Hay algunos pasajes de la Biblia que son directos y dicen las cosas como son. Se me viene a la mente uno de ellos, 1 Juan 2:19: «ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros».
Esto no es un simple registro hecho por Juan, sino una advertencia para nosotros hoy: debemos resistirnos a definir el cristianismo como algo más que una profunda devoción a Cristo, cuyo fruto es un estilo de vida de adoración diaria a él y un servicio activo a su Reino.
Siempre debemos estar evaluando la motivación de nuestros corazones para asegurarnos de que la fe en la que vivimos sea el verdadero cristianismo de la Biblia, no una falsedad externalizada que omite a Jesús. ¿Cuáles son algunas de las características de un cristianismo externalizado, falso y sin Cristo? Puedo pensar en tres:
1. Confunde el compromiso al cristianismo con el compromiso a Cristo
Las tradiciones del cristianismo son atractivas y emocionantes, y deben serlo. El peligro está en que pueden funcionar como un reemplazo de una relación con Jesús. Un truco cruel del enemigo es hacernos sentir más vivos cuando participamos en la cultura del cristianismo en lugar de tener comunión con Cristo.
2. Confunde el conocimiento bíblico con la sabiduría bíblica
Es muy probable que crezcamos en alfabetismo bíblico sin crecer en sabiduría y santidad. Amo estudiar la teología de la Palabra de Dios, pero después de haber trabajado veinte años en uno de los mejores seminarios en el mundo, he visto a demasiados estudiantes, rigurosamente entrenados, que se graduaron como seguidores inmaduros de Jesús.
3. Confunde la participación en las oportunidades del ministerio con un estilo de vida como la de Cristo
Es bueno y apropiado para la iglesia local organizar varios ministerios para el cuerpo de Cristo. Sin embargo, los discípulos de Jesús son llamados a ofrecer cada aspecto de sus vidas para el Reino de Dios, no solo para los que están en el calendario de la iglesia. No es bíblico para nosotros pensar que el ministerio está separado de la vida, como si saliéramos de uno para entrar a otro. Al contrario, debemos vivir con una mentalidad constante que pregunta: «¿cómo puedo, aquí y ahora, ser parte de lo que Dios está haciendo en la tierra?».
Verdadero cristianismo
Si nuestro cristianismo es algo menor a la rendición de los pensamientos y de los motivos de nuestros corazones al señorío de Jesucristo y a un hambre y a una búsqueda diaria de la gracia transformadora, entonces nuestra fe tenderá a reducirse a un sistema de tradición, filosofía y actividad. Hasta el día que muramos, somos llamados a resistir este cristianismo externalizado, falso y sin Cristo. Se nos ha dado la gracia para hacerlo y la gracia para desear algo mucho mejor: ¡una relación con Jesús mismo que satisface el alma!
Preguntas para reflexionar
- ¿Cuáles son tus tradiciones, tus ubicaciones, tus instituciones, tus señales y tus sonidos favoritos de la cultura del cristianismo?
- ¿Estás en peligro de celebrar la cultura del cristianismo más que tu relación con Cristo? Piensa en peligros específicos a los que podrías estar susceptible.
- ¿Cómo puedes protegerte para asegurar que tu búsqueda por el conocimiento bíblico no esté desprovisto de un deseo por santidad personal?
- ¿Cuáles son tus oportunidades de ministerio favoritas que tu iglesia o que tu grupo cristiano ha agendado?
- Adónde Dios te está llamando a vivir con una mentalidad de ministerio fuera de esos eventos organizados? (La respuesta es a todos lados, pero sé específico —en el trabajo, en un vecindario, en una tienda local, etc.—).