Nota del editor: esta es la respuesta a una de las diferentes preguntas que los oyentes del podcast Ask Pastor John le hacen al pastor John Piper.
La batalla contra la lujuria. Ese es el tema de esta semana —y el tema de muchas semanas previas y uno de los temas más dominantes en la historia de nuestro pódcast, como puedes ver en el libro Ask Pastor John [Pregúntale al pastor John]—. Hay un momento para vencer a la lujuria desde la raíz con la cruz. Ese es el tema que vamos a tocar para la próxima. Pero primero, hay un momento para confrontar los patrones de lujuria en otros. De eso hablaremos hoy, en este desgarrador correo que nos envió una sorprendida esposa.
«Hola, pastor John. Mi esposo y yo somos creyentes, casados hace décadas, con un gran matrimonio y una relación sólida (o al menos eso pensaba). Él nunca me dio ninguna razón para dudar. Él es anciano en nuestra iglesia local. Hemos criado cuatro hijos juntos, todos felizmente casados y sirviendo al Señor en diferentes áreas. Sin embargo, hace poco descubrí en su teléfono que él lee literatura erótica (historias ficticias llenas de contenido sexual explícito). No son imágenes visuales ni videos, no es porno en el sentido tradicional, sino que son descripciones morbosas escritas en prosa. Me perturbó mucho. Él es un hombre de negocios íntegro y muy respetado, por lo que descubrir este oscuro secreto es perturbador y desalentador. ¿Qué tan pecaminoso es este género? ¿Debo confrontarlo? Lo amo profundamente y él ha sido un esposo muy dedicado y amoroso, y no quiero poner nuestra relación en peligro».
Es gravemente pecaminoso y definitivamente debes confrontar a tu esposo con esto. Si él piensa que es insignificante y que no compromete su rol como líder de la iglesia, entonces tienes que animarlo a compartir esto con los demás líderes, ancianos, y mostrarles lo que él está leyendo y confirmar que ellos lo aprueben. No tengo dudas de que esto es un patrón pecaminoso que lo descalifica. Él necesita abandonar esto, buscar perdón y pureza de corazón.
Ahora, creo que quizás lo más útil que puedo hacer es ayudarte en la difícil misión de confrontar a tu esposo. Por tanto, lo que quiero hacer es darte (y a cualquier otra persona que quiera escuchar) diez preguntas que él debe hacerse y que puedes imprimir. (Ni siquiera sé, Tony, si todas las personas que escuchan este pódcast se dan cuenta de que tú transcribes esto, y luego, cuando las publicamos en Desiring God, las personas no sólo pueden escuchar, sino que también pueden imprimirlo. Quiero llamar la atención aquí porque creo que lo que podría ser útil para esta mujer es ir a la página web de Desiring God e imprimir estas diez preguntas).
Y tal vez podrías revisarlas con tu esposo. No creo que debas avergonzarte en lo absoluto por haber buscado consejo sobre cómo lidiar con este asunto. No has traicionado ninguna confianza. Nadie más que tú y él sabe con lo que están lidiando. Tampoco pienso que debas avergonzarte de buscar ayuda para formular estas preguntas (es decir, mi ayuda). Eso es lo que hacemos; para eso es que estamos en el ministerio. Todos estamos haciendo cosas para ayudarnos mutuamente. Así que, a continuación, comparto mis diez preguntas que creo que él debe hacerse.
Sólo le diría a todos nuestros oyentes: háganse estas preguntas con respecto a lo que están viendo en la TV, lo que están viendo en videos, lo que están escuchando: qué tipo de audiolibros y pódcast. Estas son preguntas realmente muy útiles para mí, y espero que lo sean para otros.
Diez preguntas que invitan a la reflexión
Pregunta 1: en esta lectura de literatura erótica, ¿estás buscando y poniendo tu mente en las cosas de arriba, donde está Cristo?
Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra (Colosenses 3:1-2).
Pregunta 2: en esta lectura de literatura erótica, ¿estás poniendo tu mente en las cosas de la carne o en las del Espíritu?
Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz (Romanos 8:5-6).
Pregunta 3: en esta lectura de literatura erótica, ¿estás pensando en lo que es verdadero, puro, amable y honorable?
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten (Filipenses 4:8).
Pregunta 4: en esta lectura erótica, ¿estás cultivando un corazón que puede ver a Dios?
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios (Mateo 5:8).
¿Estás contribuyendo a ello?
Pregunta 5: en esta lectura de literatura erótica, ¿estás asumiendo erróneamente que las peores tentaciones vienen por los ojos y no por los oídos?
Pero la tentación que arruinó a todo el mundo en Génesis 3 vino a través del oído, de la voz de Satanás. Y lo mismo ocurrió con la tentación de Jesús en el desierto. El corazón es el asiento principal de la santidad y el oído es un buen camino de corrupción como lo es el ojo.
Pregunta 6: en esta lectura de literatura erótica, ¿te importaría si tus compañeros ancianos o líderes de la iglesia supieran lo que estás leyendo o estás contento con ser un hipócrita?
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas que son semejantes a sepulcros blanqueados! Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también ustedes, por fuera parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad (Mateo 23:27-28).
Pregunta 7: en esta lectura de literatura erótica, ¿oras con David por un corazón puro?
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí (Salmo 51:10).
¿Oras esto a medida que te acercas a leer?
Pregunta 8: en esta lectura de literatura erótica, ¿estás estableciendo una base de operaciones para la carne?
Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer [literalmente, no hacer una base de operaciones] para las lujurias de la carne (Romanos 13:14).
Pregunta 9: ¿esta lectura de literatura erótica es una señal de falta de fe?
[El Espíritu Santo] ninguna distinción hizo entre nosotros [judíos] y ellos [esos gentiles], purificando por la fe sus corazones (Hch 15:9).
Eso es lo que hace la fe: purifica, limpia el corazón. Si esto no está ocurriendo, la fe se encuentra en una situación peligrosa.
Pregunta 10: en esta lectura de literatura erótica, ¿Cristo la puede leer contigo o lo estás alejando y diciendo, en efecto, que esta lujuria es más deseable que la comunión con Cristo?
«Fiel es Dios, por medio de quien fueron llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor» (1 Corintios 1:9).
La vida cristiana es comunidad: una comunión cercana y dulce con Cristo. ¿Esa comunión se sustenta por medio de tu lectura de literatura erótica? ¿Él es bienvenido a leer contigo o lo estás alejando?
Confrontación valiente
Ahora, mi consejo es que tú —le estoy hablando a la esposa ahora— ores fervientemente para tener el valor de confrontar a tu esposo y para que su corazón esté preparado para recibir tus palabras.
Me gustaría simplemente agregar que no creo que esta confrontación humilde en oración sea necesariamente una contradicción del corazón de esta mujer a la sumisión a su esposo. La sumisión nunca ha significado aprobación o participación en el pecado del esposo. Es más, la disposición a arriesgar y apuntar a su esposo al Señor puede ser un acto hermoso de sumisión y autosacrificio al servicio de la santidad de su marido. Por eso es por lo que vamos a orar.