“Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.” (Proverbios 3:6)
Es un versículo familiar. A menudo somos rápidos para citarlo pero lentos para aplicarlo. Sin embargo, obedecer este pasaje puede producir paz en nuestras almas durante los tiempos ajetreados. Charles Bridges nos da una visión renovada de este pequeño versículo. Considera cuidadosamente sus comentarios:
“Da un paso a la vez, cada paso bajo la orden y dirección divina. Planifica siempre tus cosas en dependencia de Dios. Es egolatría, y no menos que eso, imaginar que podemos manejar aun los asuntos comunes del día sin su consejo. A Dios le encanta que le pidamos su parecer . . . No pienses que hay circunstancias demasiado claras en las que no necesitas de su dirección. En todos tus caminos, tanto pequeños como grandes; en todas tus preocupaciones, personales o familiares, temporales o eternas, reconoce su supremacía. ¿Quién no ha sentido la indescriptible “paz” de llevar a Dios esos asuntos que son demasiado pequeños o personales como para ser confesados aun al más confidente de los oídos?”
Proverbios 3:6 es el versículo al cual acudimos cuando enfrentamos una gran decisión. A menudo somos rápidos para reconocer al Señor y buscar su guía en las situaciones extraordinarias. Sin embargo, asumimos que podemos “manejar aun los asuntos comunes del día sin su consejo”. Para el Señor, esto es egolatría y orgullo.
¡Cuán a menudo vivo como si no necesitara de Dios para limpiar mi baño, disciplinar a los niños o servir la comida —como si yo fuera suficiente para lidiar con la mayoría de las cosas—! Mi falta de dependencia de Dios se ve con mayor claridad en estos “asuntos comunes”.
Sin embargo, como señala el Sr. Bridges, “A Dios le encanta que le pidamos su parecer . . . No hay circunstancias demasiado claras en las que no necesites de su dirección”. Quiere que le llevemos aun nuestras más pequeñas decisiones, frustraciones, y dilemas. No sólo tolera nuestras preguntas; ¡le ENCANTA que le pidamos su parecer! ¿No nos ha mandado, acaso, reconocerlo en todos nuestros caminos?
Una época de mucho ajetreo puede tentarte a caer en la ansiedad, pero como cristianos, realmente debemos tener paz en nuestra alma cada día de nuestras vidas. Esta preciosa e “indescriptible paz” llega cuando llevamos a Dios cada uno de los asuntos comunes de nuestra vida.
¿Qué tenías pensado hacer ahora? Antes de dejar el computador, haz una pausa, vuelve a leer el versículo y la cita, y reconoce a Dios. La paz indescriptible puede ser tuya por el resto del día.