Cassie Watson es una aprendiz ministerial en la Iglesia Anglicana Merrylands, que trabaja para ver a mujeres crecer en su conocimiento y amor por Jesús. Puedes leer su blog en casswatson.com o conectarte con ella en Twitter (@CassLWatson).
Revitaliza tus tiempos a solas con Dios usando el Salmo 119
Una verdadera comprensión de la bendición
El salmo comienza con estos versículos:
Si revisas la página de inicio de tus redes sociales, verás lo que el mundo piensa de lo que realmente se trata una vida bendecida: playas, buena comida, relaciones y un buen espacio para estacionarse cerca de las tiendas. Sin embargo, en este salmo se nos dice que la persona bendecida es aquella que vive en obediencia a Dios, siguiendo sus mandamientos. Solo podemos conocer esos mandamientos cuando Dios nos los revela, y lo ha hecho por medio de su Biblia. Cultivaremos nuestro gozo en la Escritura (y nuestro deseo de seguirla más obedientemente) cuando sepamos que esta es la verdadera fuente de bendición.¡Cuán bienaventurados son los del camino perfecto, Los que andan en la ley del Señor! ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón lo buscan! No cometen iniquidad, Sino que andan en sus caminos (Sal 119:1-3)
Un sed por conocer mejor mi Biblia
Es fácil pensar que porque conoces un pasaje determinado no obtendrás mucho de él al leerlo o al estudiarlo. No obstante este salmo nos corrige. El escritor está siempre desesperado por saber más testimonios de Dios: «Quebrantada está mi alma ordenando tus ordenanzas en todo tiempo» (v. 20). Él le ruega a Dios que lo ayude a comprender y a mantener el gozo por su Escritura:Dame entendimiento para que guarde tu ley Y la cumpla de todo corazón. Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito. Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la ganancia deshonesta. Aparta mis ojos de mirar la vanidad, Y vivifícame en tus caminos. (vv. 34-37). ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, Sí más que la miel a mi boca (v. 103).¿Es así cómo ves la Biblia? No es algo que dominemos al leerla una vez. El salmista conoce el valor de las promesas de Dios y se aferra a ellas. Nota que en el versículo 37, volverse a Dios requiere apartarse de la «vanidad». Yo quiero este tipo de celo: reemplazar la vanidad que valoro, como la televisión, los placeres mundanos y mi ego por una visión más clara de Dios. Quiero saborear su Palabra más que cualquier otra cosa que sea dulce.
Fuerza en el sufrimiento
A menudo voy a mi Biblia en momentos de sufrimiento; estoy segura de que tú también lo haces. Mi alma encuentra calma y mis miedos son destruidos al leer sobre la esperanza que tenemos debido a Jesús: la vida eterna que nos espera más allá de la muerte. No obstante, este salmo agrega otra dimensión de cómo debemos pensar sobre el sufrimiento:Antes que fuera afligido, yo me descarrié, Pero ahora guardo tu palabra (v. 67). Bueno es para mí ser afligido, Para que aprenda tus estatutos (v. 71).El salmista no solo ve más allá de su sufrimiento, sino que se regocija en él. A lo largo de todo el salmo, vemos destellos de su dolor, particularmente los enemigos que lo rodean y que lo buscan para quitarle la vida. Él ve lo bueno en esto. Uno de los problemas de las sociedades prósperas modernas es que no sentimos desesperada necesidad de Dios. Buscamos nuestro propio bien y nos alejamos de nuestro Creador porque parecemos estar bien por nuestra cuenta. Sin embargo, el sufrimiento quita toda autosuficiencia. Su aflicción ha llevado al salmista de vuelta a Dios en desesperación y obediencia. Él ha descubierto lo que es mejor para él, por lo que él ora: «Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de monedas de oro y de plata» (v. 72). Este salmo me ha enseñado a regocijarme más en mi sufrimiento. La perspectiva del sufrimiento en el Salmo 119 está respaldada por el Nuevo Testamento.
Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte. (Stg 1:2-4)
Una obediencia fortalecida
El salmista claramente atesora la Palabra de Dios en su corazón enormemente, pero no termina ahí. Su devoción se mueve de su corazón a sus manos (¡y pies!).El objetivo de nuestra lectura bíblica debe ser adorar. Nos encontramos con las palabras del Dios viviente; ¡qué alegría nos da esto! A medida que leo el Salmo 119, recuerdo que mi adoración no termina cuando cierro mi Biblia y levanto mi oración. También debo vivir lo que Dios me ha enseñado. Te tomará más tiempo leer el Salmo 119 de lo que te tomó leer este artículo (y te tomará mucho más meditar en él apropiadamente). Sin embargo, este es un caso en el que un resumen no es suficiente. Anda y léelo. Tenemos la revelación completa de Jesucristo, por lo que debemos regocijarnos aún más que el salmista. Más que nada, espero que leer el Salmo 119 te lleve a la oración. Ninguno de nosotros ama a Dios o a su Palabra como debiéramos. Fui confrontada por mi propia incompetencia mientras meditaba en este salmo y tuve que mantenerme pidiéndole perdón y misericordia a Dios. Por eso oro para que, por la gracia de Dios, ames sus mandamientos «más que el oro, sí, más que el oro fino» (v. 127).De todo mal camino he refrenado mis pies, Para guardar tu palabra. No me he desviado de tus ordenanzas, Porque tú me has enseñado. (v. 101-102) Lámpara es a mis pies tu palabra Y luz para mi camino (v. 105).
Reproducido de GoThereFor, publicado por Matthias Media . Propiedad literaria. Todos los derechos reservados. Usado con permiso. | Traducción: María José Ojeda
Cómo prepararse para el domingo
¿Por qué vamos a la iglesia?
Las cartas de Pablo a las diversas iglesias del primer siglo nos ayudan a entender el propósito de reunirnos como el pueblo de Dios. Él describe cómo debe verse la vida comunitaria: venimos a adorar a Dios, a escuchar su Palabra predicada y a amar a su familia. ¿Cómo podemos prepararnos bien para estas responsabilidades?Prepárate para adorar
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones. Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de él a Dios el Padre (Col 3:16-17).
Pablo nos exhorta a considerar nuestras vidas completas como adoración (y nuestra reunión semanal es una oportunidad única para hacer esto comunitariamente). Si mi mente ha estado lejos de Dios todo el día, no puedo esperar cambiar de repente al «modo adoración» cuando entro por las puertas de la iglesia. Nuestros corazones no están diseñados de esa manera. He descubierto que es beneficioso apartar el domingo como un sabat. Esto mantiene mi mente libre de la lista de quehaceres sin terminar y de las sigilosas fechas límites. También evito quedarme haciendo nada frente al televisor (no puedo meditar en la eternidad cuando la capacidad de mi mente se ha reducido al tamaño de la pantalla). Mis domingos son para leer, orar y adorar, descansar, tomar largos baños y ver a amigos y familia. Por supuesto, en ocasiones hay semanas en las que esto no sucede, pero hacerlo una norma me ha entrenado para terminar el trabajo esencial antes de que llegue el domingo. Lo más importante que puedes hacer para prepararte para ir a la iglesia es pasar tiempo con Dios por medio de la lectura bíblica y la oración. Reunirse comunitariamente no significa que debamos descuidar nuestros devocionales personales. Los domingos, puedo dedicar más tiempo a esta disciplina que en cualquier otro día, y luego ir a la iglesia con un corazón que ya está orientado hacia la adoración.Prepárate para escuchar
Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido. Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo. Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra (2Ti 3:14-17)
Existe una buena razón por la que los sermones deben ser la pieza central de los servicios de nuestra iglesia: la congregación completa es edificada en la fe al escuchar juntos la Palabra de Dios predicada. A menudo, mi pastor nos anima a leer el pasaje del sermón con antelación; el texto de la próxima semana está impreso en el boletín de noticias de nuestra iglesia. Si el sermón es parte de una serie, quizás sería una buena idea revisar las notas previas para recordar lo que fue predicado antes. Limpiar mi mente de tareas fijas es esencial para que me concentre durante el sermón. Es difícil concentrarte cuando intentas recordar que debes conversar con el líder que te acompaña en el estudio bíblico después del servicio, saludar a tu amiga que no ha ido a la iglesia por un par de semanas y retirar el formulario del grupo de jóvenes de la oficina. Escribe todo esto para que no te quite la atención de lo que es importante.Prepárate para amar
No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considera al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás (Fil 2:3-4)
Dedica un tiempo antes del servicio pensando y orando sobre dónde te vas a sentar. Si esto te parece excesivo, lee el excelente librillo de Tony Payne How to Walk into Church [Cómo entrar a la iglesia, disponible solo en inglés por el momento]. Él desafía a cada miembro de la iglesia a considerar por qué están ahí y cómo pueden construir mejor el cuerpo de Cristo. Como un sacrificio de amor, estate dispuesto a renunciar a tu lugar favorito con el fin de sentarte con alguien más. Podrías no haber decidido con quien sentarte antes de llegar, pero puedes hacer un plan: ¿te sentarás con alguien nuevo cada semana, irás directo al rostro desconocido o apoyarás a un amigo que está pasando por un tiempo difícil? Haz lo que sea para estar en la iglesia a tiempo. Si te estás acostando tarde, es mucho más difícil tomar decisiones amorosas sobre dónde sentarte. Es probable que te sientes en el asiento más cercano para evitar llamar la atención. También piensa con quién vas a conversar después del servicio. Comparto la tentación de conversar con mis amigos de inmediato, pero probablemente hay alguien en nuestra congregación que necesita ánimo, oración o solo una conversación amistosa.Un desafío: sé proactivo
Probablemente, tu preparación para el domingo no se vea exactamente (o en lo absoluto) así. Yo voy a un servicio vespertino y no tengo hijos; cualquiera sean nuestras circunstancias, debemos considerar detalladamente cómo podemos pasar tiempo amando verdaderamente y sirviéndonos los unos a los otros y a Dios en la iglesia. La gracia de Dios es poderosa. Él obra independientemente de nuestra distracción, egoísmo y falta de preparación. Sin embargo, por el bien de nuestros hermanos y hermanas y la gloria de Jesucristo, mantente en constante oración y sé proactivo. La iglesia no es un deporte para espectadores; entrénate antes de comenzar. Considérate un sacrificio vivo (Ro 12:1) y mata tu deseo de que la iglesia se centre completamente en lo que es cómodo para ti.Reproducido de GoThereFor.com, publicado por Matthias Media (www.matthiasmedia.com). Propiedad literaria. Todos los derechos reservados. Usado con permiso. | Traducción: María José
El porqué y el cómo memorizar la Escritura
La memorización ayuda a la meditación
Somos más moldeados por la Escritura cuando, en lugar de simplemente leer un pasaje una o dos veces, nos detenemos profundamente en él. En mi tiempo de lectura bíblica, medito en lo que leí al escribir un diario. Reflexionar sobre cosas en papel me ayuda a pensar más lenta y cuidadosamente. Encontré útil incorporar la memorización de la Escritura a este proceso. Memorizar un pasaje, un capítulo o un libro completo te obliga a reducir la velocidad. Mientras más esfuerzo requiera, más tiempo pasas en la Palabra de Dios. Esto ayudará a que esas verdades se arraiguen en tu corazón así como en tu mente.La Escritura es tu arma en la lucha por la santidad
El autor del Salmo 119 escribió:¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No dejes que me desvíe de tus mandamientos. En mi corazón he atesorado tu palabra, Para no pecar contra ti (Salmo 119:9-11).
Vivimos vidas obedientes y santas al andar de acuerdo con la Escritura. Eso suena bastante simple, pero estoy segura de que a veces has sentido la desconexión entre el pasaje bíblico que lees en el desayuno y la tentación que te ataca al medio día. En ocasiones, simplemente no hay tiempo para buscar un pasaje de la Biblia antes de que el pecado te derribe. No obstante, si tienes la Palabra de Dios en tu mente y en tu corazón, como el salmista, tendrás armas todo el tiempo. El Espíritu Santo tomará lo que has guardado y te traerá esas palabras poderosas inspiradas por Dios cuando más las necesites.Entrena tu corazón
Cuando intencionalmente pasas tiempo y gastas energía en algo, te estás enseñando a ti mismo que es importante. A medida que he memorizado porciones de la Escritura y he notado que el Espíritu las usa en mi vida, he llegado a amar y a valorar más la Biblia. No siempre tendrás ganas de trabajar duro. Yo paso por temporadas en las que me dedico más a la memorización que en otras ocasiones, pero realmente me ayuda a meditar en la bondad de Dios y a obedecerlo. Con el tiempo, en mi corazón han resonado más y más estas palabras de John Newton:Preciosa Biblia, ¡qué tesoro La Palabra de Dios nos da! Mi anhelo, alegría y vida Mi sustento y protección. Que el mundo me considere pobre, Pues al tenerla, no quiero más[1].
Cómo comenzar
Selecciona tu libro y la traducción Comienza por algo pequeño y simple. Escoge un libro corto de la Biblia (yo comencé con Colosenses, pero tú puedes escoger uno aún más corto). Considera la traducción que usarás. Por causa de la consistencia, decidí memorizar todos los pasajes de la versión ESV de la Biblia en inglés, puesto que es la que leo con más frecuencia. A veces, me hubiera gustado haber escogido la NIV, ya que la ESV tiende a usar oraciones más largas y complejas, en especial en los escritos de Pablo. Podría ser más fácil de comprender y memorizar una traducción más simple. Lo más importante es elegir un libro o pasaje y una traducción que tú entiendas. La memorización no es un fin en sí mismo; solo obtendrás valor de ella si comprendes lo que estás recitando. Busca un compañero o compañera Hay una razón por la que esos versículos para memorizar en los campamentos y grupos de jóvenes son tan populares: cuando aprendemos con otros, estamos más motivados y somos más responsables para trabajar en ello. Puede ser útil memorizar la Escritura junto a un amigo o grupo de ideas afines, como los de tu estudio bíblico. Pueden dividir el pasaje en versículos y memorizar uno cada día siguiendo un calendario. O simplemente pueden animarse unos a otros y discutir lo que están aprendiendo, incluso si avanzan a diferentes ritmos. Hazlo un hábito Un hábito de memorización que he comenzado es escribir un pasaje de la Escritura en mi carpeta de oración cada mes. Escojo algo de mi lectura bíblica y lo leo regularmente para que a fin de mes lo haya memorizado en líneas generales. Puedes conectar tu memorización a tu lectura bíblica, si es que eso te va a ayudar a ser más consistente. Como un beneficio agregado, si memorizas un libro que estás estudiando, aprenderás más rápido y probablemente encontrarás que tu meditación será más rica. Sin embargo, si ya te has exigido para tener tiempo en tus sesiones de lectura bíblica, mantén la memorización aparte. Conectar la memorización a una actividad que ya realizas cada día puede mantenerte en curso. Quizás esa actividad sea el viaje al trabajo en tren o cuando sacas a pasear al perro. Me gusta revisar lo que he aprendido y memorizar uno o dos versículos extra antes de ir a dormir. Adicionalmente a apartar tiempos específicos y regulares para memorizar, puedes usar cualquier tiempo que encuentres a lo largo del día para recitar lo que ya aprendiste. A veces, salgo a pasear sin mis audífonos y repaso lo que he memorizado hasta ahora de Colosenses. También me ayuda a orar a Dios mientras recito. Mientras más revises, más fácil será retenerlos. El esfuerzo realmente vale la pena. Cuando estás equipado con una mina de Escritura en tu mente y en tu corazón, descubrirás que Pablo estaba en lo correcto cuando escribió:Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra (2 Timoteo 3:6-17).
Reproducido de GoThereFor.com, publicado por Matthias Media (www.matthiasmedia.com). Propiedad literaria. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.
[1] N. del T.: traducción propia.
Cómo orar por las parejas comprometidas
El rol de toda la iglesia
Fue un privilegio maravilloso apoyar a cada una de mis amigas en oración a medida que sus bodas se acercaban. No obstante, la oración no es solo un trabajo de la parte invitada a la boda. Nuestras iglesias deben ser familias que se preocupan de la fe de los demás, no solo de las circunstancias de nuestras vidas. Por esta razón, Pablo nos exhorta a orar los unos por los otros (Ef 6:18) y modela esto al llenar sus cartas de oraciones por sus hermanos creyentes. No necesitamos entrar en detalles sobre nuestras luchas con cada persona de la congregación. Sin embargo, los hombres y las mujeres necesitan padres y abuelos espirituales a lo largo de sus vidas, especialmente en las transiciones más importantes. Durante la ceremonia de la boda, la congregación promete apoyar a la pareja en su matrimonio. ¿Realmente lo estamos haciendo bien?Normalicemos conversaciones difíciles
Es bastante claro que hemos fallado en hacer de la pureza sexual algo normal de lo que conversar, especialmente entre mujeres. Si no abordamos la lujuria, el sexo y la pornografía abiertamente, se sentirá tremendamente incómodo mencionarlo cuando alguien se compromete. Necesitamos mejorar en conversar sobre nuestros pecados y tentaciones con nuestras amigas y amigos, en especial a lo relacionado con la pureza sexual.Diferencias de género
Como podrías esperar, los hombres y las mujeres reciben un trato diferente durante sus compromisos. Las mujeres tienden a recibir muchas más preguntas sobre cómo va la planificación de la boda. Antes de la boda de una amiga, ella trabajaba a tiempo completo mientras su esposo estudiaba, por lo que él tomó más responsabilidades de planificación, pero todos asumían que ella estaba planificando gran parte de la boda. Él no tenía el mismo nivel de apoyo, pues las mujeres son las que toman el liderazgo en este asunto. Cuando conversé con los maridos de mis amigas, algunos de ellos compartieron que pocas personas fuera de su círculo cercano les preguntaron cómo iban. Tenían el apoyo de las personas que ya estaban orando por ellos antes de su compromiso, pero sus comunidades parecían más estrechas que las de las mujeres. Me senté con cada uno de estos amigos y les pedí que me contaran sus experiencias de oración mientras estaban comprometidos. Me dieron muy buenos consejos sobre cómo podemos estar orando por alguien que se está preparando para el matrimonio.Consejos para orar
Sé holístico No preguntes solamente cómo va la planificación de la boda. Esto pone más énfasis en el evento que en la vida matrimonial que se viene. También es importante invitar a tu amigo o amiga a compartir lo bueno y lo malo. Una amiga a veces sentía que tenía que pensar en una petición de oración negativa para equilibrar cuán feliz estaba y así no restregar su felicidad en el rostro de nadie. Dale a las personas la libertad de hablar sobre sus alegrías así como de su estrés. Sé específico Cuando alguien pregunta cómo va la planificación de la boda, es difícil saber si es que realmente quieren conocer detalles o solo están preguntando por cortesía… especialmente cuando es la veinteava vez que te preguntan en una semana. Ayuda a tus amigos pidiéndoles motivos específicos de oración (por ellos mismos, por sus parejas, por la boda o por su preparación matrimonial). Sé un lugar seguro Planificar una boda (y un matrimonio) puede consumir todo tu mundo. Se convierte en todo lo que cada persona te pregunta. Por lo tanto, dales espacio a tus amigos para que sean reales y honestos sobre cómo va la vida, incluso si no se relaciona con la boda. Trátalos como personas completas, que necesitan tiempo para conversar sobre otras cosas. Sé paciente Al mismo tiempo, está dispuesto a escuchar si la persona comprometida habla sobre su boda la mayoría del tiempo. Cualquier gran cambio de vida probablemente dominará sus pensamientos y ellos podrían necesitarte como una caja de resonancia. ¡La paciencia podría ser particularmente importante si estás soltero! Sé valiente No te retraigas de preguntar sobre temas que podrían ser incómodos, dentro de límites prudentes. Si tienes una relación cercana con esa persona, pregúntales sobre su pecado, su pureza y sus temores.Por qué cosas orar
- Por la preparación matrimonial: la pareja entrará en una relación pactual para toda la vida, por lo que necesitan prepararse para esta transición. Necesitan tiempo para conversar sobre hijos, carreras, quehaceres domésticos, finanzas, rutinas y todas esas otras cosas que componen una vida juntos.
- Por tiempo en pareja para conversar sobre cualquier cosa que no sea la boda.
- Por que no permitan que el estrés de la planificación de la boda llegue a afectar su matrimonio.
- Por que pasen tiempo y gasten energía en Dios, en su iglesia y en sus relaciones, en lugar de llegar a centrarse en sí mismos.
- Por pureza sexual: ¡esto se pone mucho más difícil una vez comprometidos! De cierta manera, se siente como si ya estuvieran casados. La incomodidad tiende a disuadirnos de conversar sobre estas cosas, pero las parejas comprometidas necesitan buenos amigos que presionen y hagan las preguntas duras.
- Por su relación con Jesús: a menudo la identidad completa de una pareja comprometida estará estrechamente ligada; se convierten en «Juan y Jennifer» en lugar de personas individuales. Trata a tus amigos como lo hacías antes del compromiso. Por supuesto, todos necesitamos personas que nos pregunten sobre nuestra fe, pero esto tiende a descuidarse con parejas casadas.