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Oremos por los hijos de pastores
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Oremos por los hijos de pastores

Exactamente, ¿por qué los hijos de pastores necesitan oración? ¿Qué los hace tan especiales? En realidad, nada. Son igual que todos sus pares: tienen las mismas debilidades, las mismas tendencias a pecar y también son hechos a la imagen de Dios. En resumen, los hijos de pastores son un grupo de personas bastante normal. Ahí está, esa es razón por la que necesitan oración: son normales. Al final, cuando personas normales son puestas en circunstancias excepcionalmente desafiantes, las cosas se ponen difíciles. Crecer en una familia en la que la vocación del padre es el ministerio a tiempo completo es definitiva y únicamente difícil. La familia pastoral muchas veces funciona como la «familia presidencial» de la iglesia, estableciendo los estándares en todas las cosas espirituales y morales. Ellos son el modelo de ministerio y de vida; siempre están en la mira y con eso vienen las expectativas. La iglesia espera cierto comportamiento e imagen de las familias de sus líderes. Éste es el por qué a los hijos de pastores nos les vendría mal un poco de oración extra. Crecer es todo un desafío en sí mismo (el aprendizaje, el desarrollo, las hormonas, las crisis de identidad, el amor no correspondido, la desilusión en los deportes, el drama relacional, la escuela, la vida espiritual, los hermanos, los padres y más). Ahora, imaginen hacer todo eso mientras la iglesia observa con la expectativa de que sean buenos cristianitos. ¿Dónde puede esconderse un hijo de pastor? ¿Dónde puede esconder sus errores e inseguridades? Vayamos más allá, ¿cómo puede un hijo de pastor conectarse con Jesús profunda y genuinamente sin que piense que para relacionarse con él hay más expectativas que debe cumplir? Gran parte de las personas en la iglesia aman a la familia pastoral. No tienen la intención de presionar o dañar a los hijos de pastores, así que ¿qué se puede hacer para alivianar la carga? Más que cualquier cosa, la iglesia puede orar.

Oren para que conozcan a Jesús

Uno de los desafíos más importantes que enfrentan los hijos de pastores es llegar a tener una conexión verdadera con Jesucristo. Todo el conocimiento, la cultura general y la memorización de la Biblia no equivale a una relación de salvación con Cristo. Al contrario, a veces, saber todas esas cosas buenas, en realidad, los engaña haciéndolos pensar que tienen una. Entonces, muchos hijos de pastores saben sobre Jesús, pero toda la moralidad, las expectativas y el conocimiento los sesga frente a la realidad de Jesucristo que transforma el corazón. Sólo un milagro del Espíritu Santo, quien revela a Jesús a una persona, puede salvar realmente. Oren por este milagro, para que Jesús sea visible en todas las cosas que pasen en su nombre.

Oren para que encuentren su identidad en Jesús

Cuando las personas crecen bajo expectativas importantes, es natural medirse a sí mismos según esas expectativas. ¿Soy lo que se supone que debo ser? ¿Estoy agradando a las personas correctas? Los hijos de pastores se ven a sí mismos como los demás quieren que ellos se vean en vez de como Dios los creó. Para los hijos de pastores, esos estándares a menudo se ven muy «cristianos», muy morales y muy «de iglesia». Los niños cristianos saben que no deben medirse según los estándares «mundanos», sino que según los bíblicos, y estos estándares «de iglesia» sin duda parecen bíblicos. Sin embargo, algo no está bien. Cumplir los estándares de la iglesia no satisface la sensación de vacío. ¿Por qué? Porque es el lugar incorrecto para encontrar la identidad propia. Un seguidor de Cristo es una nueva creación en Jesús. Con eso, viene la libertad para vivir una vida plena al honrar a Jesús en vez de una vida agobiada preocupada de cumplir expectativas.

Oren para que puedan amar a su familia

La presión aplasta las cosas y una familia con grietas es una de las formas favoritas del diablo para debilitar el ministerio de un pastor. Es una debilidad de la que se puede aprovechar y con la que puede provocar mucha molestia y dolor. Cuando el hijo de un pastor se desmorona ante la presión del ministerio, culpa muchas veces a sus padres (en ocasiones, los padres merecen esa culpa al sobrecargar esa presión). De manera más sutil, la práctica de ser «intachable» para la iglesia puede extenderse hacia el hogar y poner barreras en las relaciones. En vez de haber honestidad, transparencia, confianza y amor, hay un vacío entre los miembros de la familia.

Oren para que amen a la iglesia

Aparte de los líderes, los hijos de pastores ven más de las cosas feas en una iglesia que cualquier otra persona. Ellos ven cómo el ministerio puede separar a sus familias. Todas las expectativas pueden frustrarlos y amargarlos. Por esta razón, algunos hijos de pastores se rebelan y abandonan la iglesia completamente. Por otro lado, también pueden ver lo mejor de la iglesia (amistades profundas, vidas cambiadas, necesidades cubiertas, almas transformadas). Oren para que lo bueno pese más que lo malo, para que puedan admitir que en donde sea que se junten los seres humanos hay maldad, pero que la iglesia entrega esperanza y riqueza como nadie más.

Oren por gracia

Quienes crecen en la iglesia escuchan todo sobre la gracia, pero muchas veces saben muy poco de ella. Es la gracia de Dios la que revela a Jesús y conecta a los hijos de pastores con él. Es la gracia la que vence y redime las fallas de la familia y de la iglesia. Es la gracia de Dios la que fluye por medio de la iglesia a los hijos de pastores y viceversa, permitiendo que la relación entre ellos florezca. La gracia es el hilo que une cada una de estas necesidades y es el medio por el cual Dios puede concederlas. Oren para que la milagrosa gracia que cubre una multitud de pecados restaure al caído y al herido y una al pueblo de Dios.
Este artículo fue originalmente publicado por Ligonier Ministries en esta dirección. | Traducción: María José Ojeda