
026. Salmo 53: la máxima pandemia
TRANSCRIPCIÓN
El Salmo 53 tiene el propósito de confrontarnos a todos nosotros. Todos olvidamos a Dios. Todos tenemos momentos donde ignoramos su existencia.
Bien, mientras vemos el Salmo 53, quiero advertirte: estoy por herir tus sentimientos. Es un salmo humillante, por decirlo menos. Quiero titular este salmo: «la máxima pandemia». El Salmo 53 es casi idéntico al Salmo 14, y eso es importante porque no es un error editorial, como si el editor hubiese cometido un error y hubiera repetido el salmo. ¡Es una intención divina!
De lo que el Salmo 14 y 53 hablan es tan importante que Dios dice: «voy dar un poco de tiempo entre estos dos salmos y luego lo volveré a repetir, porque este pueblo necesita escuchar esto».
El Salmo 53 habla sobre el necio. Ahora, esto es lo que es tan importante de entender sobre los Salmos 14 y 53: cuando Dios habla del necio, Él no está señalando a una cierta clase de personas que son simplemente perdedores, que no entienden, una cierta clase de personas que son diferentes de ti y de mí (¡oh, tan sabios que somos!).
Este salmo se trata de todos, porque la Biblia es muy clara (ves esto en Proverbios y Romanos 3) que el pecado nos hace algo a todos nosotros. Nos reduce a todos nosotros a necios. Si no crees eso, todo lo que tienes que hacer es tener un hijo. Un niño de tres años discutirá sobre la comida como si fuera un dietista; no tienen idea qué comer, comerían clavos. ¡Es pura necedad! O podrían discutir sobre cuándo ir a dormir, como si hubieran realizado un estudio del sueño.
Y por lo tanto, el Salmo 53 tiene el propósito de confrontarnos a todos nosotros. Todos olvidamos a Dios. Todos tenemos momentos donde ignoramos su existencia. Todos nosotros vivimos como si Dios no existiera. Todos nosotros voluntariamente nos salimos de los límites de Dios. Todos nosotros fallamos en buscar al Señor como debemos. Todos nos devoramos unos a otros. (¿Qué significa eso? Con enojo, conflicto y envidia). Todos fallamos en invocar a Dios, dando riendas a la autosuficiencia, a la autojusticia y a la negación de la necesidad.
Verás, este salmo no se trata de un ateísmo intelectual y filosófico. Se trata de un ateísmo práctico a nivel cotidiano, donde olvidamos a Dios. Permíteme decir eso de nuevo: se trata del ateísmo práctico de olvidar a Dios.
«El necio ha dicho en su corazón: “No hay Dios”.
Se han corrompido, han cometido injusticias abominables;
No hay quien haga el bien.
Dios ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres
Para ver si hay alguien que entienda,
Alguien que busque a Dios.
Todos se han desviado, a una se han corrompido;
No hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno».
Duras palabras que escuchar. ¿Reconoces la necedad en tu vida? ¿Reconoces que Dios da forma a tu identidad, a tus decisiones, a tus palabras, a tus acciones? ¿Da forma a la manera en que abordas tu matrimonio, tu crianza, tus amistades, tu trabajo, tu universidad, tu dinero, el sexo, lo que sea? ¿O hay evidencias de un olvido de Dios en ti que provoca que digas cosas que no debes decir, que hagas cosas que no debas hacer, que quieras cosas que no debes querer?
Hay esperanza para nosotros. 2 Corintios 5:15 dice que Jesús vino para que quienes viven ya no vivan para sí. Jesús vino a rescatar a los necios de sí mismos. ¡Y eso es algo muy bueno porque la necedad nos abraza a todos!
Preguntas para reflexión personal o discusión en grupo
- Piensa honestamente sobre ti mismo y escribe intencionalmente en qué área la necedad es parte de tu vida diaria; en otras palabras, ¿en qué áreas eres un ateo práctico viviendo una vida cotidiana donde olvidas a Dios?
- ¿Cómo esas áreas específicas de necedad (ateísmo práctico) están formando la manera en que piensas, hablas, actúas y crees? ¿Cómo tu necedad dicta la manera en que interactúas con tu cónyuge, hijos, amigos, compañeros de habitación, colegas, miembros de tu familia extendida y vecinos? ¿Cómo tu necedad dicta la forma en que te hablas a ti mismo y formas tu identidad? ¿Cómo moldea tus decisiones, palabras y acciones?
- ¿Cómo puedes dar una vuelta en U a esa necedad y comenzar a reconocer a Dios en la forma en que abordas tu matrimonio, tu crianza, tus amistades, tu trabajo, tus estudios universitarios, tu dinero, tu sexualidad, etc.? En otras palabras, ¿cómo tu relación con Dios por medio de Jesús da forma a las áreas de tu vida que previamente eran dictadas por la necedad y la falta de reconocimiento de Dios?
- Lee 2 Corintios 5:15 y reflexiona sobre cómo podría verse específicamente dejar de vivir para ti mismo (necedad) y vivir para Jesús debido a su amor por ti. Escribe las áreas mientras piensas cómo les hablas a tus hijos, cómo reaccionas al tráfico, cómo piensas sobre las personas en tu vida que pueden irritarte regularmente e incluso cómo conversas contigo mismo en la privacidad de tu propia mente y corazón. ¿De qué manera quieres que te transformen las buenas noticias del Evangelio (Jesús vino)?
Preguntas para conversar con niños
Para niños pequeños:
- ¿Cuándo crees que sabes más que los adultos sobre cómo debes comportarte? ¿Durante la cena? ¿Durante la hora de dormir? ¿Cuando es tiempo de ordenar?
- ¿Alguna vez has visto a alguien más actuar de manera necia en el pasado? ¿Qué pasó? ¿Cuándo me has visto actuar de manera necia en el pasado? ¿Cuáles son algunas maneras en que tú actúas de manera necia a veces? ¿Por qué no debemos actuar de manera necia? ¿Qué crees que es lo opuesto a «necedad»? ¿Por qué crees que Dios quiere que actuemos de esa manera en lugar de actuar de manera necia?
- Cuando somos olvidadizos respecto a Dios y actuamos neciamente, ¿cómo podemos recordarnos a nosotros mismos que debemos dar vuelta en U e ir en dirección opuesta a la manera en que estamos hablando o actuando? Conversemos sobre cómo yo puedo hacer eso por ti y cómo tú puedes hacer eso por mí.
Para niños más grandes:
- Cuando eras más pequeño, ¿recuerdas algunas maneras en las que solías actuar neciamente? Compártelas conmigo. Ahora, déjame compartir contigo algunas de las maneras en las que yo actuaba de manera necia cuando era más joven.
- ¿Por qué es tan importante que no actuemos de manera necia ahora? ¿Qué revelan nuestros comportamientos, palabras y pensamientos sobre quiénes somos en el interior? ¿De qué manera la necedad en realidad es sólo un olvido de Dios? ¿Puedes darme un par de ejemplos de cómo podría verse eso en tu vida o lo que has visto en la vida de alguien más?
- ¿Crees que mi vida representa un reconocimiento de Dios cuando ves mis decisiones, mis palabras y mis acciones? Si no, ¿puedes ayudarme a tomar mejores decisiones que reconozcan a Dios en mis áreas de debilidad?
- ¿Qué partes de tu vida necesitan ser desafiadas a fin de que reconozcan a Dios con más claridad, por fuera, pero más importante, por dentro?
Publicado originalmente en Paul Tripp Ministries.

