendo televisión y películas, en videojuegos o navegando en Internet? Si estás pasando varias horas en estas cosas, pero casi no lees la Biblia, no te limites a simplemente agregar la Biblia a tu vida, sino que reemplaza parte del tiempo dedicado a esas otras actividades con lectura bíblica y oración.
- Lee las partes tediosas. Si somos honestos, algunas partes de la Biblia pueden ser una tarea difícil. Esto estereotípicamente incluye las genealogías, pero también hay largas secciones de la Biblia que pueden ser complejas, especialmente cuando estás recién comenzando. Sin embargo, debes leerlas. Es Palabra de Dios y puede que, con el tiempo, te sorprenda lo que notes después de estar expuesto continuamente a ella y de las referencias cruzadas a otras partes de la Biblia. Este es un beneficio más de los dos últimos métodos de lectura mencionados arriba: nunca leerás más de uno o dos capítulos de una vez de una sección difícil.