No hace mucho tiempo, tuve la oportunidad de hablar en una reunión de jóvenes adultos de varias iglesias de nuestra ciudad. Decidí hablar sobre cómo cualquier cristiano (no sólo jóvenes adultos) puede mejorar y fortalecer a una iglesia. Estas son algunas de las cosas que sugerí: siete cosas que tu iglesia necesita de ti.
Tu iglesia necesita que…
…seas humilde
No existe rasgo de carácter más importante que la humildad. Aunque la humildad no nos es natural a ninguno de nosotros, puede aprenderse, porque la humildad no es un sentimiento ni una actitud, es una acción. Si quieres aprender a ser humilde, necesitas actuar con humildad. Estos son tres rápidos consejos para llegar a ser humilde:
- Busca cristianos maduros que ejemplifiquen la humildad y pasa tiempo con ellos. Aprende de ellos y aprende a ser como ellos.
- Ofrécete como voluntario para las tareas más modestas. No pidas estar ante el ojo público cuando sirvas, sino que conténtate con estar atrás. Encuentra alegría al hacer los trabajos más modestos, y hazlos en el momento y el lugar en que sólo Jesús pueda verlos.
- Conoce a Jesús. Fue Jesús quien dijo: «cualquiera que se engrandece, será humillado, y cualquiera que se humille, será engrandecido» (Mt 23:12). Y fue Jesús quien se humilló a sí mismo hasta lo más bajo y fue exaltado hasta lo sumo.
…priorices la iglesia
Toda iglesia tiene miembros que no priorizan las reuniones públicas de la iglesia. Estas son las personas que sólo asisten a la iglesia cuando les conviene y dan cualquier excusa para no asistir un día o a un servicio. Toda iglesia necesita desesperadamente miembros que hagan de las reuniones públicas una prioridad. Hoy es el día para comenzar a elevar la importancia de la iglesia en tu vida.
Déjame darte dos razones:
- En primer lugar, necesitas a tu iglesia. Dios te hizo parte de tu iglesia para tu bien. No puedes vivir solo. No eres lo suficientemente fuerte, no eres lo suficientemente sabio, no eres lo suficientemente maduro, no eres lo suficientemente piadoso. Sin los hermosos medios ordinarios de gracia que encuentras en la iglesia, no lo vas a lograr. Sin el apoyo de tus hermanos y hermanas, no lo vas a lograr.
- En segundo lugar, tu iglesia te necesita. Dios te hizo parte de tu iglesia para el bien de los demás. Primera de Pedro 4 dice: «[…] cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios». Dios te ha dado dones para ser parte de tu iglesia, y esos dones deben usarse para el bien de otras personas. Entonces, prioriza la iglesia como una expresión de generosidad hacia los demás.
…consideres darle un día a Dios
¿Por qué no consideras apartar un día completo de la semana para dedicárselo al Señor de manera especial? Creemos que la ley del Antiguo Testamento ha sido cumplida en Cristo, aunque hay cierto desacuerdo entre cristianos respecto a las implicaciones. No obstante, aun si crees que el mandamiento del sabbat ya no se aplica a nosotros, todavía tiene valor aprender de él.
Cuando le das todo el día al Señor y a su pueblo, el domingo cambia por completo. Ahora no tienes que decidir si es que tienes que tomar esa clase o unirte a ese club que se reúne el domingo en la tarde. No vas a faltar a la iglesia durante la época de exámenes porque tienes que estudiar. No te vas a ir temprano para llegar a casa antes de que empiece el partido. Al contrario, estás dejando atrás todas las preocupaciones de la vida, e incluso muchos de los gozos de la vida, y dedicando un día completo para adorar, para la comunidad y para servir a los demás.
…vivas como cristiano toda la semana
Es bastante fácil ser cristiano en la iglesia, pero luego llegas a casa. Pero luego vas al trabajo. Pero luego vas a la escuela. Y ahí estás rodeado de personas que actúan de manera impía, o aún peor, estás solo con tus pensamientos y deseos. Sin embargo, tu iglesia necesita que vivas como cristiano toda la semana.
Cada uno de nosotros enfrenta desafíos y diferentes tentaciones. No obstante, algo clave para vivir como cristiano a lo largo de toda la semana es pasar tiempo en la Palabra y en oración cada día. Haz de esto una prioridad, no importa cuán ocupado estés ni cuán alocada parezca la vida. Haz que esto sea algo que hagas sin importar lo mucho que hayas pecado y las pocas ganas que tengas de hacerlo. Ora día a día no sólo por ti, sino que por tu iglesia. Toma la guía telefónica de los miembros de tu iglesia y ora desde la A a la Z y, cuando termines, vuelve a empezar. Haz que tu vida devocional sea algo que hagas no sólo por tu bien, sino que por el bien de los demás.
…conozcas personas que no son como tú
Las iglesias son comunidades involuntarias: no podemos elegir quiénes vienen a ella, Dios lo hace. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es vivir con esas personas y aprender a amarlas, aunque sean muy diferentes a nosotros. «Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros». Si tu iglesia está dividida de manera que todos los adultos jóvenes están juntos y todos quienes son más mayores pasan tiempo juntos, o si todas las personas que tienen un acento se juntan y todas las personas que no tienen acento están juntas, eso hace una declaración sobre el Evangelio: que no es lo suficientemente grande y poderoso como para hacer que las personas realmente se amen las unas a las otras aun cuando sean diferentes.
Entonces, comprométete a conocer personas que no sean como tú. No hay razón por la que no seas capaz de decir que algunas de tus mejores y más cercanas relaciones son con personas que son muy diferentes a ti.
…aprendas a ser generoso
Pocas cosas revelan mejor el corazón que el dinero. El dinero tiene una manera maravillosa de exponer lo que realmente crees y lo que realmente valoras. Sin importar quién seas o en qué etapa de la vida estés, no hay mejor momento que ahora para aprender a ser generoso con tu dinero. Esto es lo que dice la Biblia: «Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría». Debes dar y debes aprender a hacerlo con alegría.
Estos son dos rápidos consejos:
- Recuerda que no es tu dinero. El dinero le pertenece a Dios, Él sólo te lo da para que lo administres. Y Él quiere que lo administres bien y para su gloria.
- Dale al Señor primero. Conozco personas que dicen que no pueden dar a la iglesia, pero compran un nuevo celular y llegan a la iglesia con un vaso de Starbucks cada semana. Eso no cuadra. Aprende a dar lo primero y mejor de tu dinero al Señor. Mientras más difícil parezca, más necesitas hacerlo.
…seas un gran miembro de la iglesia
Conviértete en alguien invaluable para tu iglesia y hazlo al servir a otros. Me encanta leer sobre Dorcas, la mujer que Pedro resucitó y que era descrita como «rica en obras buenas y de caridad» (ver Hch 9). «Cuando llegó [Pedro] lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas». Dorcas era una gran miembro de la iglesia. Ella amaba tanto a las personas e hizo tanto bien que toda la comunidad lloraba cuando murió.
¿Sucedería lo mismo contigo? ¿Las personas de tu iglesia llorarán a medida que te recuerdan por todo el bien que hiciste a otros? Encuentra el lugar donde puedas servir a tu iglesia y sirve ahí sin fallar, sin excusas, sin requerir alabanza ni elogios. Hazlo por el bien de los demás y para la gloria de Dios.