Cuando miré el identificador de llamadas de mi teléfono rosado, mis manos comenzaron inmediatamente a sudar. Tenía 16 años y había tomado la decisión de sólo buscar una relación cuando estuviese lista o fuese capaz de considerar la posibilidad de casarme.
Teniendo 16 años, sabía que no estaba lista. Y sabía que el chico del otro lado de la línea tampoco lo estaba.
Dudosa, contesté su llamada.
«Aló, habla Bethany.»
«¡¡Hola Bethany!! ¿Cómo estás?»
La conversación siguió y ocurrió lo que me esperaba. Jeremy expresó su interés y me preguntó si consideraba posible iniciar una relación con él.
No quería dejarlo confundido ni haciéndose preguntas, así que empecé a explicarle las razones de mi respuesta negativa.
Estas fueron las tres razones principales por las cuales le dije que no a Jeremy:
1. Ninguno de los dos estaba listo para pensar en casarse.
Yo jugaba baloncesto en la secundaria y él (que era incluso menor que yo) no estaba ni cerca de estar listo para guiar y sostener una familia. Para mí, iniciar una relación romántica sin tener en mente casarse era simplemente una pérdida de tiempo.
2. Tentación innecesaria.
Si Jeremy y yo hubiésemos iniciado una relación romántica, probablemente el aire se habría llenado de fuertes deseos y sensaciones. No quería correr el riesgo de asumir que podría combatir la tentación por años. Entendía totalmente que la química sexual es fuerte y no quería darle lugar si no teníamos el matrimonio en perspectiva.
3. Mal uso del tiempo.
Jeremy era un chico realmente simpático pero, con la mejor de las intenciones, no sería el uso más inteligente de mi tiempo. Dios tenía montones de cosas que enseñarme en mis últimos años de secundaria y yo necesitaba tener la mente clara y una agenda libre para concentrarme en dichas cosas. Un novio me habría distraído enormemente de mi familia, de Dios y de mi preparación para el futuro.
Luego de terminar de explicarle mis razones a Jeremy, conversamos algunos minutos más y enseguida colgamos. Estaba bastante segura de que él había entendido mis razones para no buscar una relación y me sentí realmente muy bien con mi decisión.
Al mirar hacia atrás mis años de secundaria, puedo decir confiadamente que me siento MUY agradecida de no haberme involucrado en una relación con un chico. No tengo la sensación de haberme perdido algo ni siento que la decisión haya sido un error en absoluto.
A las chicas que aún no están completamente listas
Quiero hablarles directamente a aquellas de ustedes que, en razón de su edad, no están «listas para el matrimonio». Sea que aún no tengas la edad o que simplemente no estés lista, quiero animarte a pensar en las siguientes 4 preguntas:
1. ¿Cuál es el propósito de una relación?
Dios es el creador del romance, el matrimonio y las relaciones. No fue una idea humana, sino de Dios. En la Biblia, las relaciones piadosas siempre se enmarcan en el matrimonio o en dirección a él. La Biblia nunca anima a los jóvenes a involucrarse en una relación romántica por años sin tener el matrimonio en perspectiva. Dios diseñó las relaciones románticas teniendo como fin el matrimonio.
2. ¿Por qué debo decir que «sí» a una relación?
Antes de decir que «sí» a una relación de citas o noviazgo, hazte la pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué debería decir «sí»? ¿Cuál es el propósito de la relación? ¿Cuál es el objetivo? ¿Me ayudará esta relación a servir mejor a Dios en esta época de mi vida?
3. ¿Es este el mejor uso de mi tiempo?
Dios tiene mucho que enseñarte durante tus años de secundaria. A menudo, un novio puede ser una grande y seria distracción innecesaria. En lugar de usar tu tiempo dedicándote a un novio, ¿por qué no dedicarlo a estudiar y aprender cómo servir mejor a Dios con tu futuro? Te recomiendo ENFÁTICAMENTE leer todos los buenos libros cristianos que lleguen a tus manos. Algunas de mis más profundas convicciones se formaron durante mis años de secundaria. No desperdicies esa etapa.
4. ¿Me ayudará esto a conservar mi pureza de la mejor manera?
Las relaciones románticas generan mucha química y palabrería entre dos personas. Personalmente, creo que es tonto dar lugar a esa química romántica con un chico sin la esperanza de satisfacerla en un breve plazo con el matrimonio. Sé sabia y asegúrate de no añadir una tentación extra que simplemente no tiene por qué formar parte de tu vida.
Concluyamos.
Si pudiese darte un último consejo, sería este: Espera hasta que estés lista para el matrimonio antes de entrar en una relación seria. Yo misma me comprometí a hacerlo y agradezco MUCHO que así haya sido.
¿Qué piensas al respecto?
¿Considerarías una relación seria antes de estar lista para comprometerte matrimonialmente? ¿Por qué sí/no?
¿Cuál crees que es el propósito de una relación romántica?