Se acercaba la Navidad y necesitábamos decidir qué haríamos en el ministerio de niños. En mi congregación local, cada año los niños preparan una presentación para nuestros amigos y vecinos en algo que llamamos, «Navidad en mi barrio», nuestro servicio de Navidad.
Como encargado del Club de Jesús, había conocido la colección infantil de Poiema, y sabía que podría servirnos. Así, encontré este libro: El Rey prometido.
El Rey prometido, es un libro breve y sencillo, y aunque está preciosamente ilustrado, nos cuenta una historia que ya conocemos: la primera Navidad. Sin embargo, es justamente esto lo que lo hace un excelente libro; está empeñado en preservar los elementos bíblicos del relato de esa noche en Belén, e insiste en ofrecernos una interpretación adecuada de la historia.
Una cosa es conocer la historia, y otra es entender el mensaje que la historia revela. Esto es lo que El Rey prometido hace muy bien. Si bien nos relata una historia que todos hemos escuchado, nos revela el mensaje que la historia quiere comunicar: aquel niño pequeño tendido en el pesebre no era una víctima de las circunstancias, sino el Creador y Sustentador del universo. Él era el Rey que Dios había prometido; un descendiente de David que gobernaría poderosamente para siempre, pero que además vendría a entregarse en humilde servicio por amor a Dios y para el beneficio de la humanidad.
El relato de El Rey prometido nos revela la gran noticia detrás del pesebre: la historia de la humanidad concluiría con el Rey que salva sentado en el trono. Aquel que hoy controla las circunstancias de nuestra vida, es el mismo que descendió, se encarnó, sufrió y murió en la cruz por amor a nosotros. El Rey prometido, nos enseña más del carácter de nuestro Rey, y nos anima a venir y ver las maravillas de su Reino.