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Nota del editor: esta es la respuesta a una de las diferentes preguntas que los oyentes del pódcast Ask Pastor John le hacen al pastor John Piper.

Han llegado un par de correos preguntando: «¿es incorrecto que un cristiano fume marihuana?». Si asumimos que para ellos es legal, ya sea para el uso medicinal o por legislación del estado en el que viven, ¿qué les responderías, pastor John?

No sé mucho sobre la marihuana. No soy experto en ella. He leído un poco y he escuchado algunos comentarios sobre ella en las noticias. Así es cómo lo abordo siendo novato y, sin embargo, pienso que podemos tener un poco de guía bíblica sólida aquí.

Marihuana vs. cafeína

La marihuana es generalmente considerada y utilizada como una droga que altera el estado de ánimo y crea un tipo de euforia placentera. No es generalmente considerada como una droga que nos haga más atentos a la realidad, sino que más inconscientes de ella.

En ese sentido, no creo que puedas compararla con la cafeína. Puedo imaginar a alguien diciendo: «bien, ¿qué tiene de malo la marihuana? Es como la cafeína. Ambas son drogas que alteran el estado de ánimo. Te tomas el café en la mañana para alterar tu estado de ánimo y yo uso mi marihuana para alterar el mío. Hacen lo mismo». Bien, no exactamente, porque uno de los efectos del café es que te hace más alerta a la realidad. Si la cafeína no hiciera eso, creo que deberías huir de ella. De hecho, creo que es posible pecar con cafeína.

Hay una diferencia significativa entre que la mente se agudice en lugar de embotarse o desconectarse de la realidad. No creo que la marihuana sea considerada generalmente como una droga empoderadora que te capacite a ser un papá más competente, una mamá más competente, un empleado más competente o un ciudadano más competente.

Al contrario, es un escape recreacional y, de lo poco que he leído, en el tiempo llega a ser una fuerza destructiva en el cerebro. Tiene efectos negativos perdurables en la capacidad de la mente para hacer lo que Dios la creó para hacer.

Templo del Espíritu Santo

Si todo es cierto, entonces el principio de la Biblia que creo que alejaría a un cristiano del consumo recreativo de la marihuana sería que el cuerpo es templo del Espíritu Santo (1Co 6:19). Esa sencilla enseñanza tuvo un tremendo efecto en mí cuando era niño.

Si estuviera criando hijos de nuevo ahora, diría eso sobre el cigarrillo. Lo diría del uso excesivo del alcohol. Lo diría sobre la marihuana o muchas otras cosas. Diría: «tu cuerpo es sagrado. Dios es para tu cuerpo; tu cuerpo para el Señor (1Co 6:13). Mantén tu mente clara y capaz de pensar porque Pablo dijo: “sean niños en la malicia, pero en la manera de pensar sean maduros” (1Co 14:20). Eso es, sé perspicaz, mantente al tanto».

Liberado para amar a Dios

La raíz de esto es que Dios nos dio mentes para conocerlo y corazones para amarlo. Un cristiano va a querer alejarse de cualquier cosa que hagamos que adormezca, embote o distraiga nuestra mente de las crecientes capacidades para conocerlo mejor y amarlo más.

Esa es la manera en que la Biblia habla sobre la borrachera y creo que la marihuana está en esa misma categoría. Dice sobre la embriaguez: «pero al final muerde como serpiente, y pica como víbora. Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón proferirá perversidades» (Pr 23:32-33). En otras palabras, nos aleja del uso sobrio y autocontrolado de la mente para la gloria de Dios.

Prescrita por un médico

Dicho esto, creo que un cristiano se va a alejar de este tipo de drogas destructivas y que alteran el ánimo para ir hacia un pensamiento claro y lúcido para la gloria de Dios. No me opondría a un tipo de uso medicinal de marihuana que es controlado por la supervisión y la prescripción de un médico calificado. Tenemos muchas drogas que se venden con prescripción médica, que si se abusara de ellas, serían tan destructivas o incluso más destructivas que la marihuana.

Tengo un amigo que me compartió, muy seriamente una vez, que tenía un hijo con una vieja lesión crónica en el tobillo. Me dijo: «sé por su experiencia que el único alivio que puede obtener es un leve uso de marihuana». Por tanto, si hubiera una manera de usar la marihuana como usamos la aspirina o como usamos un antibiótico —bajo una supervisión cuidadosa— en principio, no me opondría a eso.

Publicado originalmente en Desiring God. Usado con permiso.
Photo of John Piper
John Piper
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John Piper

John Piper es fundador y profesor de desiringGod.org y rector de Bethlehem College & Seminary. Por 33 años, sirvió como pastor de la Iglesia bautista Bethlehem en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros, dentro de ellos se encuentran: Sed de Dios: meditaciones de un hedonista cristiano, y más recientemente, Por qué amo al apóstol Pablo: 30 razones.
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