volver
Rachel Jones es editora en The Good Book Company y es autora de Is This It? [¿Esto es todo?]. Vive al suroeste de Londres y es miembro de la Iglesia evangélica Chessington.

¿Puedes estar contenta con tu soltería hoy?

¿Puedes estar contenta con tu soltería hoy?
«Primero, todas mis amigas cristianas se casaron, y yo no. Ahora, todas mis amigas no cristianas también se están casando. Me he sentido fuera de sintonía con un grupo por años. Ahora me siento fuera de sintonía con ambos grupos».
Estas fueron las palabras de una buena amiga mientras reflexionábamos juntas sobre la experiencia cambiante de estar soltera. Mientras cada etapa trae sus alegrías específicas, para muchas de nosotras, desde la mitad hasta el final de los veinte se marca una transición donde dejamos de asumir que el matrimonio probablemente sucederá algún día para nosotras y comenzamos a sentirnos como si se nos acabara el tiempo.
Cada cumpleaños y Año Nuevo trae consigo una sensación de tristeza cada vez mayor o una ola creciente de pánico. Esto es verdad en especial para las mujeres, cuyos cuerpos contienen un reloj biológico con los dígitos 3-0 parpadeando en rojo. Descubrimos que si alguna vez vamos a ser madres, sería bueno tener todo listo y preparado (o nuestro hombre en el altar) pronto.
¿Siempre seré soltera?
A medida que el «cuando me case...» se convierte en «si es que me caso...», merodea un miedo: ¿y si nunca me caso? ¿Y si me quedo soltera para siempre? El resto de nuestra vida se estira ante nosotras como una línea de tiempo, y mientras pensamos en el futuro, estamos llenas de tristes «sin tan solo» y temerosos «qué habría pasado si». ¿Cómo me las arreglaré económicamente? ¿Dónde pasaré mis vacaciones? ¿Quién escogerá mi hogar de ancianos? ¿Siempre me sentiré sola? ¿Qué pasará cuando todas mis amigas comiencen a tener hijos (y luego nietos)? Cuando mirar la línea de tiempo nos llena de pavor, es tiempo de cambiar nuestra mirada. Lamentaciones 3:22-23 nos dice:Lejos de ser no amada, no escogida y no deseada, las cristianas solteras son atesoradas por Dios con un amor constante que nunca se detiene. Él nos ha mostrado ese amor al enviarnos a su Hijo a morir por nosotras (Ro 5:8). Sus misericordias son nuevas cada mañana ahora. El contentamiento con nuestra soltería no es un estado al que llegamos y luego disfrutamos por el resto de nuestras vidas. Es algo de lo que dependemos del Señor para cada día.Que las misericordias del Señor jamás terminan , Pues nunca fallan sus bondades; Son nuevas cada mañana; ¡Grande es tu fidelidad!