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Photo of ¿Sabías que Martín Lutero practicaba el journaling bíblico?
¿Sabías que Martín Lutero practicaba el journaling bíblico?
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¿Sabías que Martín Lutero practicaba el journaling bíblico?

Si bien llevar un diario bíblico puede considerarse una práctica más moderna, el pueblo de Dios lleva cientos de años dedicándose a esta forma de devoción y estudio. De hecho, el famoso reformador Martín Lutero a menudo llevaba un diario inductivo de la Escritura y les enseñaba a sus estudiantes a hacer lo mismo.

Reflexión sobre la Escritura

Lutero tenía veintiocho años cuando se convirtió en doctor (en teología), bastante joven para esa época. Aunque decía que él no había querido el título, se volvería esencial para sus obras posteriores. Una vez que Lutero obtuvo su doctorado, se le otorgó la cátedra llamada Lectura in biblia o profesor de teología. Aunque la tarea docente era más amplia que las materias bíblicas, estaría principalmente dedicado a la exégesis. Un profesor en aquellos días tenía esencialmente tres tareas: leer (lectio), organizar disputas académicas (disputatio) y predicar (praedicatio). La enseñanza consistía principalmente en presentar ponencias en las que el expositor explicaba el contenido de la Biblia o, usando obras teológicas estándar, dictaba sobre dogmática. Lutero se concentraba en explicar el contenido de la Escritura. Comenzando en el verano de 1513, pasó casi dos años en los Salmos, luego continuó con la carta de Pablo a los Romanos (1515-1516) y a los Gálatas (1516-1517), y en el año escolar 1517-1518 explicó la carta a los Hebreos. La carta a los Romanos se convertiría y seguiría siendo el libro más importante del Nuevo Testamento para él: Esta carta es el capítulo más importante del Nuevo Testamento y es el evangelio purista. Valdría la pena que un cristiano se esforzara no solo en memorizar esta carta palabra por palabra, sino también en trabajar sobre ella a diario como si fuera el pan de cada día para el alma. Uno nunca puede leer o reflexionar en ella demasiado seguido o demasiado profundo. Cuanto más frecuentemente puedas involucrarte con esta carta, más valiosa y apetecible se volverá[1].

Enseñar la Escritura con la Escritura

A partir de 1519, volvió a dar ponencias sobre los Salmos. Lutero disfrutaba enseñar, especialmente porque podía dar sus conferencias en un hermoso salón al que se le dio el apodo de «sala de conferencias celestial» (auditorium coelium). Esta sala era parte de la iglesia y estaba situada sobre el crucero. En verano enseñaba de seis a ocho de la mañana, y en invierno de siete a nueve. Explicaba el texto frase por frase, palabra por palabra, usando solo la Biblia en lugar de libros sobre la Biblia, como lo habría hecho anteriormente. Él hizo que los impresores produjeran Biblias especiales con líneas espaciadas para dejar un amplio espacio con el fin de que los estudiantes tomaran nota tanto entre las líneas como en los márgenes. Lo que hizo que el estilo de enseñanza de Lutero fuera único fue su combinación de erudición y devoción: él explicaba los textos bíblicos cuidadosamente usando las perspectivas eruditas más recientes y luego las aplicaba a su vida de fe[2]. Durante la Edad Media, las personas sentían que la teología académica era estéril y de poca utilidad práctica. La teología monástica contrarrestaba esa esterilidad haciendo énfasis en la práctica de un estilo de vida piadosa. La exégesis de Lutero fusionó estas dos tradiciones de la universidad y del monasterio; esto fue novedoso, pero fue aceptado por los estudiantes con entusiasmo. También se atribuyó al éxito de Lutero como profesor el hecho de que desde 1515 a 1530 la cantidad de estudiantes de Wittenberg se duplicó.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés y traducido con el permiso de Crossway.

[1] WADB 7:2; On David’s Last Words [Sobre las últimas palabras de David] (1545), en WA 54:220. [2] Volker Leppin, Martin Luther [Martín Lutero] (Darmstadt: Primus Verlag, 2010), 71.