Lo admito, a veces me canso de escuchar todos los desafíos que enfrentan los pastores, sus esposas y sus hijos. ¿Es realmente la vocación de un pastor tan diferente de cualquier otra? ¿Realmente puede ser un desafío tal para el resto de su familia? ¿Será que los pastores sólo son un poco demasiado sensibles a todo esto?
No he sido pastor por suficiente tiempo como para hablar con mucha autoridad. Sin embargo, después de haber vivido un par de años en esto, puedo al menos garantizar que la familia de un pastor sí enfrenta una serie de desafíos únicos, desafíos que son diferentes a los que afronta el dueño de un pequeño negocio o un empleado remunerado (he estado en ambas situaciones). El ministerio pastoral es un llamado difícil no sólo para un hombre, sino para toda su familia.
Brian Croft tiene una carga por los asuntos prácticos del ministerio pastoral y a menudo escribe en practicalshepherding.com. Él se asoció con su esposa, Cara, para escribir El pastor y su familia. Este es un libro que llama al pastor a la tarea de pastorear a su familia en medio de los desafíos del ministerio pastoral.
Sólo bastaron unas pocas páginas para que el libro me ayudara a captar algo de lo que debería ser obvio, pero que en gran medida se me había escapado hasta ahora. Gran parte de lo que hace único el desafío de un pastor de pastorear a su familia no procede de la iglesia, sino que de su propio corazón. En el capítulo simplemente titulado «El problema», Croft muestra que los pastores enfrentan exigencias internas de aprobación, apariencia, éxito y muchas más. Estas son expectativas que el pastor se impone a sí mismo y que pronto pueden tomar control de él y dominar su toma de decisiones. Las exigencias pronto se convierten en ídolos, cosas que prometen satisfacción y significancia. Pronto un hombre sacrificará a su familia y la descuidará con el fin de perseguir la satisfacción. «El problema no está en las demandas y presiones que afrontamos, sino en convertirlas en ídolos que nos hacen descuidar nuestra familia y deshonrar a Dios».
La solución es entender, apreciar y aplicar mejor la buena noticia de lo que Cristo ha logrado, y entender que nuestra significancia se encuentra en Él. «Los pastores en dificultad necesitan echar mano de dos aspectos del evangelio bíblico si quieren experimentar su poder: deben responsabilizarse del pecado que han cometido —reconocer su negligencia y fracaso— y deben descansar en la gracia que ofrece Cristo, confiando en los dones y promesas de Dios antes que en sus propios esfuerzos por conseguir lo que quieren y necesitan».
Con el fundamento establecido, los Croft continúan escribiendo varios capítulos sobre la esposa y la familia del pastor. En la mayoría de los casos, Brian escribe el capítulo con Cara, quien agrega comentarios por aquí y por allá; sin embargo, en dos casos, Cara lidera el camino y deja que Brian agregue sus comentarios. Es un formato bastante efectivo que logra dos cosas: agrega la perspectiva y la sabiduría de una mujer, y también hace que el libro sea más aplicable para la esposa del pastor. Los Croft logran un buen equilibrio entre lo descriptivo y lo prescriptivo, entre lo que la Biblia manda y las sabias aplicaciones de esa verdad. Ellos abren su iglesia, su casa y sus familias lo suficiente como para darnos un destello de los principios en acción.
Hay algunas partes del libro que me resultaron especialmente útiles: la sección sobre servir, animar y discipular a tu esposa; la sección sobre orar con y por tu esposa; las instrucciones prácticas para discipular individualmente a tus hijos; y los dos capítulos escritos por Cara, puesto que me ayudaron a entender mejor los desafíos a los que mi esposa se enfrenta o que pronto enfrentará.
A lo largo de toda la historia de la iglesia ha habido pastores (y es posible que conozcas a algunos de ellos) que han sacrificado a sus familias en el altar del ministerio. Demasiadas esposas descuidadas e hijos abandonados pueden testificar de hombres que una y otra vez escogieron el ministerio en lugar de su familia. Cada pastor puede testificar del poder de esta tentación, que es exactamente la razón por la que hay una necesidad tan urgente de El pastor y su familia. Este libro desafía a que los pastores cuiden primero y mejor a sus esposas e hijos, y cuidadosamente usa sabiduría bíblica para permitirles hacer exactamente eso. Es un libro que pretendo leer con Aileen y uno que recomiendo encarecidamente a todo pastor.