¿Alguna vez te cuesta entender cómo la Escritura encaja para ser un todo coherente? Tengo una sugerencia. La próxima vez que leas la Biblia, empieza con Apocalipsis 20-22 y luego regresa a Génesis 1. Tal como la conclusión de una novela policíaca te ayuda a captar cosas que te habías perdido, los últimos capítulos de Apocalipsis te pueden ayudar a identificar los temas principales de la Escritura que se presentan en Génesis y se desarrollan a lo largo de la Biblia.
En Génesis, vemos que Dios se propone establecer su reino en la tierra poniendo al hombre como un rey subordinado a Él. Adán y Eva reciben, además, deberes sacerdotales puesto que deben guardar lo sagrado del jardín. Dios establece un pacto con ellos y manifiesta su presencia en el huerto. Cuando Satanás tienta exitosamente al hombre, usurpa autoridad, y la muerte se introduce en el mundo. La creación es maldecida, el hombre pierde acceso al árbol de la vida, y Dios le declara la guerra a la Serpiente.
En los últimos capítulos de Apocalipsis, encontramos la resolución final. El diablo es definitivamente derrotado, y la humanidad es restaurada a su rol deseado para servir sacerdotalmente y reinar en subordinación a Dios (20:6). Dios restablece su presencia junto a los hombres, y el propósito de los pactos se cumple ahora que ellos son su pueblo y Él es su Dios (21:3). Se quitan los efectos de la maldición, y ya no hay pecado ni muerte alguna (21:4, 27). Dios establece completamente su reino, y una vez más se permite el acceso al árbol de la vida (22:1-2). Todo esto es posible gracias a la obra del Cordero, Jesucristo.
Lee la Biblia buscando estos temas. Busca el conflicto que se desarrolla entre el pueblo de la Serpiente y el pueblo de Dios. Observa con atención a medida que Dios restablece su reino y su presencia junto a su pueblo. Observa su obra de redención. Observa cómo la resolución de todos estos temas confluye en la persona y obra de Jesucristo, nuestro Rey, Sumo Sacerdote, Redentor, y Emanuel.