¿Cuál es el estereotipo del calvinista? Depende de con quién hables, probablemente escuches algo como esto: es el quisquilloso teológico gruñón, sin alegría que se obsesiona por un acróstico y secretamente (o quizás no tan secretamente) saborea la idea de personas pasando la eternidad en el infierno.
No obstante, ¿es así?
¿Las supuestas doctrinas de la gracia realmente deben llevar a una falta de gracia dentro del pueblo de Dios?
John Piper ciertamente no lo cree así. Al contrario, él cree firmemente que nuestra doctrina debe traernos alegría. Por lo tanto, con eso en mente, él escribió este corto libro: Cinco puntos: hacia una experiencia más profunda de la gracia de Dios. En diez capítulos fáciles de leer, Piper pone el TULIP (acróstico en inglés de los cinco puntos) —depravación total, gracia irresistible, expiación limitada, elección incondicional y la perseverancia de los santos— en su contexto histórico y ofrece una breve encuesta bíblica para cada uno, así como también testimonios personales e históricos de muchos hombres de Dios fieles que verdaderamente creen que esas verdades son esenciales para nuestra fe.
El objetivo de Piper no tiene que ver con defender los cinco puntos del calvinismo por el solo hecho de defender al calvinismo, sino que con ayudar a los lectores a ver mejor a Dios; no solo para conocer cómo él es, sino para disfrutarlo. «[P]ara gozarlo debemos conocerlo. Verlo es apreciarlo», escribe Piper. «Si él se queda detrás de una niebla difusa y vaga, puede que sintamos curiosidad por un tiempo. Pero cuando la niebla se disipe nos maravillaremos con gozo al darnos cuenta que estamos al borde de un inmenso precipicio» (p. 8).
Lo más útil en el libro es, creo, la honestidad de Piper sobre su propia visión de los cinco puntos. Uno puede evitar terminar el libro pensando que Piper no es tan fanático de la construcción moderna del TULIP como lo es de las realidades a las que apunta:
- Él ve las implicaciones de la doctrina de la depravación total (de la rebelión abierta y continua del hombre contra su Creador) y provoca que se maraville de la misericordia de Dios.
- Él ve la necesidad de entender exactamente por quiénes murió Cristo, pero no para poder regocijarse en el destino de aquellos que mueren separados de Cristo, sino porque la naturaleza definitiva de la cruz debe hacer que nos regocijemos y que nos demos cuenta de que las ovejas de Cristo son mucho más numerosas de lo que podríamos sentirnos tentados a creer.
- Él ve la naturaleza incondicional de la elección como un maravilloso faro de esperanza, ya que si la salvación dependiera de cualquier cosa menos de que Dios nos ama simplemente porque nos ama, estaríamos condenados.
El punto de Piper una y otra vez es simple: cuando vemos los cinco puntos correctamente, deben provocar que demos gracias por la maravillosa gracia de Dios.
Si queremos profundizar más en nuestra experiencia de la gracia de Dios, este es un océano de amor disponible para nuestro disfrute. Dios no quiere que la novia de su Hijo solo se sienta amada con un amor general por el mundo. Lo que él quiere es que ella se sienta cautivada con la particularidad del afecto entrañable que él puso en ella antes de que el mundo existiera. Dios quiere que sintamos cómo estas palabras apuntan hacia nosotros: «Yo te escogí. Yo envié a mi Hijo a morir con el fin de tenerte» (p. 57).
No hace mucho tiempo, enganché en una conversación en línea acerca de la percepción que se tiene de que los calvinistas son personas airadas y el problema del TULIP. Un caballero señaló que él ve un continuo problema con el TULIP: no lleva al gozo sino que a condenar con enojo. Al leer este libro, se me vino a la mente esta persona. ¿Es este el tipo de libro que le regalaría a este hombre? ¿Perpetúa el estereotipo que cree que es más o menos cierto esto que se menciona sobre los que sostienen los cinco puntos? ¿Es este otro manifiesto de un «calvinista enojado»?
Aunque no tiene miedo de poner en duda ciertas interpretaciones de la enseñanza de la Escritura, el lenguaje de Piper está lejos de ser agresivo. Al contrario, hay más un sentido ferviente de asombro que permea las páginas del libro. Piper quiere ver desesperadamente el amor de Dios en los cinco puntos del calvinismo; ver las doctrinas de la gracia manifestar su fruto: gozo fiel en las vidas del pueblo de Dios. Cinco puntos es el tipo de libro que quiero regalarle a la persona que lucha con la idea del calvinismo. Es ameno, desafiante, reflexivo y, más importante, fiel a la Palabra de Dios.