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Cada vez que yo entraba a esa casa en particular, sentía que el caos y el desorden me tragaban viva. Platos sucios por toda la cocina, un montón de ropa sucia, juguetes por todo el suelo y el televisor a todo volumen. En esa casa no había orden, limpieza ni tranquilidad.

Era un caos.

Cada vez que visitaba la casa de mi amiga, salía del lugar sintiéndome yo misma más caótica e intranquila que al llegar (y, por si acaso, a todas mis amistades actuales que puedan estar leyendo esto, les digo: No estoy hablando de tu casa. Esto sucedió hace muchos años 😉

Suelo referirme a este problema como la «cocina para solo ir de paso» o el «estilo de vida de cuarto de hotel».

Vivimos la vida en constante actividad, dando poca prioridad a fomentar la vida en el hogar.

La triste realidad es que vivimos en una era moderna en la cual realizar las tareas del hogar es casi lo último de la lista para muchas mujeres cristianas. Por eso, estoy convencida de que nos estamos perdiendo grandes oportunidades.

No lo digo porque debamos tener casas dignas de publicar en Internet, sino porque nuestro hogar debería ser uno de nuestros más grandes recursos para servir y expandir el evangelio.

Mientras más he estudiado la Palabra de Dios, más me he convencido de la importancia de administrar bien mi hogar.

Mientras más se han abierto mis ojos a oportunidades de ministerio en el hogar, más he deseado convertir mi casa en un lugar ordenado y apacible.

Sin embargo, debo ser la primera en confesar que las tareas del hogar no son fáciles. He tenido que luchar mucho para mantener intencionalmente las cosas en orden, y la verdad es que, si no tengo una motivación más grande para limpiar y poner la ropa a lavar, quizás no lo haga.

Sin embargo, Dios ha usado tantas veces mi hogar como un lugar de bendición, ministerio, descanso y paz para otros, que me siento motivada a continuar trabajando duro.

He descubierto que, para Dios, las tareas del hogar no son una «cosa del pasado», sino una tarea muy importante que facilita el ministerio evangelístico a todo aquel que atraviese nuestra puerta. Es por esto que, en la Escritura, las mujeres somos elogiadas y alentadas en cuanto a esto (Proverbios 31:27; Tito 2:4-5).

Las siguientes son 4 razones por las cuales deberíamos apropiarnos del olvidado arte de administrar el hogar.

1. Influencia en favor del evangelio

A lo largo de toda la Escritura, vemos que el hogar es un escenario primordial en que se desarrolla la obra del evangelio. La iglesia de los inicios creció y prosperó gracias a las familias que abrieron sus hogares. Hoy sigue siendo así.

Leí la asombrosa historia de una mujer no creyente, liberal y lesbiana, que despreciaba la iglesia. Sin embargo, una familia cristiana la invitó a su hogar para cenar, y con el paso del tiempo (y después de muchas cenas), ella acabó convirtiéndose en cristiana. Esta mujer no quería nada con la iglesia, pero estuvo dispuesta a entrar a la casa de alguien y compartir una comida.

El hogar es el lugar perfecto para alcanzar a los perdidos invitándolos a tu vida y mostrándoles amor (Hebreos 13:2).

2. La hospitalidad es un mandato

Esto fue difícil de aceptar la primera vez que lo leí. En la Escritura, la hospitalidad no es una recomendación: es un mandato (muchas veces reiterado). 1 Pedro 4:9 dice: «Sean hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones». ¿Por qué a Dios le importa tanto? Porque, para la evangelización y el ministerio, la hospitalidad es el latido del corazón.

Mostrar hospitalidad significa abrir tu casa tanto a cualquiera como a todo aquel que esté pasando necesidades.

Invitados provenientes de otra ciudad, misioneros que necesitan alojamiento, vecinos que vienen a cenar, etc. Si tu casa está constantemente en un estado de caos y desorden, ¿cuán dispuesta estarás a mostrar hospitalidad? Y si estás dispuesta, ¿qué clase de testimonio da tu casa ante quienes no son creyentes?

3. Impacto en la comunidad

Como vemos en Hechos, la iglesia cristiana de los inicios prosperó gracias a los creyentes que abrieron sus hogares a otros. Encuentros, reuniones secretas y servicios de la iglesia: todo se llevó a cabo dentro de las cuatro paredes de la casa de alguien. ¿Sabes el impacto que la iglesia de los inicios ha tenido en la historia?

El hogar es un lugar como ningún otro. Es diferente al gimnasio, la oficina, el almacén y el edificio de la iglesia.

Es un lugar en que las relaciones pueden hacerse más profundas y las conversaciones pueden florecer. 

A lo largo de la historia, los hogares han sido la plataforma de lanzamiento de movimientos enormes que han cambiado el mundo. Si quieres producir un gran impacto en tu comunidad, comienza invitando a la gente a tu hogar y muéstrales el amor de Cristo a través de la hospitalidad. Nunca sabes lo que podría ocurrir.

4. Orden y paz en un mundo caótico

¿Cuál es la primera cosa que la mayoría de la gente desea en esta vida? Paz. Paz en medio del dolor, las luchas personales, las relaciones, las heridas del pasado, las cargas económicas, etc. La mayoría de la gente ansía tener paz.

En un mundo lleno de tanto caos, inestabilidad y FALTA de paz, el hogar es el sitio perfecto para experimentar esta paz.

¿Puedes imaginar cuán atractivo e intrigante sería para alguien que lleva una vida caótica entrar a tu casa y experimentar orden, limpieza, paz y comida casera? ¿Puedes imaginar cuán bendecida y animada se sentiría al partir? ¿Imaginas cuán atractivo luciría el evangelio en un ambiente así?

Chicas, escúchenme. La hospitalidad y la administración del hogar no son cosas del pasado.

Son prácticas relevantes y necesitadas con urgencia en la quebrantada sociedad actual. Sé que la mayoría de ustedes aún no tienen sus propios hogares, pero mi oración es que esta publicación las anime a ver cuán valiosa y necesaria es la administración piadosa del hogar en la era moderna.

Mi oración es que planifiquen su futuro poniendo la administración del hogar y la hospitalidad como una prioridad en su lista de «logros». Oro para que nos unamos en el olvidado arte de la administración del hogar . . . no para nosotras mismas, sino con el propósito de extender el evangelio.

Conversemos sobre este tema:

  • Si tuvieras que ser honesta en este momento, ¿consideras valiosa la administración del hogar y la hospitalidad?
  • ¿Cuál de las 4 áreas que compartí arriba te llamó más la atención? ¿Por qué?
  • Comparte algunas ideas para poner en práctica la hospitalidad ahora, en el lugar en que estás.
Publicado originalmente en el sitio Girl Defined. Usado con permiso.
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Kristen Clark

Kristen Clark está casada con su mejor amigo, Zack, y es cofundadora de GirlDefined Ministries. Le apasiona promover el mensaje de la femineidad bíblica al escribir en blogs, dar charlas, mentorear mujeres jóvenes y tener estudios bíblicos en el living de su casa. Finalmente, es una chica divertida de Texas que adora todas las cosas al aire libre y tomar café cuando sea posible
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