Era hora de cenar y estaba en la cocina cortando verduras para preparar una ensalada. Estaba agotada y oré en mi corazón: «Dios, por favor, haz que esta noche mi esposo llegue temprano del trabajo». Estaba a punto de lavar un pepino en el fregadero cuando escuché un fuerte golpe y luego un llanto que venía de la habitación de mi hijo. Cerré la llave del agua y me dirigí a la habitación suspirando, aún orando para que mi esposo se apresurara en llegar a casa.
Hace poco, me di cuenta de que gran parte de las oraciones que hacía por mi marido estaban centradas en mí y en mis necesidades; en realidad, eran el resultado de mi egoísmo. Oraba para que llegara a casa a la hora, para que le dieran el bono que estábamos esperando y para que cuidara a los niños mientras yo dormía; incluso, oraba para que Dios cambiara todas las cosas que me frustraban de él. Sin duda, las oraciones que hacía por mi marido eran bastante deficientes.
Cuando leí las oraciones de Pablo por las iglesias en Éfeso, Colosas y Filipos aprendí cuál es el centro de la oración. Sus oraciones se enfocaban en el crecimiento espiritual de las personas a las que les escribía. Por ejemplo:
Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos” (Efesios 1:17-19).
Pablo, fundamentalmente, oraba a través del Evangelio para que su poder cambiara y transformara a los creyentes a los que les estaba escribiendo. Aunque ciertamente oraba por la provisión de Dios y por otras necesidades prácticas, el centro y la base de sus oraciones por otros estaba en su caminar con Cristo.
Quiero orar por mi esposo de la misma manera en la que Pablo oraba por las iglesias del Nuevo Testamento. Y en verdad, a veces oro usando exactamente las oraciones de Pablo. Sin embargo, también quiero que el Evangelio sea la base de todas mis oraciones, incluyendo las que hago yo misma. Quiero orar para que el Evangelio esté obrando en el corazón de mi marido cada día; para que el Evangelio sea el lente a través del cual él vea la vida. Quiero que sea fortalecido por las verdades del Evangelio a medida que viva el llamado que Dios le hizo.
El hecho de orar para que el Evangelio esté obrando en el corazón y en la vida de mi esposo es transformador, no solo para él, sino que para mí también. Aprendo a abandonar mi intento de cambiar cosas de mi marido y confío en que Dios hace el cambio que Él quiere hacer. Centrar mis oraciones en el Evangelio cambia la actitud de mi corazón y paso de confiar en mis fuerzas a descansar en el poder de la gracia de Dios. Mientras oro para que el Evangelio esté obrando en el corazón de mi marido, también recuerdo cuánto lo necesito yo también día a día. También me recuerda que todo en la vida es un regalo de gracia y que la oración es la entrada para recibirla.
En un esfuerzo por centrarme en que el poder de la gracia de Dios obre en mi marido, hice una lista con sugerencias para orar por él; una para cada día del mes y quiero compartirla con ustedes:
1. Ora para que cada día él aplique el Evangelio en su vida.
2. Ora para que crezca más en la fe.
3. Ora para que confíe en Dios en los momentos de duda.
4. Ora para que ame a Dios por sobre todas las cosas.
5. Ora para que tenga pasión por la Palabra de Dios.
6. Ora para que Dios le revele los ídolos de su corazón.
7. Ora para que tenga mayor conciencia de su pecado y del perdón que ha recibido por medio de Cristo en la cruz.
8. Ora para que desee servir a Dios, ayudando a aquellos que necesitan el amor de Dios.
9. Ora para que sea un testigo de Cristo en su trabajo.
10. Ora para que perdone a otros como él ha sido perdonado.
11. Ora para que resista las tentaciones que enfrenta en su lugar de trabajo.
12. Ora para que anhele ser un líder espiritual piadoso.
13. Ora para que honre a Dios en la forma en que usa su dinero.
14. Ora para que honre a Dios en la forma en que usa su tiempo.
15. Ora para que honre a Dios en su forma de hablar.
16. Ora para que crezca en su vida de oración.
17. Ora para que el fruto del Espíritu se desarrolle en él.
18. Ora para que Dios proteja su mente y su corazón del mal.
19. Ora para que Dios lo use en el avance de su Reino.
20. Ora por sus amistades, para que Dios lo ayude a cultivar y mantener amistades piadosas que lo animen en el Evangelio.
21. Ora para que tenga un deseo creciente de mostrar el amor de Dios a los niños.
22. Ora para que, para la gloria de Dios, él viva cada día como si fuera el último.
23. Ora por tu matrimonio, para que tu esposo y tú se acerquen más el uno al otro.
24. Ora para que tu matrimonio refleje el amor de Cristo por la iglesia.
25. Ora para que Cristo sea el centro de su relación.
26. Ora para que ustedes dos estén unidos en la crianza de sus hijos.
27. Ora por oportunidades para servir al Reino juntos como pareja.
28. Ora por oportunidades para animar a tu marido.
29. Ora por más gracia y comprensión entre ustedes.
30. Ora por mayor comunicación entre ustedes.
31. Ora por tu propio corazón, para que ames, honres y respetes a tu esposo.