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Winston T. Smith es miembro de la facultad en Christian Counseling & Educational Foundation (CCEF). Tiene un Master en Divinidad de Westminster Theological Seminary. Ha aconsejado por veinte años y es autor de Marriage Matters: Extraordinary Change Through Ordinary Moments [El matrimonio importa: cambio extraordinario a través de momentos ordinarios]. Winston y su esposa, Kim, tienen tres hijos. Winston disfruta leer, escuchar música, hacer ejercicio, jugar ajedrez y otros juegos de estrategia.
Cinco errores comunes en la consejería matrimonial
Cinco errores comunes en la consejería matrimonial
Todos los pastores están familiarizados con esa pareja. Aquella que pide ayuda y dice que algo tiene que cambiar, ¡y ahora! Pero ¿por qué esa repentina urgencia? Quizás algo salió a la luz: adulterio, un pecado secreto o una adicción. O quizás tiene que ver con algo que ha estado irritando a alguno de ellos por cinco, diez o veinte años y que ha alcanzado su momento más crítico y se ha vuelto insoportable.
Es fácil quedar atrapado en la intensidad emocional que ocurre en este escenario. Nosotros también sentimos como si algo tuviera que ocurrir inmediatamente. No obstante, ¿es ese realmente el caso? ¿Así es cómo podemos ayudar de mejor manera en estas situaciones cargadas de emociones? ¿Y de verdad entenderemos lo suficientemente bien a la pareja y a la situación a partir de lo que podemos recopilar en una sesión de consejería?
Como pastores y consejeros, necesitamos distanciarnos de estos encuentros llenos de emociones y considerar cuidadosamente cómo ayudar a la pareja dolida. A continuación, comparto cinco errores comunes que a veces cometemos los pastores en la consejería matrimonial y cómo evitarlos. Mi propósito es compartir ideas que he aprendido como consejero y pastor para equiparte mejor en tu ministerio.
Error nº. 1: intentar arreglar las cosas demasiado rápido
El primer desafío que encontramos en este tipo de situaciones es quedar atrapados en las emociones del momento y sentir que tenemos que arreglar el problema inmediatamente. Sin embargo, si cedemos ante esa presión, es muy probable que digamos algo que no es beneficioso. En los primeros treinta minutos, la primera hora o dos horas de consejería, a menudo, no sabemos lo suficiente para decir algo tan útil. Entonces, ¿cómo evitamos este error? Estos son unos pocos principios que hay que tener en mente:- Disminuye la velocidad: aléjate de la presión de «arreglar» algo e invita a cada cónyuge a compartir su experiencia sin interrumpir y sin dejar que estalle una discusión.
- Escucha bien: escucha cuidadosamente y asegúrate de que los entiendes bien. Repíteles de vuelta lo que has escuchado y cómo lo entendiste para asegurarte de que todos estén en la misma página.
- Valida la dificultad de la situación: comunica que entiendes cuán difícil es para ellos atravesar esta experiencia.
- Diles que te importa: una pareja podría estar pidiendo una solución rápida, pero lo que ellos realmente necesitan es que tú comiences a amarlos bien al demostrarles que te importa su situación. Asegúrate de que tus palabras, actitud y tono de voz comuniquen una preocupación e interés genuinos.
- Comprométete a caminar con ellos: dile a la pareja que estás comprometido a comenzar este viaje con ellos. Será un proceso, pero caminarás con ellos. Si quieres que ellos perseveren, entonces tú necesitas perseverar también.
- Crea una expectativa de trabajo: su situación no ocurrió de un día para otro, por lo que tampoco puede arreglarse de la noche a la mañana. Requerirá tiempo y esfuerzo. Generalmente, toma años llegar adonde ellos están, por lo que requerirá tiempo para que las cosas mejoren.