El libro de John MacArthur sobre los apóstoles, Doce hombres comunes y corrientes, fue un sorpresivo éxito. Después de que el libro hubiera estado en la lista de superventas por un año, Thomas Nelson sugirió publicar un segundo volumen, en este caso uno que abordara algunas de las más conocidas mujeres de la Biblia. MacArthur aceptó el desafío y elaboró una larga lista de las posibles mujeres de quienes escribiría. «Confrontado con una pléyade de mujeres extraordinarias de la Biblia, hice una larga lista de posibilidades. La tarea de reducir la selección a solo doce no era fácil. Sopesé sus respectivas importancias en el acontecer bíblico y escogí a aquellas que eran irremplazables en la historia de la redención». Doce mujeres extraordinarias no es exactamente una secuela de Doce hombres comunes y corrientes de MacArthur; sin embargo, tiene ciertas similitudes. Como su predecesor (y a diferencia de la mayoría de los libros de MacArthur), Doce mujeres extraordinarias no es principalmente expositivo. Al contrario, es una serie de breves estudios de los personajes. Como Doce hombres comunes y corrientes, es idealmente apropiado para estudio personal o grupal y es sumamente práctico.
Las mujeres que MacArthur escogió como sujetos de este libro son: Sara, Rahab, Rut, Ana, María, Ana, la mujer samaritana, Marta y María, María Magdalena y Lidia. «Mi oración por usted es que una vez que haya leído este libro pueda compartir esa fe, imitar su fidelidad y aprender a amar al Salvador cuya [obra] las hizo verdaderamente extraordinarias. Su vida también puede ser extraordinaria en virtud de su gracia maravillosa».
El formato del libro será conocido para quienes hayan leído Doce hombres comunes y corrientes. MacArthur toma un capítulo para discutir sobre cada una de las mujeres (aunque Marta y María comparten un solo capítulo) y muestra que lo que hizo extraordinarias a estas mujeres no fue nada que ellas hayan llevado a Dios, sino que la obra del Salvador en sus vidas. Cada una de ellas tenía una reverencia profunda hacia Dios y confiaban en sus promesas, ya sea que hayan mirado hacia el futuro cuando viniera el Salvador o que miraran hacia atrás a su muerte y resurrección. Algunas de ellas se situaron entre las épocas del Nuevo y del Antiguo Testamento, incluso atestiguaron con sus propios ojos el sacrificio redentor de Jesucristo.
A modo de introducción, MacArthur escribe sobre la la exaltación que se le da a las mujeres en la Biblia. Las mujeres nunca son relegadas a un estatus menor y, a diferencia de muchas otras religiones, nunca son denigradas y consideradas menos importantes que los hombres. Desde el inicio de la era del Nuevo Testamento hasta el fin del canon de la Escritura vemos que Dios le concede un extraordinario privilegio a las mujeres. Hay un sinfín de mujeres en la Biblia que son ejemplos de fidelidad, integridad, hospitalidad y muchas otras virtudes admirables. «Su fidelidad es su legado verdadero e imperecedero. Espero que su encuentro con ellas en las Escrituras le permita conocer más sobre sus vidas y personalidades, además de desafiarlo, motivarlo, apoyarlo e inspirarlo para conocer mejor al Dios en quien ellas confiaron y a quien sirvieron. Su corazón puede estar encendido con la misma fe; su vida caracterizada por una fidelidad similar; y su alma sobrecogida con el amor del Dios extraordinario al que adoraron».
Cada uno de los once capítulos es un estudio de una mujer en particular, en los que MacArthur nos ayuda mientras alumbra los registros de cada mujer en la Escritura. Cada capítulo es práctico, pues muestra cómo las virtudes ejemplificadas en las vidas de las mujeres pueden aplicarse en la vida del lector. Se le muestra al lector cómo él, también, puede ser extraordinario por medio del poder de Dios.
Doce mujeres extraordinarias es un digno sucesor de Doce hombres comunes y corrientes. Este libro es tanto informativo como inspirador. Llevará al lector a comprender lo que cada una de estas doce mujeres seguramente sabía, que Dios era el verdaderamente extraordinario, ya que era él quien conformaba a estas mujeres a la semejanza de su Salvador. Recomiendo este libro encarecidamente tanto para el estudio personal como grupal.