volver

033. Salmo 78: cuéntales secretos a tus hijos

El Evangelio, un salmo a la vez

TRANSCRIPCIÓN

¿Qué podría ser más importante en toda la vida que la formación de un alma humana, que ser la herramienta de Dios para la formación del corazón de un ser humano real, verdadero, vivo y que respira? Eso es la crianza. 

Bien, el Salmo 78 me recuerda lo que me gusta de los Salmos. Simplemente me gusta el amplio rango de temas de la vida real. He dicho esto muchas veces: creo que los Salmos están en la Biblia para mantenernos honestos acerca de las dificultades de la fe y de todas las maneras distintas en las que nuestras vidas deben ser formadas por la fe en Dios.

Bien, uno va dando saltos por los Salmos y, de repente, llega al Salmo 78, que aborda la crianza. ¿Quién lo habría pensado? Y entonces, el Salmo 78 nos plantea la pregunta: «¿cuál es la esencia, cuál es el epicentro del trabajo de la crianza?».

Le he dicho a muchos padres y también lo he dicho muchas veces en las conferencias de crianza: ¿qué podría ser más importante en toda la vida que la formación de un alma humana, que ser la herramienta de Dios para la formación del corazón de un ser humano real, verdadero, vivo y que respira? Eso es la crianza. 

Es mucho más profundo que ejercer tu poder para que tus hijos obedezcan. Es más que lograr que terminen la escuela para que consigan un buen trabajo, compren una buena casa y encuentren una buena persona para casarse. Es más que enseñarles a tus hijos un conjunto de comportamientos que les ayudarán a ser socialmente aceptables. Es más que clases de música y habilidades atléticas.

El Salmo 78 realmente llega al corazón de lo que se trata esta tarea de la crianza. Permíteme leer algunos versículos aquí: 

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
Inclinen ustedes su oído a las palabras de mi boca.
En parábolas abriré mi boca;
Hablaré enigmas de la antigüedad,
Que hemos oído y conocido,
Y que nuestros padres nos han contado.
No lo ocultaremos a sus hijos,
Sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor,
Su poder y las maravillas que hizo.

Se podría titular el Salmo 78: «cuéntales secretos a tus hijos». Pero ¿qué secretos? Este salmo dice: «este es el gran secreto: es el gran secreto santo de la existencia de Dios, del carácter de Dios y su trabajo por sus hijos. Cuéntales a tus hijos de su poder; cuéntales a tus hijos de su gloria; cuéntales a tus hijos de su bondad y gracia». De esto se trata este salmo.

Verás, has sido puesto en la tierra como padre no sólo para asegurarte de que tus hijos tengan una buena educación y entiendan cómo ser corteses en público. Estás aquí para presentarles a tus hijos el supremo hecho de los hechos de la existencia humana. Es la existencia, el carácter y el plan de Dios. Sin este hecho, no existe otro hecho en la vida humana que pueda ser evaluado y comprendido apropiadamente.

Es como ser un contador. Si fueras un contador y dejaras una cifra fuera de la columna, nunca obtendrás la respuesta correcta al final. Y si dejas a Dios fuera de la comprensión humana, de la ecuación humana, de tu evaluación de vida, nunca obtendrás la respuesta correcta.

No importa qué terminen haciendo tus hijos, si son filósofos o plomeros, sus vidas nunca serán lo que fueron diseñadas para ser sin el conocimiento del carácter, de la existencia y del plan de Dios. Y por lo tanto, padres, ese es su trabajo. Su trabajo es buscar cada oportunidad para presentarles a sus hijos este hecho de hechos.

Ahora, Dios te ha ayudado. Porque su trabajo puede ser visto en todas partes, debido a que Él ha incrustado la revelación de su existencia en su creación. Me encanta decirlo de esta manera: «no te puedes levantar en la mañana sin toparte con Dios. Porque la salida del sol, el poder de una tormenta, las incansables alas de un colibrí, la marcha pesada de un elefante, la magnificencia de las montañas, la caída de esas hermosas hojas multicolores, todo apunta a la existencia, al carácter y al plan de Dios». 

Si existe una cosa en la vida que tus hijos necesitan, es que el misterio de la existencia de Dios les sea revelado, no sólo una vez, ¡sino que cada día de sus vidas!

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo


  1. En el pasado, ¿cuál ha sido tu principal enfoque en la crianza? Si pudieras resumir tu estilo y propósito en la crianza, ¿cuál dirías que sería su esencia? ¿De qué manera tu estilo de crianza ha sido un reflejo de tus propios anhelos, necesidades y deseos? ¿Cuál dirías que ha sido el objetivo general de la crianza de tus hijos hasta ahora (no des una respuesta «correcta» aquí; más bien, da una respuesta honesta con base en cómo se ve tu crianza diaria)?
  2. ¿Cómo se podría ver para ti cambiar tu crianza de un enfoque circunstancial y de comportamiento al «gran secreto» de la crianza con un enfoque en Dios? ¿Qué tipo de conversaciones puedes iniciar con tus hijos que podría ayudarlos a vivir en la existencia, el carácter, el poder, la gloria, la bondad, la gracia y la obra de Dios en el mundo? Toma un momento para escribir una o dos ideas de un tema para iniciar una conversación con cada uno de los atributos de Dios como tema y luego planifica intencionadamente una forma de comenzar con tus hijos para interactuar con ellos. No tengas miedo de hacer prueba y error con estas conversaciones… sólo porque una conversación podría no ir en la dirección que quisieras, no abandones la idea de abordar ese tema de nuevo desde una perspectiva o punto de vista diferente. 
  3. ¿De qué manera puedes deliberadamente entrelazar historias o temas de discusión en las conversaciones con tus hijos que ilustren cómo Dios te ha ayudado en tu necesidad? ¿De qué maneras puedes develar intencionalmente la belleza del Evangelio a tus hijos al mostrarles cómo Dios te ha cambiado y está continuamente cambiándote? ¿De qué maneras necesitas cambiar actualmente y ceder el paso al poder del Espíritu de Dios a fin de ser un ejemplo vivo y que respira de la obra del Señor en tu vida? ¿Cómo ese cambio podría ser un catalizador para el crecimiento y el desarrollo de los corazones y mentes de tus hijos?

Preguntas para conversar con niños

Para niños pequeños:

  • ¿Cuáles son algunas cosas que tú y yo podemos aprender sobre Dios a medida que miramos y estudiamos la naturaleza (cosas como los atardeceres, los árboles, los animales, las estrellas, las flores, los océanos, la formación de las nubes, etc.)? ¿Cómo Dios nos muestra su existencia a través de la naturaleza? ¿Su poder? ¿Su creatividad? ¿Su amor?
  • Cuando piensas en tu propia vida, ¿puedes darme un ejemplo de cómo Dios te ayudó y te mostró que Él estaba ahí para ti? ¿Puedes pensar en un momento cuando sabías que Dios era poderoso? Cuéntame de un momento cuando supiste que Dios te amaba… ¿qué estaba ocurriendo en ese tiempo en tu vida cuando supiste que el amor de Dios era verdadero?
  • ¿Cómo sabemos que algo como la gracia de Dios (favor inmerecido hacia ti) existe en el mundo? ¿Puedes pensar en cualquier ejemplo específico de tu vida o de algo que pudiste haber visto en la vida de otra persona que muestre la gracia de Dios?
  • ¿De qué maneras has visto a Dios obrando en mi vida de una manera que muestre su bondad? ¿Su poder? ¿Su gracia? ¿Qué sería una cosa que podría cambiar de mi vida que te ayudaría a ver que Dios realmente está obrando en mí?

Para niños más grandes:

  • ¿Qué considerarías que ha sido mi principal enfoque contigo en tu crianza hasta ahora? ¿De qué manera eso ha sido bueno para ti? ¿De qué manera mi enfoque ha sido difícil para ti? ¿Cuál crees que debería ser la cosa más importante que te enfatice mientras creces?
  • ¿Qué dirías si te dijera que quiero cambiar el enfoque principal de mi crianza hacia Dios y su carácter? ¿Existe una manera en que podamos seguir hablando sobre Dios, su poder, su bondad, su gracia y su obra en el mundo que sea más interesante para ti? Tengo un par de ideas, pero ¿podrías compartir algunas ideas que se te ocurran sobre cómo hacer eso?
  • ¿De qué maneras has visto a Dios obrando en mi vida de una manera que muestre su bondad? ¿Su poder? ¿Su gracia? ¿Qué sería una cosa que podría cambiar de mi vida que te ayudaría a ver que Dios realmente está obrando en mí? ¿Cómo el cambio en mi vida podría afectar tu visión de Dios y su poder? ¿Por qué crees que el Evangelio es la única fuente verdadera para darnos un cambio perdurable? 
Publicado originalmente en Paul Tripp Ministries.
Photo of Paul David Tripp
Paul David Tripp
Photo of Paul David Tripp

Paul David Tripp

El Dr. Paul David Tripp es pastor, conferencista internacional y autor de libros éxito de ventas y ganadores de premios. Es el director de Paul Tripp Ministries. Con más de 30 libros y series en video, la pasión que mueve a Paul es conectar el poder transformador de Jesucristo a la vida cotidiana.  
Otras entradas de Paul David Tripp
037. Salmo 86: nadie como Tú
 
036. Salmo 84: el mejor tipo de anhelo
 
035. Salmo 82: un clamor por la justicia de Dios
 
034. Salmo 80: un clamor por la gracia restauradora