Este artículo forma parte de la serie Pasajes difíciles publicada originalmente en Crossway.
Leer el pasaje
25 Porque no quiero, hermanos, que ignoren este misterio, para que no sean sabios en su propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. 26 Así, todo Israel será salvo, tal como está escrito:
«El Libertador vendrá de Sión;
Apartará la impiedad de Jacob.27 Y este es Mi pacto con ellos,
Cuando Yo quite sus pecados».28 En cuanto al evangelio, son enemigos por causa de ustedes, pero en cuanto a la elección de Dios, son amados por causa de los padres. 29 Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.
30 Pues así como ustedes en otro tiempo fueron desobedientes a Dios, pero ahora se les ha mostrado misericordia por razón de la desobediencia de ellos, 31 así también ahora estos han sido desobedientes, para que por la misericordia mostrada a ustedes, también a ellos ahora les sea mostrada misericordia. 32 Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos (Romanos 11:25–32).
¿Dios ha rechazado a su pueblo?
Para dar un entendimiento que puede ayudar a sus lectores a evitar la arrogancia, Pablo explica un «misterio». En su uso del término a menudo se refiere a una verdad previamente desconocida sobre la cual ahora Dios ha arrojado luz por medio de la revelación. «Hermanos» indica el trato amigable y cercano de Pablo. «Endurecimiento parcial» significa que no todos los judíos rechazan a Jesús como su Mesías. Asimismo es «parcial» en relación a la duración: persistirá «hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles». Esto puede significar la cantidad completa de no judíos que Dios ha señalado que serán salvos (cf. Hch 13:48).
Una vez que el proceso descrito en el versículo 25 haya tomado su curso, «todo Israel será salvo». Los intérpretes debaten qué significa esto[1]. Claramente, Pablo no piensa que los israelitas, del Antiguo Testamento o de su propio tiempo, serán todos salvos.
Él ha estado lamentando el Israel perdido desde el comienzo de Romanos 9, y Romanos 2 detalla maneras en las que los judíos se han extraviado. Podría estar pensando en un tiempo venidero cuando una gran cantidad de judíos despertará a la fe en Jesús como el Mesías prometido. Esto no se puede descartar, puesto que el mensaje del Evangelio ciertamente tiene este potencial. También es posible que él esté usando «Israel» para incluir a ambos: (1) verdaderos judíos desde Abraham que, como Abraham, por medio de la fe, conocen la circuncisión del corazón por el Espíritu, no por la letra (Ro 2:29) y (2) gentiles que han llegado a ser hijos de Abraham por medio de la fe en Jesucristo. Un ejemplo del primer grupo sería Pablo, los otros apóstoles, Timoteo y otros judíos que han confesado su fe en Cristo. Un ejemplo del último grupo sería los creyentes romanos, en su mayoría gentiles, los cuales han estado siendo descritos en el capítulo 11 como injertados en un olivo silvestre.
Cualquiera sea la interpretación correcta, todos los redimidos le deberán su estatus al «Libertador […] de Sión». Él provocará un nuevo nivel de piedad —Él «apartará la impiedad»— dentro del pueblo de Dios, de acuerdo con la profecía en Isaías 59:20. Esto aplica tanto a la vida terrenal como a la celestial.
A la profecía de Isaías en el versículo 26, Pablo agrega una porción de Jeremías 31:33: «Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel» y el 31:34: «no recordaré más su pecado». Las frases de Jeremías son de la profecía del nuevo pacto (Jer 31:31-34). Aplicar esto cuando se está discutiendo sobre «todo Israel» (Ro 11:26) apoya la idea de que ese «Israel» en este contexto incluye creyentes del nuevo pacto; es decir, gentiles, así como judíos que creen en Aquel que estableció ese pacto, Jesús:
Porque esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados (Mt 26:28).
Esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos (Mr 14:24). [Así como la copa después de haber comido, diciendo:]
Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes (Lc 22:20).
El compromiso de Dios
El «ellos» [tácito en el versículo 28] se refiere a los judíos que pueden y deben ser salvos por el Evangelio, pero todavía no lo son. «Por causa de ustedes» podría significar que su oposición vindica la sabiduría y compasión de Dios, en contraste a la hostilidad de su propio pueblo hacia los gentiles. «Por causa de ustedes» también puede traducirse como «gracias a ustedes». En ese caso Pablo estaría apuntando a la hostilidad de los judíos en aceptar a los gentiles como compañeros de adoración. No obstante, la elección de Dios de una nación en Abraham tiene implicaciones continuas incluso mientras Pablo busca expandir el Evangelio a pesar de la oposición judía. La fidelidad de los patriarcas garantiza su compromiso inquebrantable a los descendientes de los patriarcas.
Una razón para el compromiso inquebrantable de Dios (Ro 11:28) es que «los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables». «Dones» podría incluir las incontables promesas hechas a su pueblo y las bendiciones que se extienden hasta ellos, remontándose a Abraham e incluso antes, a Noé, a Adán y a Eva en el jardín. También incluyen la Palabra escrita de Dios (Ro 3:2) y las bendiciones específicas que se enumeran en Romanos 9:4-5. «El llamamiento de Dios» es su convocatoria que dio origen a Israel. Sin embargo, no es sólo un llamamiento común; este llamado se traduce en una conciencia que surge en las personas llamadas a la fe, de la presencia de Dios y de su responsabilidad de responder. Hay un llamado particular a la fe en Cristo por medio del llamado del Evangelio (cf. Ro 1:1, 6, 7; 9:24). Tanto los dones de Dios y su llamamiento a los judíos a la fe en Cristo siguen vigentes y no serán revocados.
Pablo establece una analogía entre la misericordia de Dios hacia los judíos y la misericordia de Dios hacia la audiencia romana de Pablo (gentiles). Antes de recibir el mensaje del Evangelio, los romanos eran «desobedientes a Dios». Como Pablo les recordó a los efesios y como es cierto de todos quienes no son cristianos, estaban sin «esperanza y sin Dios en el mundo» (Ef 2:12). No obstante, como Pablo les escribe, Dios les ha mostrado misericordia. «Por razón de la desobediencia de ellos» se refiere al rechazo que los judíos tuvieron del Evangelio, lo que abrió la puerta para los gentiles (como los romanos) para estar al frente de la expansión de la iglesia primitiva. Pablo prevé un proceso similar en el futuro para los judíos. «Así también ahora estos han sido desobedientes» (Ro 11:31): han rechazado el Evangelio. Pero a medida que los gentiles continúan recibiendo ese mensaje y prosperando en la fe, el resultado podría ser que «también a ellos ahora les sea mostrada misericordia». Los judíos podrían volver a Cristo en el futuro en maneras que Pablo y los romanos no observan en el presente.
Judíos y gentiles por igual están «encerrado[s] […] en desobediencia». Pablo ya ha descrito el rol de la ley en esto: Dios dio la ley «para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios» (Ro 3:19). Al usar la misma palabra que se traduce como «encerrado» (en griego: sunkleiō), Pablo también escribe: «Pero la Escritura lo encerró [sunkleiō] todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen» (Gá 3:22). Él agrega, «Antes de venir la fe, estábamos encerrados [sunkleiō] bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada» (Gá 3:23). A nadie le gusta ser acusado de maldad. Pero Dios bondadosamente retira la cortina del pecado humano para «mostrar misericordia a todos» los que confiesan su pecado y aceptan el único remedio suficiente de Dios.
Este artículo fue escrito por Robert Yarbrough y es una adaptación de ESV Expository Commentary: Romans–Galatians (Volume 10) [El comentario expositivo de la ESV: de Romanos a Gálatas (Vol. 10)].
Este artículo fue publicado originalmente en inglés y traducido con el permiso de Crossway.
[1] Ver Colin G. Kruse, Paul’s Letter to the Romans [La carta de Pablo a los Romanos] , PNTC (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2012), 448-451, para ver seis puntos de vista.