Esdras parece ser un libro bastante desatendido tanto en los estudios bíblicos como en las predicaciones. Aunque la historia de Esdras está totalmente conectada con la de Nehemías, parece que Esdras obtiene menos atención. Quizás esto se debe a que Nehemías es usado a menudo para lanzar proyectos de construcción y desarrollar habilidades de liderazgo. En cualquier caso, el libro de Esdras merece más estudio.
¿Por qué? Porque registra el regreso de un remanente del pueblo de Dios desde exilio en Babilonia para restablecerse en la tierra de Israel. Esta era post exilio es importante para la historia general de la Biblia, y creo que Esdras enfatiza e ilustra poderosamente importantes temas teológicos.
A través de mi preparación, he descubierto cuán necesario era hacer una investigación del trasfondo. Esto me ayudó a entender y a explicar la historia, la geografía y la política del momento incluso a medida que también enriquece la historia.
Sin embargo, más que cualquier cosa, a medida que examinábamos el libro de Esdras como congregación, Dios lo usó para aumentar nuestra esperanza en Jesús. Por lo tanto, a continuación expondré cuatro razones por las que también debes considerar predicar este libro.
1. El libro de Esdras entrega un registro histórico de las maneras en que las misericordias de Dios fueron «nuevas cada mañana»
Para predicar bien este libro, tienes que estar familiarizado con su línea de tiempo. A medida que estudias esta línea de tiempo, verás muchas ocasiones y momentos de la gracia de Dios. Esdras no se desarrolla en un tiempo de un día o de una semana. La historia se desarrolla a lo largo de años, incluso décadas. Esos años están llenos de la fidelidad de Dios, del fracaso de Israel y de la obra misericordiosa del Dios del avivamiento.
Esto suena familiar, ¿no es así? A medida que los años se transforman en décadas, la vida como creyente es difícil, pero nunca desesperanzadora. A medida que predicaba Esdras, se hizo fácil imaginar vivir en la historia. Se hizo fácil ver la gracia de Dios haciéndose viva.
Por ejemplo, demasiadas personas son nombradas en este libro (ver capítulo 2). Lejos de ser solo un detalle oscuro, estos nombres clarifican la relevancia inmediata de Esdras. Esto es más que un cuento moral genérico y atemporal. El pueblo en esta historia ora, enfrenta oposición y aprende a confiar en Dios. Dios responde sus oraciones y él se preocupa por su pueblo. Estas actividades forman la confianza del libro, mientras forman los elementos básicos de la vida cristiana.
2. El libro de Esdras refuerza una fuerte confianza en la soberanía de Dios
Dios gobierna sobre las naciones. Él establece reyes y destituye otros. Esto es algo importante que hay que recordar porque el libro de Esdras está repleto de reyes y gobiernos extranjeros. Todo el tiempo, es claro que Dios está obrando; es claro que él es quien resuelve todas las cosas para su gloria y para el bien de su pueblo.
Sin embargo, la soberanía de Dios no entra en conflicto ni se contrarresta con la responsabilidad y el comportamiento del hombre. El libro de Esdras combina los misteriosos decretos con las decisiones significativas de los imperios y las decisiones en tiempo real de aquellos que lo siguen.
3. El libro de Esdras magnifica el rol crucial que la Palabra de Dios y la oración juegan en las vidas de aquellos que se someten a él
La Palabra de Dios es destacada en Esdras 7, pero, en realidad, es el telón de fondo del libro completo. En intervalos regulares, las personas en este libro se vuelven a Dios en oración.
Cuán útil es recordarle al pueblo de Dios que la oración es crucial para la sobrevivencia espiritual. La reforma y la reconstrucción requieren más que la ambición humana. Afortunadamente, la Palabra de Dios establece la agenda; por eso el pueblo de Dios debe orar y debe responder como Esdras, que usa su influencia y posición para llamar a responder al pueblo.
4. El libro de Esdras te deja con la sensación de que se necesita más que reconstruir una ciudad y un templo
En cierta manera, el libro de Esdras tiene un final insatisfactorio. Los últimos capítulos lo dejan claro: el pueblo aún es pecador. El libro no termina con una bondad o una bendición, sino que con una lista de pecadores culpables.
Los esfuerzos de reforma de Esdras debe animarnos como cristianos. Sin embargo, nosotros ponemos nuestra esperanza en alguien que es mucho más grande que Esdras y en algo mucho más grande que cualquier templo terrenal. Mientras predicaba este libro, se le recordó a nuestra congregación constantemente cómo las esperanzas y los miedos de todos los tiempos solo son satisfechos en Jesucristo.