«No pienses en eso». «No hables de eso». «No lo hagas».
Ese es el proceso de pensamiento que muchas mujeres cristianas solteras tienen en relación a la palabra «sexo». En lugar de ver al sexo a través de una saludable perspectiva bíblica, a menudo lo ven de una manera terrorífica, confusa, distorsionada, negativa, sucia o inútil.
Mi oración es que podamos cambiar ese proceso de pensamiento.
En lugar de esperar hasta estar saliendo con alguien o estar comprometida (o incluso casada) para obtener una perspectiva bíblica útil, comienza este proceso ahora.
Cuando las mujeres solteras obtienen una verdadera perspectiva bíblica del sexo, se dan cuenta de que el sexo no es el objetivo final, sino que una relación profunda, íntima y omnisciente con Dios.
Aunque suene loco, soy coautora del libro Sex, Purity, and the Longings of a Girl’s Heart [Sexo, pureza y los anhelos del corazón de una chica] y lo escribí antes de haberme comprometido e incluso casado. Suena un poco descabellado, lo sé.
No me propuse escribir ese libro porque tuviera toda la experiencia necesaria o porque fuera una profesional. No tenía nada de experiencia. Me propuse escribir ese libro porque conocía mi propio corazón como mujer soltera. Conocía mis propias preguntas; mis propias luchas.
Los temas del sexo, la pureza y los profundos anhelos no son cosas con las que solo luchan las mujeres casadas.
Solteras o casadas, todas las mujeres son seres sexuales.
En el proceso de escritura, mi perspectiva del sexo cambió drásticamente. A medida que estudiaba la Palabra de Dios, comencé a ver al sexo a través de un lente mucho más holístico. Comencé a ver al sexo como la metáfora que Dios creó que fuera. Una metáfora del deseo de Dios por el yada (conocer profundamente) para todas y cada una de nosotras.
A continuación, comparto algunas cosas que comencé a comprender mejor al escribir este libro…
- Comencé a entender que una increíble experiencia sexual no es el objetivo final de mi vida.
- Comencé a entender que el sexo bíblico es un millón de veces más maravilloso que lo que Hollywood nos ofrece.
- Comencé a entender que la verdadera intimidad se trata de amar, servir y dar.
- Comencé a entender que una mujer soltera puede experimentar la realidad de la verdadera intimidad (incluso si nunca llega a casarse).
- Comencé a entender que los anhelos y deseos por intimidad sexual de una mujer soltera son un recordatorio hermoso de que el sexo es solo una metáfora de la relación profunda y omnisciente que Dios creó para que tengamos con Él.
- Comencé a entender la palabra yada (lee sobre ella en el capítulo 7 del libro: Girl You Were Made for Intimacy [Amiga, fuiste hecha para la intimidad]).
- Comencé a entender muchas cosas que no había comprendido completamente antes.
Estos son algunos extractos de lo que escribí como una mujer soltera en Sex, Purity, and the Longings of a Girl’s Heart [Sexo, pureza y los anhelos del corazón de una chica].
Al tipear estas palabras, nunca he tenido sexo ni he tenido alguna experiencia real en esta área. Por lo tanto, ¿qué tiene que ver el yada [en hebreo, la palabra yada realmente significa, «conocer profunda o íntimamente»] con las mujeres no casadas? ¿Cómo podemos beneficiarnos de esta conversación sobre intimidad? Cuando aprendí sobre la palabra yada la primera vez, me dejó completamente pasmada.
Me encanta que Dios use la misma palabra (yada) para describir tanto su relación con nosotras como para la intimidad sexual.
Esto significa que las mujeres solteras no tienen que esperar hasta el matrimonio para experimentar el yada. Podemos experimentar el yada supremo de conocer profundamente a Dios ahora. Él nos creó para ser profundamente conocidas y para que nosotras lo conozcamos profundamente a Él. Él quiere una relación íntima con nosotras.
Cuando das un paso atrás y miras el panorama completo, pronto te darás cuenta de que el sexo es simplemente una metáfora que apunta a lo real. La cosa más satisfactoria que podemos buscar no es una experiencia sexual alucinante, sino una auténtica relación con Jesús.
La próxima vez que sientas un impulso sexual o te preguntes si alguna vez tendrás intimidad sexual, permite que esos momentos te recuerden que tu verdadera necesidad es tener una relación con Jesús. Canaliza tus anhelos hacia conocer a Cristo profundamente y hacia encontrar tu satisfacción suprema en Él. Capítulo 7: Girl You Were Made for Intimacy [Amiga, fuiste hecha para la intimidad].
En lugar de aceptar la forma de pensar que dice: «no pienses en eso. No hables de eso. No lo hagas», escoge crecer en tu comprensión de la verdadera intimidad.
Te garantizo que una comprensión adecuada del sexo y de la sexualidad bíblica solo es un beneficio para ti en tus tiempos de soltería. Mientras más comprendas el corazón de Dios por el sexo y la intimidad, más comprenderás que Él no te está privando de nada. De hecho, está haciendo lo opuesto.
Él te está ofreciendo verdadera intimidad ahora mismo por medio de una relación auténtica con Él.
Amo estas palabras en el Salmo 139 que dicen: «Tú me has escudriñado y conocido [yada]…Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre. Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe [yada] muy bien» (Sal 139:1, 13-14).
Quiero desafiarte personalmente a romper el molde y a comenzar la búsqueda de una visión bíblica de la sexualidad en este momento. No esperes a que comiences a salir con alguien o a estar comprometida. Comienza el viaje ahora mismo.
Las mujeres solteras son seres sexuales.
¿Acaso no crees que sería increíblemente útil comprender por qué Dios te creó de esa manera?
¿Y tú? ¿Qué pasos prácticos necesitas dar con el fin de obtener una visión más bíblica sobre el diseño de Dios para el sexo?