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Bert Daniel es pastor de la iglesia bautista Crawford Avenue en Augusta, Georgia.
Capaz y piadoso... pero especialmente piadoso
Capaz y piadoso... pero especialmente piadoso
¿Debe una iglesia exigir que un pastor sea capaz? Sí. Pablo indica que si un hombre desea servir como pastor, él debe ser «apto para enseñar» (1Ti 3:2; Tit 1:9). No se le exige a un hombre que produzca libros teológicos para la posteridad o llenar auditorios hasta rebosar con sus grandes capacidades de oratoria, pero debe ser capaz de comunicar fiel y claramente la verdad de la Escritura con el fin de que otros entiendan la Biblia y puedan obedecerla.
Sin embargo, lo que es igualmente notable es el énfasis inconfundible que Pablo hace en la necesidad de la piedad de un pastor. Él gasta más tinta en esto que en las capacidades. Para Pablo, la santidad es de suma importancia.
Por ejemplo, en 1 Timoteo 3:1-7, Pablo hace una lista de aproximadamente dieciséis requisitos para un hombre que desea servir como obispo. Uno está relacionado con capacidades: la capacidad de enseñar; quince se refieren al carácter.
De igual manera, en Tito 1:5-9, Pablo hace una lista de aproximadamente dieciséis requisitos para un pastor. Uno está relacionado con capacidades: nuevamente, la capacidad de instruir en la sana doctrina; quince abordan el carácter.
Sin duda, Pablo es parcial. La capacidad importa; el carácter importa quizás más.
Por consiguiente, Pablo insiste en que el joven pastor Timoteo priorice la piedad en su vida y en su ministerio. Pablo le ordena a Timoteo: «Disciplínate a ti mismo para la piedad» (1Ti 4:7); «Guárdate libre de pecado» (1Ti 5:22); «Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro» (2Ti 2:22).