«Acuérdense de los presos, como si estuvieran presos con ellos, y de los maltratados, puesto que también ustedes están en el cuerpo» (Heb 13:3).
Mientras las fuerzas talibanas envuelven a Afganistán, incluso ahora a Kabul, su capital, los pastores que se encuentran ahí, angustiados, me han estado enviando correos electrónicos y mensajes pidiendo oración estos últimos días, incluso horas.
Al estar pastoreando, a solo un corto vuelo de distancia, en los Emiratos Árabes Unidos, he tenido la oportunidad de construir un compañerismo con estos hombres en la última década. Un líder de una iglesia en casa me envió una foto de una pequeña habitación en la que se estaba escondiendo junto a su familia. Él escribió: «aquí es donde estoy viviendo. Ahora estamos escondidos en diferentes áreas».
Otro pastor escribió: «no podemos salir de manera normal. Es peligroso. Nos cambiamos a una de las casas de unos amigos, pero no es del todo seguro». Mindy Belz, de la revista World, escribió que los pastores dicen que los talibanes los contactaron para decirles que van tras ellos.
Estas son maneras específicas en que te piden oración a ti y a tu iglesia:
1. Protección y provisión físicas
Le pregunté a un hermano si es que está actualmente en peligro físico. Él contestó: «no solo yo, sino que mi familia también… gracias a mí».
Necesitamos orar para que nuestro Dios soberano proteja físicamente a nuestros hermanos y hermanas en Afganistán. Anda, valientemente, al trono del universo y ruega a nuestro Dios que refrene la maldad y confunda los planes de los malhechores.
Ora también por provisión física. Un hermano me pidió si podíamos orar «por asuntos económicos, porque nadie puede sacar dinero del banco y los cajeros automáticos están vacíos».
Muchos nos han pedido específicamente que oremos por visas para que puedan salir del país. Así que, querido lector, permíteme hacerte una petición adicional: ¿tú, o alguien que conozcas, tiene atribuciones para ayudar a asegurar una visa? Si es así, haz lo que puedas.
Ya sea que sí o que no, sí tienes acceso al trono del universo y puedes pedirle a nuestro Padre celestial que provea. Ora por protección y provisión físicas.
«Oh Dios de mi alabanza, no calles. Porque contra mí han abierto su boca impía y engañosa; con lengua mentirosa han hablado contra mí» (Sal 109:1-2).
2. Provisión espiritual
Cada líder de iglesia que me ha escrito un correo electrónico o me ha enviado un mensaje de texto me ha pedido si podemos orar para que el Señor los fortalezca en su fe; que puedan «permenecer firmes en el Señor, que es el Rey soberano», como expresó uno de ellos.
«Oren por mí, para que sea fuerte en mi fe. Es realmente difícil estar aquí», dijo otro.
Si estás leyendo esto, tienes la oportunidad de pedirle a Dios que proteja e incluso que aumente la fe de nuestros hermanos y hermanas de la iglesia afgana. Ellos no saben lo que ocurrirá hoy (mucho menos mañana). Sin embargo, tienen certeza de que nuestro Dios suplirá cada una de sus necesidades según las riquezas en gloria en Cristo Jesús (Fil 4:19).
«Y el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en esperanza por el poder del Espíritu Santo» (Ro 15:13).
«Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria […]» (Col 1:11).
3. El avance del Evangelio
Un hermano describió estos días como «oscuros» y dijo que se sienten como una «tormenta». Luego, pidió que oráramos por «avivamiento». ¡Qué fe! Este es un hombre cuya vida está en peligro pidiéndonos a nosotros, que disfrutamos de muchos privilegios y libertades, que oremos para que Dios abra los ojos de quienes están espiritualmente ciegos y les dé vida a los corazones muertos.
¿Acaso no es propio de nuestro Dios obrar en esas horribles circunstancias para dar a conocer su gran nombre? Mientras nuestros hermanos y hermanas afganos enfrentan una incertidumbre terrible, nosotros debemos ser como los creyentes de Hechos 12, que enfrentaron serias amenazas y persecución, pero que, sin cesar, ofrecían fervientes oraciones a Dios.
«Finalmente, hermanos, oren por nosotros, para que la palabra del Señor se extienda rápidamente y sea glorificada, así como sucedió también con ustedes. Oren también para que seamos librados de hombres perversos y malos […]» (2Ts 3:1-2).
«Yo soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?» (Jr 32:27).
«Nuestra esperanza no está en la política, sino en Jesús»
En las últimas semanas, las agencias misioneras de Estados Unidos han retirado a sus obreros. He tenido el gran privilegio de ministrar la Palabra a alguno de ellos a medida que procesan su propio dolor y confusión. Agradezco que hayan podido salir. Oro por ellos tanto como por quienes decidieron permanecer ahí.
Sin embargo, oro especialmente por los afganos que no tienen más opción que quedarse allí, tal es el caso de un hermano que ya ha pasado un tiempo en la cárcel por su fe en Afganistán. Él me ha asegurado una y otra vez: «podemos confiar en que nuestro Señor es poderoso y que cuidará de sus hijos». «Nuestra esperanza no está en la política, sino en Jesús, que es el Rey».
Esto no es escapismo. Esta es la fe bíblica cuando todas las posibilidades terrenales son completamente sombrías. ¿Acaso no sabes que tal fe trae gran gloria y gozo a nuestro Padre en el cielo?
Mientras estos días son oscuros y trágicos, recuerda que Dios está sentado en su trono en los cielos. Él se burla de los gobernantes de este mundo a quienes sostiene. Él promete darle las naciones como herencia a su Hijo; los confines de la tierra, como su posesión (Sal 2:4, 8).