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031. Salmo 74: cómo orar

El Evangelio, un salmo a la vez

TRANSCRIPCIÓN

Es un llamado de Dios: «ven a mí; recuérdame el celo por mi nombre; recuérdame mis promesas; recuérdame que me gozo cuando se hace mi voluntad».

Cuando presenté la serie sobre los Salmos, una de las cosas que dije fue que los Salmos nos dan un manual de oración (los Salmos te enseñan cómo orar) y el Salmo 74 es uno de esos salmos. Puedes aprender mucho sobre cómo orar a partir del Salmo 74. De hecho, en el Salmo 74, hay un punto particular que el salmista quiere enfatizar sobre la oración. Y me gustaría hacer esta pregunta: cuando vas a Dios en oración, ¿a qué apelas? ¿Le pides a Dios que se acuerde de las cosas buenas que Él te ha prometido? ¿Le pides que recuerde a qué se ha comprometido?

En la oración de Asaf del Salmo 74, él apela a Dios basándose en tres cosas. Permíteme leerte algunos de los versículos de este salmo.

Acuérdate de esto, Señor: que el enemigo ha blasfemado,
Y que un pueblo insensato ha despreciado tu nombre.
No entregues a las fieras el alma de tu tórtola;
No olvides para siempre la vida de tus afligidos.</span
Mira el pacto, Señor,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de moradas de violencia.
No vuelva avergonzado el oprimido;
Alaben tu nombre el afligido y el necesitado.
Levántate, oh Dios, defiende tu causa;
Acuérdate de cómo el necio te injuria todo el día.
No te olvides del vocerío de tus adversarios,
Del tumulto de los que se levantan contra ti, que sube continuamente.

Ahora bien, podrías escuchar estos versículos y decir: «Paul, ¿qué rayos nos acabas de leer?». Bien, lo que el salmista está haciendo es recurrir a Dios en oración, basándose en tres cosas. Primero, apela a la preocupación de Dios por el honor de su propio nombre: «haz esto por el bien de tu nombre». En segundo lugar, él apela al celo de Dios por las promesas del pacto que Él ha hecho. Y en tercer lugar, apela al deseo de Dios para hacer su voluntad. Su gloria, sus promesas, su voluntad.

Cuando vamos a Dios en oración, no vamos basándonos en lo que merecemos, no nos basamos en el registro de nuestra obediencia, sino en su celo por su propia gloria, en su fidelidad a sus propias promesas y en su deseo de que su voluntad se haga en la tierra como en el cielo.

Ahora, ¿el Salmo 74 te recuerda algo? Creo que el Salmo 74 es en realidad lo que Jesús tenía en mente cuando dijo: «oren de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos […]» (¿qué sigue?), «[…] santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”». Esa es casi una cita de los versículos 18 al 21 del Salmo 74. Es un llamado de Dios: «ven a mí; recuérdame el celo por mi nombre; recuérdame mis promesas; recuérdame que me gozo cuando se hace mi voluntad».

Dios tiene celo por su propia gloria. Él encuentra gozo en el cumplimiento de sus promesas. Y se sienta en el trono del cielo para que su voluntad, su santa y perfecta voluntad, se haga finalmente y en última instancia, aquí mismo, en la tierra, como en el cielo. Puedes ir a Dios en oración con confianza, no por tu justicia, no por tu historial, no porque merezcas algo de lo que te da, sino que por su gloria, sus promesas y su voluntad. Traes estas cosas frente a Él y dile: «¿no te gustaría que tu gloria se vea, que tus promesas se cumplan, que se haga tu voluntad?». Eso es la oración.

Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo

  1. Cuando te acercas a Dios en oración, ¿cómo sueles comenzar? ¿A qué apelas? ¿Le pides que se acuerde del bien que te ha prometido? ¿Le pides que recuerde a qué se ha comprometido al comunicarse con nosotros en la Escritura? Si no, ¿qué te ha detenido de orar de esa manera (olvido, ignorancia, enojo, tristeza, frustración, etc.)?
  2. ¿Por qué es tan importante ir a Dios en oración  con frecuencia cada día? ¿Por qué acercarse a Dios en oración no se trata de cuán geniales hayamos sido últimamente (y por lo tanto, dignos de acudir a Él), sino que realmente sobre cuán grande y glorioso es Él?
  3. ¿De qué manera puedes ir a Dios ahora mismo, sabiendo que Él te dice: «recuérdame el celo por mi nombre; recuérdame mis promesas; recuérdame que me gozo cuando se hace mi voluntad»? ¿Cómo esa cosmovisión bíblica cambia la manera en que oras? ¿Qué tipo de cosas específicas puedes orar a Dios con el marco de este pensamiento en general: en la tierra como en el cielo?
  4. ¿Cómo cambia la manera en que piensas sobre la oración saber que ir a Dios se trata realmente de Él (su gloria, voluntad y bondad)? Pídele a Dios que se manifieste su gloria en tu vida ahora mismo. Pídele que sus promesas se cumplan en tu corazón, tu familia, tu trabajo y tus relaciones. Pídele que su voluntad se haga en tu vida en este preciso momento.

Preguntas para conversar con niños

Para niños pequeños:

  • ¿Qué piensas sobre Dios cuando le oras? ¿Qué es lo que más oras cuando le hablamos a Dios juntos? ¿Cuando oras solo?
  • Dios nos ha dado algunas ideas sobre cómo orar cuando nos acercamos a Él, y es sobre quién es Él en lugar de quiénes somos nosotros… ¿Por qué crees que esa es la manera en que la Biblia nos llama a procesar las cosas cuando pensamos en la oración? Si se trata de Él y no de ti ni de mí, ¿por qué crees que somos llamados a orar en primera instancia? ¿Dios necesita que le recordemos quién es Él y lo que nos ha prometido en la Biblia?
  • ¿Qué crees que es la gloria? ¿Por qué Dios tiene pasión por su propia gloria? ¿Cómo podemos tú y yo traer gloria a Dios a través de nuestras vidas por medio de algo tan sencillo como la oración. Hagamos una lista de todas las cosas maravillosas que amamos sobre Dios y alabémoslo por medio de la oración a medida que revisamos esa lista juntos, dándole la gloria que Él merece.

Para niños más grandes:

  • ¿Cuál crees que es el propósito de la oración? ¿Qué es lo que más oras cuando hablas con Dios? ¿Por qué es tan importante ser una persona de oración?
  • Dios nos ha dado algunas pautas sobre cómo debemos orar, y se trata de Él, no de nosotros. ¿Por qué crees que es así?
  • En la Escritura, Dios nos pide recordarle su celo por su propio nombre. Él nos pide recordarle sus promesas. Él nos pide recordarle que tiene gozo cuando se hace su voluntad. ¿Realmente Dios necesita que les recordemos esas cosas? ¿Por qué crees que Él nos pide recordarle esas cosas?
  • ¿Qué es su gloria y por qué crees que Dios parece estar tan enfocado en su propia gloria? ¿Cómo tú y yo podemos traer gloria a Dios a través de nuestras vidas mediante algo tan simple como la oración? ¿Cómo podemos hacer un hábito (y mantenernos rindiéndonos cuentas mutuamente) de seguir orando para que la gloria de Dios aumente en nuestras vidas?

Publicado originalmente en Paul Tripp Ministries.

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Paul David Tripp

El Dr. Paul David Tripp es pastor, conferencista internacional y autor de libros éxito de ventas y ganadores de premios. Es el director de Paul Tripp Ministries. Con más de 30 libros y series en video, la pasión que mueve a Paul es conectar el poder transformador de Jesucristo a la vida cotidiana.  
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