He leído todos los libros de Donald Whitney porque siempre provocan que crezca en mi apreciación de las disciplinas espirituales más simples, pero más importantes. Como sucedió con muchos otros cristianos, Disciplinas espirituales para la vida cristiana demostró ser fundamental en mi comprensión y práctica de las disciplinas espirituales. Simplify Your Spiritual Life [Simplifica tu vida espiritual] fue un importante llamado a despertar a la hermosa simplicidad de la vida cristiana. Por tanto, estaba expectante por sumergirme en su nueva obra: Orando la Biblia.
Este libro basa su argumento en la existencia de un problema muy común: la oración es difícil. «Yo creo que mucha gente —genuinos cristianos nacidos de nuevo— a menudo no ora porque, simplemente, no desea hacerlo. La razón por la que no lo desean es porque, cuando oran tienden a decir las mismas cosas de siempre». Supongo que te ves reflejado en esto y que muchas de tus oraciones se sienten igual a las descritas aquí. La repetición en nuestras oraciones puede llevarte a asumir que tus oraciones no tienen sentido y que no tienen ningún efecto. Cuando estás aburrido de ellas, dejas de orar. Cuando dejas de orar, te sientes como un fracasado espiritual y te consideras un cristiano de segunda categoría. Es un conocido ciclo descendente.
Ahora bien, el problema aquí no se encuentra en orar las mismas cosas de siempre. Tenemos que orar regular y repetidamente por ciertos asuntos: por nuestra santidad personal, por miembros de nuestra familia, por las familias de nuestra iglesia, por nuestros vecinos y familiares no salvos, por el cuidado económico y la provisión, por la salud y la seguridad, y así sucesivamente. «El problema no es que oremos por las mismas cosas de siempre, sino que usemos las mismas palabras cada vez que oramos por las cosas de siempre». El problema, entonces, es de método.
El centro de Orando la Biblia es la enseñanza de Whitney de un método particular que tiene el propósito de abordar la falta de variedad en nuestras oraciones: «Cuando ores, ora a través de un pasaje de las Escrituras, de manera particular a través de un salmo». Eso es. «Es tan simple como ir a través del pasaje línea por línea, hablando con Dios acerca de todo aquello que venga a tu mente mientras lees el texto. ¿Ves cuán fácil es todo esto? Todos pueden hacerlo».
Él describe este método y luego lo enseña con instrucciones muy prácticas. El tono del libro es el de un sabio cristiano mayor que se acerca y camina junto al cristiano joven y le dice: Déjame enseñarte lo que he aprendido. Déjame enseñarte cómo orar. Es cálido, familiar y muy animante. La larga experiencia de Whitney con este método, junto con su entusiasmo por él, hace que parezca tanto bueno como factible. Si lees el libro, terminarás sabiendo y siendo capaz de practicar este método. Creo que casi puedo garantizar todo eso. También creo que terminarás entusiasmado por intentarlo y confiado de que traerá nueva vida a tus oraciones.
A medida que llego al final de esta reseña, siento la necesidad de señalar que este es un método dentro de muchos. Aunque el método es más o menos modelado en la Escritura, y aunque muchos cristianos lo practican, en ninguna parte se nos exige. Orar la Escritura, como el Dr. Whitney nos enseña, es un método poderoso de oración, pero no indispensable. Existen otras maneras de dar vida y fuerza a nuestras oraciones.
A nivel personal, nunca he hecho de este tipo de oración una parte regular de mi vida de oración. Sin embargo, debido a mi respeto por Donald Whitney y a su entusiasmo por este método, me inclino a intentarlo por un largo periodo. Mi única preocupación es que no estoy muy seguro de cómo integrar el método con mi lista de oración para asegurarme de estar orando por la amplia variedad de asuntos (incluyendo, por supuesto, todos los familiares, los miembros de la iglesia, los amigos y los vecinos, los ministerios que amo, etc.). Creo que el libro podría haberse beneficiado de un poco de guía sobre cómo hacer esto.
Conocer la Palabra de Dios y el carácter de Dios, concluye Whitney, «debe ser posible para cada cristiano, incluyendo a todo el que está leyendo este libro, llevar una vida de oración significativa y satisfactoria». Si lees e implementas este método, estoy seguro de que descubrirás que esto es verdad.