¿Alguna vez te ha dejado de lado una amiga? ¿Alguna vez has sentido que una amiga no estaba comunicándose lo suficiente contigo? Lamentablemente, cuando pasan cosas como estas, nuestra tendencia natural es quejarnos de lo que la otra persona (o grupo de personas) no nos está dando. Nos quejamos de que no nos aman lo suficiente, que no se preocupan lo necesario por nosotras, o que no son comunicativas. Lo sé, porque yo misma lo he hecho muchas veces. Sin embargo, hace unos diez años toda mi perspectiva dio un giro de 180 grados. Aprendí una de las verdades más valiosas sobre las relaciones que hizo que todo cambiara para mí.
Decidí volverme una iniciadora.
En lugar de esperar que alguien más diera el primer paso, me di cuenta de que yo podía dar el primer paso.
En lugar de esperar a que alguien más tomara la iniciativa, yo podía tomar la iniciativa. Aunque este concepto parece simple, cambió radicalmente la manera en que veía a mi familia, amigos, vecinos y futuros amigos. Alguien tiene que dar el primer paso. Entonces, ¿por qué no lo debería hacer yo?
Desde ese momento, decidí volverme una iniciadora, en lugar de una quejona. ¿Y adivina qué sucedió? Comencé a construir amistades más profundas como nunca antes. Comencé a hacer nuevas amistades como nunca antes lo había hecho. Y comencé a amar y a servir a otras chicas como nunca antes.
Cuando saqué mis ojos de mí misma y me enfoqué en otras personas, me asombró la cantidad de oportunidades que me estaba perdiendo. Cuando mi enfoque se movió de esperar amistades a iniciar amistades, todo cambió. Incluso si te consideras introvertida, puedes pedirle a Dios que te ayude a tomar algunos pequeños y valientes pasos.
Como chicas cristianas, somos llamadas a dar el primer paso
Somos llamadas a amar a otros. Somos llamados a servir a otras mujeres (Tit 2). Filipenses 2:4 dice: «Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás» (NVI).
Durante los últimos diez años, he sido intencional en cultivar un corazón que busca tomar la iniciativa y cuidar a los demás, y quiero desafiarte a hacer lo mismo. No esperes que alguien se comunique contigo… comunicate tú primero.
Si esta idea de ser la iniciadora es nueva para ti, quiero compartir contigo cuatro de mis formas favoritas de hacerlo.
1. Toma la iniciativa en la vida cotidiana
Esta es la manera más fácil y más práctica de iniciar amistades. Simplemente invita a una chica a unirse a tu vida cotidiana. ¿Qué llena tu semana en este momento? ¿Escuela? ¿Deportes? ¿Iglesia? ¿Actividades de jóvenes? ¿Ejercicio? ¿Estudio bíblico? Con la COVID-19, las cosas pueden verse un poco diferentes de lo normal, pero puedes ser creativa.
Piensa en toda tu semana y busca actividades en las que pueda ser divertido invitar a alguien a unirse y participar. Inicia una amistad con esa chica e invítala a participar en tu vida. Esta es una de las maneras más simples e impactantes de iniciar una nueva amistad (o afianzar antiguas).
2. Sé proactiva en la iglesia
Siempre he pensado en los domingos por la mañana como un tiempo para tener compañerismo y para crecer en la Palabra… pero nunca como el mejor momento para buscar amistades o servir a otras, hasta ahora. Estuve en una conferencia hace un tiempo y varias de las expositoras compartieron acerca de sus hábitos de los domingos por la mañana. Ellas veían el domingo por la mañana como una oportunidad para amar y cuidar a otras mujeres.
Nos desafiaron a todas a llegar temprano a la iglesia y a quedarnos hasta más tarde con el propósito de iniciar conversaciones con otros. Nos desafiaron a buscar a las mujeres y a las chicas que no conocíamos para acercarnos y conocerlas. En lugar de ver a la iglesia con la mentalidad de «¿qué gano yo?», necesitamos ver a la iglesia con la mentalidad de «¿cómo puedo amar a otros esta mañana y buscar ser un buen amigo de alguien?».
3. Planifica reuniones e invita a las personas
En lugar de quejarte de que nunca recibes invitaciones a ninguna fiesta, planifica tu propia fiesta. Incluso podrías planificar eventos al aire libre si tienes preocupación por la COVID-19. Cuando era pequeña, mis hermanas y yo organizábamos fiestas y noches de juegos para cada estación y ocasión. Invitábamos a todo tipo de personas y nos encantaba conocerlas. Nuestra casa rápidamente se hizo conocida como el lugar de encuentro debido a nuestras reuniones habituales.
Tal vez nunca has sido anfitriona, pero eso no significa que no deberías empezar ahora. Tengo una amiga que organiza una noche de juegos al mes y todos la esperan con ansias. No esperes que alguien más organice algo. Toma la iniciativa y usa tu casa como un lugar para amar y servir a los demás.
4. Inicia reuniones de café
Nada le gana una cita de café (o té) con un nuevo amigo o uno de siempre. Después de conocer a esa nueva chica en la iglesia, elige dar el primer paso e invítala a tomar un café o un té contigo. Elige ser la iniciadora en la construcción de una amistad con ella. Una vez que estés ahí, interésate en su vida haciendo buenas preguntas que te ayuden a conocerla mejor.
Pregúntale cómo puedes estar orando por ella. Muéstrale el amor de Cristo a través de tus palabras, acciones, oraciones e interés genuino. ¿No te encantaría que alguien hiciera eso por ti? Entonces, ¿por qué no ser esa persona para alguien más? Si no pueden encontrarse en persona, siempre puedes hacer una llamada de Zoom con un cafecito.
Ser la iniciadora no es fácil al principio, pero se vuelve natural con el tiempo
Si no eliges acercarte a otras mujeres, no construirás amistades y no mostrarás el amor de Cristo. Si verdaderamente quieres construir amistades sólidas, debes elegir buscar fuera de ti misma y acercarte a otras. Aun cuando sea difícil.
Tengo un desafío para ti.
¿Con quiénes puedes empezar una amistad esta semana? Piensa en una mujer a la que podrías acercarte en los próximos siete días. Una vez que tengas a alguien en mente, elige acercarte a ella haciendo una de las cuatro cosas que mencioné anteriormente.
Si quieres más ideas, mira otra de mis publicaciones llamada: «15 fun ideas to help you deepen your relationships» [«Quince ideas divertidas para ayudarte a profundizar tus relaciones», disponible solo en inglés].
Ahora, charlemos:
- ¿Te ves a ti misma como quien toma la iniciativa o como una receptora? ¿Por qué?
- ¿Qué ideas agregarías a mi lista?