014. Salmo 19: revelación general y especial
TRANSCRIPCIÓN
Todas las cosas gloriosas en la creación han sido diseñadas intencionalmente por Dios para revelar la gloria de Aquel que las creó.
Bien, queremos examinar el Salmo 19, y lo que me impresiona mientras leo el Salmo 19 es que Dios quiere ser conocido. Titularé este salmo así: «revelación general y especial». Explicaré lo que esto significa.
Dios encuentra gozo en revelarse a sí mismo a nosotros, y no sólo a las personas religiosas creyentes, sino que a todos. Existen dos maneras en las que Él se revela a sí mismo. Él quiere que lo conozcamos, que estemos en comunión con Él y que nuestras vidas sean formadas por Él. Por tanto, permíteme leer el Salmo 19:
Los cielos proclaman la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día transmite el mensaje al otro día,
Y una noche a la otra noche revela sabiduría.
No hay mensaje, no hay palabras;
No se oye su voz.
Pero por toda la tierra salió su voz,
Y hasta los confines del mundo sus palabras.
En ellos Dios puso una tienda para el sol,
Y este, como un esposo que sale de su alcoba,
Se regocija como hombre fuerte al correr su carrera.
De un extremo de los cielos es su salida,
Y su curso hasta el otro extremo de ellos;
Y no hay nada que se esconda de su calor.
Lo que el salmo está diciendo es que esta es la revelación general de la presencia de Dios, de su gloria, de su fidelidad y de su amor, está ahí en la creación todos los días. La creación revela la presencia y la gloria de Dios. Me gusta decirlo de esta manera: «no puedes levantarte por la mañana sin toparte con Dios». Todas las cosas gloriosas en la creación han sido diseñadas intencionalmente por Dios para revelar la gloria de Aquel que las creó. Y por lo tanto, ese atardecer, el pesado paso de un elefante, el incesante aleteo de un colibrí, el poder de una tormenta, la hermosa fragancia de una flor, el increíblemente precioso pelaje de un tigre, todas esas cosas tienen el propósito de recordarnos que existe Uno que está sentado en el trono del universo, que creó y que controla todo lo que existe.
No obstante, existe otra forma de revelación. El salmo continúa así:
La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma;
El testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo.
Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón;
El mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos.
El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios del Señor son verdaderos, todos ellos justos;
Deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino,
Más dulces que la miel y que el destilar del panal.
Además, tu siervo es amonestado por ellos;
En guardarlos hay gran recompensa.
No sólo en la revelación general de la creación, sino que Dios se da a conocer a sí mismo y a su voluntad por medio de la revelación especial de su ley o de su Palabra. De nuevo, la ley de Dios, la Palabra de Dios, se revela a sí misma. Es así a fin de que pudiéramos conocerlo a Él y a su voluntad para con nosotros para que viviéramos en este constante estado de consciencia de Dios.
Ahora, existen dos cosas que estas dos revelaciones juntas hacen por nosotros. Primero que todo, nos deja a todos sin excusa. No hay nadie que pueda decir que no ha sido tocado por la revelación de Dios porque si te levantas en la mañana, te has encontrado con Dios. Y porque la Palabra de Dios está disponible, es imposible para nosotros decir que no conocemos su voluntad para nosotros.
Sin embargo, Dios no sólo está quitando nuestras excusas; sino que Él nos está amando, porque la vida sólo puede encontrarse en una relación con Él. Dios se revela a sí mismo a nosotros para que podamos conocerlo y, al conocerlo, conozcamos la vida. Dios se da a conocer porque quiere que prosperemos, porque nos ama y nos diseñó para vivir en una vida de comunión de amor, adoración y rendición a Él.
Preguntas para la reflexión personal o discusión en grupo
- Considera algunas de las maneras en las que ayer te «topaste con Dios» en forma de revelación general (esto es, de las mismas maneras en la que una persona no creyente también experimentaría a Dios). ¿Cómo estás experimentando actualmente la gracia común de Dios: el «sol» que se levanta sobre malvados y buenos, y la «lluvia» que Él envía sobre justos e injustos (Mt 5:45)? ¿Das estas cosas por sentado o vives con una actitud de derecho? ¿Cuáles son algunos de tus placeres favoritos del mundo creado que Dios nos ha dado? ¿Lo adoras cada vez que experimentas estos regalos o estos se han convertido de alguna manera (o completamente) en un ídolo que controla tu vida y que da forma a tus reacciones?
- Ahora compara esos placeres creados que Dios nos ha dado y por medio de los cuales Él disfruta revelarse a sí mismo con la segunda mitad del salmo. ¿Puedes identificarte honestamente con el salmista en el versículo 10, que la ley del Señor es más deseable que el oro y más dulce que la miel? ¿Cómo puedes crecer en tu amor por el Señor más que en sus regalos? Tal vez una manera de comenzar es reflexionando en cómo la revelación especial del Señor para ti en el pasado:
- ha revivido tu alma durante una temporada seca;
- ha hecho que madures de simple a sabio;
- te ha dado razones para regocijarte durante el sufrimiento;
- te ha abierto los ojos a la verdad.
Recuerda (¡y adora!) las veces cuando el Señor se reveló a ti en estas áreas.
Preguntas para conversar con niños
Para niños más pequeños: ¿sabías que «ves» a Dios cada día, aun cuando Él es invisible? Dios creó el mundo y todo lo que en él hay como un recordatorio para que nosotros pensemos en Él. ¿Cuáles son algunas cosas que ves cada día en el mundo que realmente te gustan? ¿Cuáles son algunos de tus colores, animales, comidas o cosas favoritas para hacer al aire libre? ¿Sabías que cada vez que disfrutas eso, debes recordar a Dios y agradecerle? Él hizo todas las cosas porque te ama y quiere lo que es mejor para ti. Es por eso que también Dios nos dio reglas. ¿Te gustan las reglas? ¿A veces se sienten como si se interpusieran en la diversión? ¿Sabías que las reglas en realidad tienen el propósito de mantenernos seguros y permitirnos divertirnos al máximo dentro de los límites de las reglas de Dios? Piensa en una regla que podría no gustarte, pero que en realidad es buena para ti.
Para niños más grandes: ¿dónde ves ejemplos visibles diarios de la gloria invisible de Dios en la creación? ¿Cuáles son tus elementos favoritos del mundo creado que puedes experimentar como un regalo gratuito de Dios? ¿Consideras estos regalos y das gracias regularmente o sólo esperas recibirlos? ¿Deseas una relación con este Dios invisible más de lo que deseas todas las cosas buenas que Él provee? Considera todos los regalos y bendiciones del Salmo 19 que vienen de una relación con Dios: reviven tu alma, te hacen sabio, te dan una razón para alegrarte, abren tus ojos y duran para siempre. Escoge una de estas bendiciones y conversa sobre cómo puede cambiar tu vida hoy, si es que buscas una relación con este glorioso Dios.