Aunque se la describe como la mujer ideal, no nos parecerá intimidante al entender el propósito del poema (Pr 31:10-31). Lo que debemos aprender de ella es una actitud del corazón: ¿Qué rasgo de éste la capacita para vivir como lo hace? Su vida es un retrato de lo que sucede cuando se aplica todo el resto de Proverbios. Es un retrato de la sabiduría femenina. Encarna el carácter total de la sabiduría mostrada a lo largo del libro entero.
Primero, es sabia como esposa, lo que resulta claro a partir del hecho de que su marido confía en ella (Pr 31:11) y la alaba (v. 28). Y puesto que cumple fielmente su vocación de esposa, su marido puede sobresalir en su propia vocación (v. 23). Además, sin importar en qué tarea se involucre, su objetivo general es la alimentación de otros. Provee comida para quienes están en su casa, incluyendo a los siervos (v. 15); tiende la mano a los pobres y necesitados (v. 20); y vela por la marcha de su casa (v. 27). Estas y otras virtudes exhibidas por ella son los rasgos de la sabiduría que se enseñan a lo largo de Proverbios.
Uno de los temas más importantes de Proverbios es la forma en que nuestras palabras revelan si somos sabios o necios. Es por esto que la mujer del poema «abre su boca con sabiduría, y hay enseñanza de bondad en su lengua» (v. 26). Otro tema es la diligencia, que se va tejiendo a lo largo de todo el poema. La mujer hace uso de su tiempo con determinación. La forma en que usamos nuestro tiempo revela tanto nuestra sabiduría como nuestra necedad y determina cuál de los dos caminos marcará nuestro destino.
Todas sus sabias actividades brotan de un corazón sabio que está arraigado en el temor del Señor (v. 30). Y puesto que teme al Señor, es descrita como una mujer segura que no le teme al futuro (v. 25). Esta es la base de todo su comportamiento sabio. Es una buena esposa y madre, laboriosa, financieramente astuta, amable y caritativa porque teme al Señor.
Y de esta forma, podemos realmente ser como ella. Redimidas por Cristo y habiendo recibido una nueva identidad por gracia, delante de nosotras se abre una nueva vida de sabiduría. Ella es la imagen de la vida sabia, pero no principalmente para ser una mejor ama de casa o una mujer de negocios. Más bien, la imagen global del poema es que las que temen al Señor son bendecidas y se convierten en una bendición para otros.