Al hablar de este libro, debo comenzar aclarando que, por sobre el título, lo que verdaderamente me atrajo fue su subtítulo: Cómo Dios alcanza y usa personas imperfectas. Tener una relación con Dios implica, entre otras cosas, tomar conciencia del agudo contraste que existe entre su perfección y nuestra imperfección. Desde una perspectiva netamente humana, es difícil entender cómo Él puede estar dispuesto a «asociarse» con seres que permanentemente actúan en contra de los objetivos divinos.
Tal vez el problema se halla, al menos parcialmente, en nuestra comprensión de la base sobre la cual descansa el éxito del plan de Dios y asimismo el estado de nuestra relación con Él. Solemos, por un lado, imaginar que nuestras debilidades pueden frustrar sus propósitos, y, por otro, que Él nos acepta en virtud de nuestros propios méritos. Teniendo esta visión, es fácil entender por qué muchas veces caemos en la desesperanza creyendo que Dios nos rechazará cada vez que le fallamos y que no hay solución para nuestros males.
El libro del Dr. Packer nos recuerda que Dios es capaz de hacer «cosas asombrosas con un material humano defectuoso». A lo largo de un estudio bíblico que cubre las vidas de ocho personas usadas por Dios (Sansón, Jacob, la esposa de Manoa, Jonás, Marta, Tomás, Simón Pedro y Nehemías), podemos observar que Él no solamente es capaz de llevar a cabo su plan a pesar de las imperfecciones humanas, sino que puede transformar éstas en ocasiones adecuadas para desplegar su poder con mayor fuerza y perfeccionar los caracteres de sus siervos. Packer dice: «Ninguno de nosotros es perfecto; todos nosotros estamos lejos de ser perfectos. No obstante, Dios está en el proceso de reconstruirnos a la imagen de nuestro Salvador y se agrada de usarnos para su servicio mientras que el trabajo continúa».
Aplicando una notable perspicacia en el análisis de los seres humanos y haciendo uso de un lenguaje muy comprensible para el lector laico, Packer logra relacionar las vidas de las figuras bíblicas con nuestra propia experiencia.
Si bien el contenido principal del libro corresponde a material elaborado por Packer, dicho material fue transformado en libro por Carolyn Nystrom, quien a su vez redactó guías de estudio e incluyó consejos devocionales.