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Dave Zuleger sirve como pastor principal en la iglesia bautista Bethlehem, South Campus, en Lakeville, Minnesota, y se graduó de Bethlehem College & Seminary. Él y su esposa, Kelly, tienen cuatro hijos.
Los mejores amigos nacieron para ayudar en la adversidad
Los mejores amigos nacieron para ayudar en la adversidad
En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano (Pr 17:17, NVI).
Ahora bien, pocas de esas relaciones parecen existir en el mundo, incluso en las iglesias. A las personas les gusta juntarse y entretenerse casualmente, pero se apartan (o huyen) si una situación o una amistad se complica demasiado o es demasiado costosa. Me pregunto si muchos de nosotros hemos perdido el sentido de lo que la verdadera amistad se supone que es.
¿Cómo podría este Proverbio cobrar vida nuevamente en la vida de la iglesia?Estas catorce palabras de sabiduría en Proverbios son cumplidas y personificadas en el Amigo crucificado de los pecadores. Quizás comencemos a construir este tipo de amistades si fuéramos capaces de vernos los unos a los otros y a nuestras relaciones a través de los lentes de Cristo. Antes de que podamos ser un buen amigo, debemos ser rescatados de nuestro pecado. El perfecto amigo y hermano, Jesucristo, tuvo que salvarnos antes de pudiéramos comenzar a amar a otros como él nos amó. Nos convertimos en el tipo de parientes de sangre: una familia comprada con sangre, por medio de la muerte y resurrección de este perfecto amigo y hermano. La familia de Dios es más profunda que nuestras familias físicas porque no solo estamos conectados por la sangre que corre en nuestras venas, sino que también por la sangre que Cristo derramó en la cruz.Pero por obra suya están ustedes en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, [como en Proverbios 17:17] y justificación, santificación y redención, para que, tal como está escrito: «Él que se gloría, que se gloríe en el Señor» (1Co 1:30–31).