La mayoría de los chilenos se consideran personas de fe, pero no es poco común encontrar personas que no saben cómo relacionar su fe con su diario vivir. Existe el caso de algunos que, quebrantados por un sufrimiento devastador, una mala noticia laboral, el drama del conflicto familiar o por la desconcertante angustia que apareció de improviso generando pánico y depresión, no saben dónde acudir ya que la iglesia es demasiado lejana como para ir en busca de ayuda.
Por otro lado, están aquellos que no lo está pasando mal, al contrario, el crecimiento económico floreciente los ha llenado de posibilidades de consumo, de estabilidad, solidez financiera, proyectos personales, entretención, hobbies y emprendimiento. ¿En dónde queda la fe en casos como éste? Generalmente es usada como otro bien de consumo para llenar nuestro vacío espiritual. Cuando el vacío se acaba, nos olvidamos de ella hasta nuevo aviso. No lo dicen abiertamente, pero muchos sienten que esa fe que les fue inculcada desde niños “ya no les llena” y por eso buscan espiritualidades más significativas que les den la sensación de plenitud que tanto buscan en medio de todas sus actividades.
Las estadísticas muestran que el nominalismo religioso es una realidad nacional tanto en la iglesia Católica como en la Evangélica y nuestro deseo como iglesia naciente es que, con este pequeño material, podamos contribuir a que los creyentes vuelvan a descubrir la grandeza de Cristo, a disfrutar la plenitud de la experiencia con Dios en todas las áreas de sus vidas y así poder decir con amor, certeza y alegría que Cristo ha llegado a ser nuestro REY SOBRE TODO.
Descarga Aquí