010. Salmo 8: el pináculo de la creación
Transcripción
Dios dice: «tienes una identidad real; tienes un llamado divino; ¡tienes una razón para vivir, tu vida importa, tienes valor a mis ojos!».
Bien, ahora vamos a ver el Salmo 8, y simplemente quiero decir: si sólo estuviera el Salmo 8 en la Biblia, valdría la pena tener tu Biblia, valdría la pena estudiarla y valdría la pena vivirla. Mi título para el Salmo 8 es: «El pináculo de la creación».
De nuevo, quiero comenzar con algunas preguntas. ¿Alguna vez has sentido que tu vida simplemente no importa, que no tiene valor, que pasa desapercibida? ¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu lugar, cuál se supone que debe ser tu rol? ¿Alguna vez has pasado por esos momentos en los que sientes que nadie te conoce realmente y a nadie le importas de verdad? Algunos de ustedes piensan que a nadie le importa si viven o mueren. O en este inmenso universo en el que viven, ¿se sienten un poco perdidos o sin valor?
Bien, el Salmo 8 fue escrito para nosotros cuando estamos en ese tipo de experiencia. Es un himno sobre la dignidad y la majestad de todo ser humano creado a la imagen de Dios:
¡Oh Señor, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra,
Que has desplegado tu gloria sobre los cielos!
Por boca de los infantes y de los niños de pecho has establecido tu fortaleza,
Por causa de tus adversarios,
Para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,La luna y las estrellas que Tú has establecido,
Digo: ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
Y el hijo del hombre para que lo cuides?
¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles,
Y lo coronas de gloria y majestad!
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo has puesto bajo sus pies:
Todas las ovejas y los bueyes,
Y también las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar,
Cuanto atraviesa las sendas de los mares.
¡Oh Señor, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
El Salmo 8 comienza con la majestuosa gloria del Señor. Su nombre es majestuoso en toda la tierra; toda cosa creada señala su existencia y su gloria. El mundo en el que vivimos es como un edificio que lleva el nombre del arquitecto grabado en él: ¡todo apunta a Dios!
Sin embargo, para las personas como tú y como yo, que vivimos en este inmenso y glorioso universo, eso nos deja una pregunta. Es la pregunta final: «¿qué es el hombre? ¿Quién soy yo?».
La forma en que respondes esa pregunta («¿Quién soy yo? ¿De qué se trata mi vida?») dará forma a todo lo que hagas y digas en tu vida. «¿Soy simplemente un ser que por casualidad ha llegado a la cima del caldo primigenio? ¿Soy solamente otro punto en una bola al medio del universo?».
Pues no, según el Salmo 8. La pregunta se reformula: «¿por qué tomas en cuenta al hombre? ¿Por qué te importan las personas?».
La respuesta viene. Dios dice: «te he hecho un poco menor que los ángeles y te he coronado de gloria y majestad. Te he hecho señorear sobre las obras de mis manos», Dios dice, «tienes una identidad real; un llamado divino; ¡tienes una razón para vivir, tu vida importa, tienes valor a mis ojos!».
Lo que te dices a ti mismo, sobre ti, la identidad que vives, es terriblemente importante. Aquello que te dices a ti mismo sobre cuál es tu propósito es terriblemente importante.
Dios dice: «¿no lo entiendes? Eres lo más valioso de mi creación y te he pedido que seas el administrador residente sobre todo lo que he creado; que tengas dominio. Vives ese dominio en tu casa, en tus relaciones, en tu trabajo y en tu iglesia».
Pero lo que más amo sobre el Salmo 8 es que es un dedo que nos apunta a Jesús. Jesús es el hijo real final. Jesús es quien es finalmente coronado con majestad y dominio completo. Si tienes valor, ¿cuánto más valor tiene Jesús?
Preguntas para la reflexión personal y discusión en grupo
- ¿Qué te ha confiado Dios? ¿Dónde te ha dado dominio? ¿Qué te está pidiendo administrar? Escribe o comparte con otros una lista de esferas de tu influencia. ¿Cómo se vería ser un buen administrador en estas áreas? ¿Cómo puedes glorificar a Dios? Sé específico. ¿Cuáles son algunos de los desafíos de la vida en un mundo caído que hacen que la administración sea difícil? ¿Cuáles son algunas de las tentaciones egoístas de tu corazón que te distraen? ¿Cómo puedes unirte y aprender de otros cristianos en esferas de influencia similares para ejercer mejor dominio sobre lo que Dios te ha confiado?
- ¿Cómo puedes glorificar a Dios al reconocer y afirmar la dignidad, la majestad y el valor de las vidas de las personas que Él ha puesto en tu esfera de influencia? ¿A quién conoces que se siente sin valor? ¿Cómo puedes animarlos y levantarlos? ¿A quién conoces que esté solo? ¿Cómo puedes ser hospitalario? ¿Quién no tiene un hogar o se siente como un extraño? ¿Cómo puedes acogerlos y animarlos en el nombre de Cristo? ¿Quién no tiene voz? ¿Cómo puedes luchar por los oprimidos, los olvidados y los no nacidos?
Preguntas para conversar con niños
Para niños más pequeños: ¿cuáles son algunos de los trabajos que tienen las personas? ¿Sabes cuál es mi trabajo y qué es lo que hago cuando estoy en el trabajo? ¿En qué te gustaría trabajar cuando seas mayor? ¿Sabías que Dios te ha dado un trabajo ahora? No importa la edad que tengas o cuál sea tu trabajo, Dios nos ha dado a todos la misma tarea: cuidar el mundo que Él creó. Y de todas las cosas que Dios creó en el mundo, las personas son las más importantes, porque son hechas a imagen de Dios. ¿Cómo puedes cuidar del mundo y de las cosas que Dios creó? ¿Cómo puedes cuidar y amar a las personas valiosas que Dios creó?
Para niños más grandes: ¿te sientes sin valor o que tienes poco valor o nada positivo con lo que contribuir? ¿Qué pasó hace poco que te hizo sentir de esa manera? ¿Alguien te dijo, o te trató, como si no tuvieras valor? ¿Qué es lo más majestuoso, hermoso, impresionante en la creación en la que puedas pensar? ¿Sabías que tienes más belleza, honor y valor para Dios que eso, puesto que has sido hecho a su imagen? Nada de lo que alguien pueda decir o hacerte puede reducir tu valor para Dios. Es más, Dios te valora tanto que envió a su Hijo único para morir por ti (Él estaba dispuesto a perder a su propio Hijo para hacerte su hijo por siempre; ¡así es cuánto importas!). ¿Cómo puedes recordarte a ti mismo el amor que Dios tiene por ti cuando no te sientes amado? Y a medida que te recuerdes ese amor, ¿cómo puedes ayudar a otros que se sienten indignos de amor?
Publicado originalmente en Paul Tripp Ministries.