A lo largo del año que pasó o un poco más, tuve el privilegio de ser dama de honor en tres bodas. Cuando tienes un asiento en primera fila de todo el proceso de planificación de la boda, recuerdas cuán importante es orar por la pareja que espera su gran día. Sin embargo, también noté algunas tendencias más amplias que merecen reflexión por parte nuestra y de nuestras iglesias.
El rol de toda la iglesia
Fue un privilegio maravilloso apoyar a cada una de mis amigas en oración a medida que sus bodas se acercaban. No obstante, la oración no es solo un trabajo de la parte invitada a la boda. Nuestras iglesias deben ser familias que se preocupan de la fe de los demás, no solo de las circunstancias de nuestras vidas. Por esta razón, Pablo nos exhorta a orar los unos por los otros (Ef 6:18) y modela esto al llenar sus cartas de oraciones por sus hermanos creyentes.
No necesitamos entrar en detalles sobre nuestras luchas con cada persona de la congregación. Sin embargo, los hombres y las mujeres necesitan padres y abuelos espirituales a lo largo de sus vidas, especialmente en las transiciones más importantes. Durante la ceremonia de la boda, la congregación promete apoyar a la pareja en su matrimonio. ¿Realmente lo estamos haciendo bien?
Normalicemos conversaciones difíciles
Es bastante claro que hemos fallado en hacer de la pureza sexual algo normal de lo que conversar, especialmente entre mujeres. Si no abordamos la lujuria, el sexo y la pornografía abiertamente, se sentirá tremendamente incómodo mencionarlo cuando alguien se compromete. Necesitamos mejorar en conversar sobre nuestros pecados y tentaciones con nuestras amigas y amigos, en especial a lo relacionado con la pureza sexual.
Diferencias de género
Como podrías esperar, los hombres y las mujeres reciben un trato diferente durante sus compromisos. Las mujeres tienden a recibir muchas más preguntas sobre cómo va la planificación de la boda. Antes de la boda de una amiga, ella trabajaba a tiempo completo mientras su esposo estudiaba, por lo que él tomó más responsabilidades de planificación, pero todos asumían que ella estaba planificando gran parte de la boda. Él no tenía el mismo nivel de apoyo, pues las mujeres son las que toman el liderazgo en este asunto.
Cuando conversé con los maridos de mis amigas, algunos de ellos compartieron que pocas personas fuera de su círculo cercano les preguntaron cómo iban. Tenían el apoyo de las personas que ya estaban orando por ellos antes de su compromiso, pero sus comunidades parecían más estrechas que las de las mujeres.
Me senté con cada uno de estos amigos y les pedí que me contaran sus experiencias de oración mientras estaban comprometidos. Me dieron muy buenos consejos sobre cómo podemos estar orando por alguien que se está preparando para el matrimonio.
Consejos para orar
Sé holístico
No preguntes solamente cómo va la planificación de la boda. Esto pone más énfasis en el evento que en la vida matrimonial que se viene. También es importante invitar a tu amigo o amiga a compartir lo bueno y lo malo. Una amiga a veces sentía que tenía que pensar en una petición de oración negativa para equilibrar cuán feliz estaba y así no restregar su felicidad en el rostro de nadie. Dale a las personas la libertad de hablar sobre sus alegrías así como de su estrés.
Sé específico
Cuando alguien pregunta cómo va la planificación de la boda, es difícil saber si es que realmente quieren conocer detalles o solo están preguntando por cortesía… especialmente cuando es la veinteava vez que te preguntan en una semana. Ayuda a tus amigos pidiéndoles motivos específicos de oración (por ellos mismos, por sus parejas, por la boda o por su preparación matrimonial).
Sé un lugar seguro
Planificar una boda (y un matrimonio) puede consumir todo tu mundo. Se convierte en todo lo que cada persona te pregunta. Por lo tanto, dales espacio a tus amigos para que sean reales y honestos sobre cómo va la vida, incluso si no se relaciona con la boda. Trátalos como personas completas, que necesitan tiempo para conversar sobre otras cosas.
Sé paciente
Al mismo tiempo, está dispuesto a escuchar si la persona comprometida habla sobre su boda la mayoría del tiempo. Cualquier gran cambio de vida probablemente dominará sus pensamientos y ellos podrían necesitarte como una caja de resonancia. ¡La paciencia podría ser particularmente importante si estás soltero!
Sé valiente
No te retraigas de preguntar sobre temas que podrían ser incómodos, dentro de límites prudentes. Si tienes una relación cercana con esa persona, pregúntales sobre su pecado, su pureza y sus temores.
Por qué cosas orar
- Por la preparación matrimonial: la pareja entrará en una relación pactual para toda la vida, por lo que necesitan prepararse para esta transición. Necesitan tiempo para conversar sobre hijos, carreras, quehaceres domésticos, finanzas, rutinas y todas esas otras cosas que componen una vida juntos.
- Por tiempo en pareja para conversar sobre cualquier cosa que no sea la boda.
- Por que no permitan que el estrés de la planificación de la boda llegue a afectar su matrimonio.
- Por que pasen tiempo y gasten energía en Dios, en su iglesia y en sus relaciones, en lugar de llegar a centrarse en sí mismos.
- Por pureza sexual: ¡esto se pone mucho más difícil una vez comprometidos! De cierta manera, se siente como si ya estuvieran casados. La incomodidad tiende a disuadirnos de conversar sobre estas cosas, pero las parejas comprometidas necesitan buenos amigos que presionen y hagan las preguntas duras.
- Por su relación con Jesús: a menudo la identidad completa de una pareja comprometida estará estrechamente ligada; se convierten en «Juan y Jennifer» en lugar de personas individuales. Trata a tus amigos como lo hacías antes del compromiso. Por supuesto, todos necesitamos personas que nos pregunten sobre nuestra fe, pero esto tiende a descuidarse con parejas casadas.
Estas conversaciones me desafiaron a ser más intencional en cómo le pregunto a otros sobre cualquier evento mayor en sus vidas (no solo compromisos). Tengo muchas personas en mi vida que están esperando bebés y no quiero que todas nuestras conversaciones sean sobre el sexo o los nombres ni todas las cosas superficiales. Necesito preguntarles sobre sus temores y alegrías, cómo están dependiendo de Dios durante este tiempo, sus ansiedades y cómo va su matrimonio.
Mantén estas cosas en mente la próxima vez que escuches el anuncio de un compromiso. Felicita a la pareja, alégrate con ellos, pregúntales sobre la planificación de la boda (es un tiempo abrumador, después de todo). Pero luego, anda más profundo. Ora por ellos, como personas individuales y como pareja, apóyalos durante esos meses y habla palabras bíblicas de consuelo cuando las cosas se pongan difíciles.