Hace veinte años, me senté en un campo fuera de Memphis, Tennessee, con otros 40.000 estudiantes universitarios, para escuchar por primera vez a John Piper predicar. Él estaba ahí como parte de OneDay 2000, una gran conferencia organizada por Passion. Él predicó un mensaje sobre Gálatas 6:14 llamado «Boasting Only in the Cross» [Jáctate sólo en la cruz]. Poco sabía sobre la manera en que Dios usaría ese mensaje para animar a una generación de estudiantes a no «desperdiciar sus vidas».
Después de aquel ventoso día de primavera en Shelby Farm, comencé a leer todo lo que podía conseguir de John Piper. Leer la obra maestra de Piper, Providencia, en este punto de mi vida (como un hombre de 40 años, esposo de casi dos décadas, criando a niños pequeños y siendo pastor de una iglesia local) ha sido un gozo particular. Este libro no sólo encapsula lo que los escritos y las predicaciones de Piper han significado para mi propia vida y ministerio, sino que además lo oportuno del libro nos prepara para las futuras pruebas al borde de una nueva década.
Un libro oportuno
El 2020 fue un año de incertidumbres. Una pandemia mundial, la polarización cultural, elecciones divisivas, injusticias raciales, huracanes e incendios forestales, y una convulsión económica fueron algunos de los «espinos y cardos» que encontramos ese año al navegar en este mundo caído.
No obstante, qué bondadoso es Dios al darnos en el umbral de un nuevo año (y una nueva década) un libro que desentraña el panorama bíblico, conmovedor y conformador de paradigmas, de la soberanía intencionada de Dios. Este libro, quizás como ningún otro que haya escrito Piper a lo largo de 40 años, da la sensación de que está hecho a la medida de las necesidades de la iglesia y del mundo en este momento.
Piper siempre da lo mejor de sí para ayudarnos a ver y probar la gloria de nuestro Dios. En su libro, él examina el paisaje bíblico de la participación providencial de Dios en nuestro mundo. Su meta establecida es clara: invitarnos a «un mundo de maravillas contrario a la intuición», entrando más allá de las meras palabras hacia la realidad misma de un mundo cautivado por Dios diseñado para ayudarnos a conocerlo mejor. Él escribe: «te invito a conocer, quizás como nunca has conocido, al Dios cuya participación en la vida de sus hijos y en el mundo es tan extensa, tan abarcadora y tan poderosa que nada puede sucederles sino lo que Él diseña a fin de que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en ellos, y ellos en Él».
En la bondadosa providencia de Dios, este libro llegó a tiempo a nuestras vidas donde muchos han sentido que nuestro mundo gira fuera de control. Sin embargo, lejos de ser «ruido y furia, significando nada» o incluso el resultado de una impersonalidad mecánica, este mundo, según Piper «no es una máquina que Dios hizo para que funcionara por sí sola, sino que es un cuadro, una escultura o una obra de teatro hecha por el Hijo de Dios que mantiene su existencia por la palabra de su poder (Col 1:17; Heb 1:3)».
Un libro bíblicamente comprensivo
Después de definir «providencia» en la Parte 1 con un concepto que describe como «soberanía intencional», la mayor parte del libro es un examen del propósito, la naturaleza y la extensión de la providencia de Dios en el mundo, tal como se revela en la Biblia.
- En propósito, Piper responde la pregunta: ¿qué propósito supremo guía todo?
- En naturaleza, Piper responde la pregunta: ¿qué medios usa Dios para lograr su propósito supremo?
- En extensión, Piper responde la pregunta: ¿cuán amplia es la soberanía de Dios? ¿Cuán lejos se extiende?
El propósito de la providencia
Cerca de un tercio del libro se dedica al tema del propósito de la providencia de Dios. Mientras reconoce los millones —subestimación— de propósitos inescrutables que Dios está llevando a cabo en el mundo, el propósito supremo que guía toda su actividad soberana es la exhibición de su gloria en la alegría de su pueblo redimido. Dentro de un marco de trabajo de teología bíblica, Piper examina este propósito supremo de Dios a través del panorama de la obra de Dios antes y en la creación, por medio de la historia de Israel y en el Nuevo Pacto.
La naturaleza y la extensión de la providencia
Los dos tercios restantes del libro exploran la providencia de Dios a través de los lentes de la teología sistemática. Se mueve a través de varios temas, resaltando la soberanía intencionada sobre la naturaleza, Satanás y los demonios, los reyes y naciones, la vida y la muerte. Asimismo apunta a algunas de las implicaciones prácticas para la vida cristiana a medida que mira la providencia de Dios sobre el pecado, la conversión y la vida cristiana. El libro concluye en el nuevo cielo y la nueva tierra, donde el propósito supremo de Dios finalmente se lleva a cabo. Él concluye con diez maneras prácticas de «probar y ver» la providencia de Dios.
Un libro transformador
A medida que leía este libro, volví en mi mente a esa tarde de mayo hace 20 años donde fui confrontado con la grandeza y magnificencia de la gracia de Dios a través de John Piper en aquel campo en Memphis. Como mucho del trabajo de Piper, este libro no sólo debe leerse, sino que también debe probarse. Esto hace que sus 784 intimidantes páginas sean realistas incluso para el lector más lento. Un par de páginas al día en el curso del año otorgará, con cada nuevo día, un recordatorio fresco de que «ni Satanás en su peor momento infernal ni los seres humanos en su mejor momento redimido actúan de una manera que causa una revisión en el plan todo-sabio de Dios» (637).
La visión de Dios en esas páginas es (para usar algunos de los Piperismos con guiones) dadora-de-esperanza, humilladora-del-orgullo y expansora-de-la-mente. Si esto sirve como la última obra teológica de Piper (y esperamos que no sea así), será un resumen adecuado de la visión de vida y ministerio cautivada por Dios que él ha dado a la iglesia por las últimas cuatro décadas.
Me alegra que Dios lo haya llevado providencialmente a escribirlo y aquellos que lo leen serán los beneficiarios providenciales.