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Steve DeWitt es el pastor a cargo de la iglesia Bethel en Northwest Indiana, conductor del ministerio radial y de comunicación The Journey y miembro del consejo de The Gospel Coalition. Es autor de Eyes Wide Open: Enjoying God in Everything [Ojos bien abiertos: cómo disfrutar a Dios en todo]. Él y su esposa, Jennifer, tienen dos niñas.
La soledad ha sido mi fiel amiga
La soledad ha sido mi fiel amiga
Aunque muchos recordarán este año por un virus, también muchos recordarán la pandemia emocional del aislamiento y del distanciamiento social. El efecto en el corazón humano es una emoción a la que denominamos soledad. En una reciente encuesta, el 44 % de los encuestados dijeron que ahora están más solos de lo que alguna vez estuvieron. Con todos los cierres, las cancelaciones y las órdenes de quedarse en casa, no es una sorpresa que eso ocurra.
Hace nueve años, estaba a principio de mis cuarenta años y aún estaba soltero. Como pastor a cargo de una gran iglesia, mi vida estaba rodeada de personas. Sin embargo, me iba a una silenciosa casa cada noche. No estaba solamente solo en medio de una multitud, sino que también estaba solo pastoreando una multitud. En ese tiempo, escribí un artículo sobre lo que los años de soledad no deseada me estaban enseñando sobre Dios. Escuché de muchos lectores que se identificaron con mi experiencia. Uno de ellos era una mujer soltera de la ciudad de Kansas. Teníamos unos amigos en común que le enviaron el artículo. Un año más tarde, nos casamos.
Esta última década me ha permitido pensar más en la soledad de mi soltería de largo plazo, pero también en la de ahora en mis años de matrimonio y de crianza. ¿Aún estoy solitario? Sí, me alegra estarlo.