011. Salmo 10: ¿dónde está Dios ahora?
TRANSCRIPCIÓN
Y nos preguntamos por qué Dios no hace algo con las personas que orgullosamente se burlan de Él, que viven vidas de falsedad. Es la antiquísima pregunta: «¿por qué pareciera que los malos están ganando?».
Bien, vamos a ver el Salmo 10, y he titulado el Salmo 10: «¿Dónde está Dios ahora?». Bueno, sólo quiero decirte: espero que esto no sea amenazante. Si no te has hecho la pregunta aún, lo harás algún día. Si no estás sufriendo ahora, lo harás un día, y si no estás sufriendo ahora, estás cerca de alguien que sí lo está.
Todos pasamos por esos tiempos en los que Dios parece distante. Todos pasamos por esos momentos cuando pareciera que Dios no nos está escuchando, que no está preocupado por nosotros y que no está activo. Tal vez incluso atravesamos por momentos en los que somos tentados a dudar de su bondad, su fidelidad y su amor.
Las palabras del Salmo 10:
¿Por qué, oh Señor, te mantienes alejado,
Y te escondes en tiempos de tribulación?
Con arrogancia el impío acosa al afligido;
¡Que sea atrapado en las trampas que ha preparado!
Porque del deseo de su corazón se gloría el impío,
Y el codicioso maldice y desprecia al Señor.
El impío, en la arrogancia de su rostro, no busca a Dios.
Todo su pensamiento es: «No hay Dios».
Sus caminos prosperan en todo tiempo.
Ahora, observemos lo que está pasando aquí. El Salmo 10 es uno de los muchos salmos que nos recuerda que esta lucha con lo que Dios está haciendo es una experiencia universal. Y nos preguntamos por qué Dios no hace algo con las personas que orgullosamente se burlan de Él, que viven vidas de falsedad, vidas de opresión e injusticia. Es la antiquísima pregunta: «¿por qué pareciera que los malos están ganando?».
Lo que el Salmo 10 nos recuerda es que Dios sí ve. Dios sí lleva un registro. Él es el Rey para siempre que traerá justicia final al oprimido. Esto es lo que nos presenta el Salmo 10: es una tensión que todos viviremos entre el «ya» de nuestra conversión y el «todavía no» del Reino final. Y quiero que escuches con atención. Vivimos en un mundo donde ocurren cosas malas y esta es la razón: debido al corazón misericordioso de Dios, Él les da tiempo a muchas personas para confesar, arrepentirse y volver. Eso significa que su juicio espera.
La misericordia de Dios reina, así que su juicio espera. Eso significa que tú y yo vamos a vivir en un mundo desordenado porque Dios, en su misericordia, da día tras día tras día, a aquellos que no lo conocen, a aquellos que no lo sirven se les da otro día, otro momento para confesar, volver y arrepentirse. Su misericordia significa un mundo desordenado porque su juicio espera.
Por lo tanto, ¿cómo vives en este mundo donde las cosas malas van a ocurrir, donde pareciera que las personas equivocadas están ganando? Bien, crees lo que Dios dice en su Palabra. Confías en que Él es quien dice ser. Y no das espacio a sentimientos de desesperanza cuando no pareciera estar cerca o no parezca estar activo.
Dios es un Dios de asombrosa misericordia. Él dice que no encuentra placer en la muerte de los malvados, pero se vuelve a las criaturas rebeldes y dice: «arrepiéntese, arrepiéntete, acaso no quieres arrepentirte y vivir?».
Debido a esa misericordia, viviremos en un mundo desordenado. Dios nos ha dado su garantía de que el desorden va a terminar y, finalmente, un día entraremos a un mundo de paz y justicia por siempre y para siempre. ¡La misericordia triunfará sobre el juicio!
Preguntas para la reflexión personal o para la discusión en grupo
- Piensa en algún momento en el que te sentiste (o aún te sientes) «acosado» por el malvado. ¿Sentiste (o sientes) lejos al Señor, escondiéndose de ti y retrasando responder tus llamados de ayuda? ¿De qué maneras las personas impías que te rodean parecen prosperar, mientras intentas ser fiel al Señor y sólo parece haber problema tras problema? ¿Cuál fue (o es) tu respuesta e interacción con Dios durante esos momentos difíciles?
- ¿De qué manera el Señor ha sido misericordioso y paciente contigo, tanto antes de tu salvación como a lo largo de tu santificación? ¿Cuándo te ha perdonado un juicio y una consecuencia cuando lo merecías? ¿Eres demasiado duro y rápido para condenar a otros? ¿A quién te has negado a perdonar o eres demasiado lento para perdonar?
Preguntas para conversar con niños
Para niños más pequeños: ¿alguna vez te has perdido o te has separado de mamá o papá (o abuelos o cuidador) cuando estabas afuera en la tienda, en el parque o en la iglesia? ¿Estabas asustado cuando te sentías lejos? Pero ¿estabas realmente perdido o sólo nos perdiste de vista y estábamos justo ahí todo el tiempo? Puede que a veces sientas a Dios lejos de ti (quizás cuenta una historia donde sentiste a Dios lejos de ti), pero Dios nunca estará lejos de ti. Si sientes a Dios lejos, podría ser que simplemente estás mirando hacia el lugar equivocado. ¿Sabías que puedes conversar con Dios cuando Él se siente lejano y Él siempre te va a escuchar?
Para niños más grandes: ¿existe alguien, o muchas personas, que siempre te molesta o intenta hacerte la vida difícil? ¿Tus pares que parecen estar haciendo lo incorrecto parecen estar prosperando, aun cuando están rompiendo las reglas? ¿Sientes que estás siendo «castigado» por vivir una vida que honra a Dios? ¿Cómo esto te tienta a seguir el camino de los malvados? ¿Qué promesas te ha hecho Dios para premiar a sus hijos justos que lo siguen, aun durante tiempos de dificultad?
Publicado originalmente en Paul Tripp Ministries.