Al principio de mi ministerio como pastor principal de una congregación, pensé que sería bueno predicar Romanos. La congregación parecía hambrienta del libro y yo planeaba quedarme en esa iglesia por muchos años, por lo que pensé que Romanos entregaría una buena base teológica para un ministerio a largo plazo. John Piper esperó hasta el final de su ministerio pastoral antes de predicar Romanos. Yo no tenía tanta sabiduría, por lo que me sumergí en él.
Aunque creo que haría un mejor trabajo ahora muchos años más tarde, no me arrepiento de haber predicado Romanos tan temprano. No tenía idea lo que este libro haría por nuestra congregación. Ahora, años después, puedo decir con convicción y con cariño que debes predicar Romanos. Hice una lista de diez razones que compartiré a continuación, pero hay muchas más.
1. Predicarás el Evangelio
Desde el saludo (1:1) hasta la doxología (16:25), el Evangelio satura este libro. Romanos nos enseña nuestra necesidad del Evangelio (1:18-3:20), la provisión del Evangelio (3:21-5:21), nuestro crecimiento en el Evangelio (6-8), la soberanía de Dios y el Evangelio (9-11) y nuestra vida juntos en el Evangelio (12-16). Romanos cimentará a tu congregación en el Evangelio.
2.Le estarás contando a tu iglesia lo que Pablo le enseñó a las iglesias primitivas
¿Alguna vez te has preguntado qué le enseñó Pablo a los creyentes en Listra, Derbe, Iconio, Filipos, Tesalónica, Berea, etc.? Pablo le escribió el libro de Romanos a una iglesia que aún no había podido visitar. Lo que él les escribió es lo que él les habría enseñado si hubiera estado allí en persona. Si esto era fundamental para la iglesia primitiva, entonces, sin duda, sigue siendo fundamental para nuestras iglesias.
3.Ayudarás a tu congregación a enfrentar muchas preguntas necesarias, pero difíciles
¿Qué pasa con los pueblos que nunca escucharon el Evangelio? ¿Realmente la homosexualidad es un pecado? ¿Son los judíos sinceros realmente no creyentes? ¿Acaso las personas no tienen realmente buenas intenciones? ¿Cómo un Dios amoroso puede castigar el pecado? Todo esto y más se encuentra en Romanos.
4. Ayudarás a tu congregación a pensar sistemática y teológicamente
La organización y la presentación del argumento de Pablo dará forma a la manera de pensar de tu congregación. En nuestra cultura, donde las emociones superan a la razón, Romanos ofrece un antídoto bien recibido. Tu congregación se familiarizará con la fe, la gracia, la redención, la justificación, la propiciación, la santificación, la elección y la predestinación. Pablo considera necesarios estos temas para la iglesia, porque lo son.
5. Ayudarás a tu congregación a pensar cuidadosamente respecto a la elección y a la predestinación (y cultivarás un corazón apasionado por el evangelismo)
¿Puede un amor profundo por las doctrinas de la gracia avivar y encender un corazón por el evangelismo y las misiones? Lo hicieron en Pablo y tienen el propósito de hacerlo en nosotros. Romanos 9:1-10:1 entrega una presentación de la elección y de la predestinación que exalta a Dios, que aplasta al orgullo y que hincha el alma, las cuales están entre medio del clamor del apóstol por la salvación de sus parientes. Pablo es un modelo no solo de cómo entender estas verdades, sino que también de cómo debemos predicarlas.
6. Ayudarás a tu congregación a tener una manera de abordar los temas raciales orientada por el Evangelio
Como la mayoría de las iglesias del Nuevo Testamento, la iglesia en Roma inicialmente estaba dominada por judíos junto con unos pocos gentiles. Sin embargo, el emperador expulsó a los judíos de Roma por un par de años, por lo que la iglesia era libre de tener algunas parrilladas de cerdo para el picnic anual de verano. Me estoy tomando algunas pocas libertades aquí, pero entiendes el punto. Cuando los judíos regresaron a Roma, parecía que mucho del carácter judaico de la iglesia se había ido y una atmósfera más amistosa para los gentiles había tomado lugar. La fricción que resultó fue probablemente la razón por la que Pablo necesitaba desesperadamente verlos. Así que escribió Romanos para abordar algunas de sus tensiones asentadas en temas raciales hasta que él mismo pudiera llegar allá.
7. Ayudarás a tu iglesia a aprender cómo lidiar con asuntos discutibles
No eran solo asuntos raciales. También hubo tensiones entre los creyentes más débiles y más fuertes. Cada iglesia tiene que descubrir por lo que van a morir, luchar, discutir, involucrarse o solo conversar. Los consejos, los principios y los mandamientos encontrados en Romanos 12:1-15:13 son esenciales para la unidad en sus iglesias, pero predicar el libro ayuda a que todos vean que la manera en la que lidiamos con asuntos discutibles es una rama del tronco y de la raíz del Evangelio.
8. Prepararás a tu congregación para morir bien
He leído Romanos 8:18-39 en muchas habitaciones de hospital y difícilmente puedo pensar en un mejor texto para leer junto a la cabecera de un santo agonizante que Romanos 8:18: «Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada». El único ánimo comparable en mi mente viene al final de Romanos 8. Predicar este libro te lleva a través de la angustia y la frustración de Romanos 7, que te carga de convicción y confianza en el glorioso octavo capítulo.
9. Nunca se te acabarán los sermones para los funerales
Romanos 1:16-17; 3:21-26; 4:16-25; 5:1-5; 5:6-11; 8:1-39.
10. ¡Exaltarás a Jesús!
Jesús es el Evangelio. Predicar Romanos los centrará en Jesús, y tu congregación y tú solo lo amarán más.
Por tanto, sí, comencé a predicar Romanos al principio de mi ministerio. No tenía el sentido de planificar una agenda de predicación. Solo prediqué el siguiente texto, y luego el que venía (a veces prediqué un verso; otras, una palabra; en ocasiones, un párrafo). Me tomó mucho tiempo; un tiempo realmente largo. Stephanie estaba en primer grado cuando comencé; cuando terminé, era novata en la universidad. Con la excepción de dos series, el resto del tiempo prediqué Romanos. Aunque no recomendaría tomar tanto tiempo, debo decir que James Montgomery Boice dio un ejemplo de una larga serie de Romanos que fue fructífera. Fui testigo de que pasó lo mismo aquí.
El efecto en nuestra iglesia fue profundo. El Evangelio llegó a ser central en nuestras vidas. La predicación expositiva llegó a ser atesorada. Aprendimos a amar la rica teología. La elección y la predestinación ya no eran asuntos delicados y controversiales. Personas se convirtieron, se bautizaron y se unieron a la iglesia. Diez a quince hombres que crecieron en esta serie ahora sirven como pastores. No estoy seguro de si esto fue un avivamiento como solemos pensar de un avivamiento, pero sin duda estuvo cerca de eso.
¡Hermanos, deben predicar Romanos!