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Este artículo forma parte de la serie Querido pastor, publicada originalmente en Crossway.

Querido pastor: 

Me siento reacio a compartir lo que tú y yo necesitamos para seguir adelante en el largo plazo.

En mi experiencia, esta cosa tácita para sustentar una vida y un ministerio largos y fructíferos suena demasiado básica para algunos que rápidamente la descartan. 

«Sí, sí, por supuesto», dicen, «pero permítenos seguir. Danos la carne de la Palabra».

Otros, cuando escuchan esta promesa irrefrenable de Dios, la consideran débil; útil, quizás para algunos temas más civiles, pero impracticable para nuestras batallas culturales actuales.

Y porque lo que estoy por decir es demasiado antiguo (Sal 25:6) como para ser olvidado por los jóvenes, algunos incluso dudarán de mi ortodoxia; serán cautelosos respecto a mis compromisos con el Evangelio.

Sin embargo, querido pastor, cuando te preguntes cómo seguir adelante, hay algo que tienes que recordar, algo que necesitas recordarme a mí también.

Así que iré al grano y lo diré claramente. Pastor, eres amado por Dios. Si olvidamos esto, renunciaremos, o algo peor (Sal 106:7).

La práctica de su amor

Quien sea sabio, que considere estas cosas
    y entienda bien el gran amor del Señor (Sal 107:43)1.

Sácianos de tu gran amor por la mañana,
    y toda nuestra vida cantaremos de alegría (Sal 90:14).

Puedes seguir adelante todos tus días, llegar lejos con alegría, si sabes que eres amado.

Despiertas en la mañana fragmentado, distraído, criticado, descontento, apurado para realizar actividades. Suplica por la escasez dentro de tu alma. No te detengas en «ayúdame a creer en tu gran amor». Profundiza en la experiencia misma para ser «satisfecho» por Él.

También pide escuchar de su gran amor (Sal 143:8) y luego, querido pastor, canta de ello (Sal 56:16).

Para cuando alcances tu teléfono, revises tu lista de tareas, respondas un correo, comiences a estudiar o en tu primera reunión, su gran amor vuelve a dar forma a tu visión, te empodera para andar fielmente en lo que te espera.

Tu gran amor lo tengo presente
    y siempre ando en tu verdad (Sal 26:3).

Por tanto, ¿qué significa esto para ti, querido pastor (y para aquellos a quienes sirves)?

Reubica la verdadera historia cada mañana

1. Comienza tu mañana recordando quién es Dios

El Señor es misericordioso y compasivo,
    lento para la ira y grande en amor.
El Señor es bueno con todos;
    Él tiene misericordia de todas sus obras (Sal 145:8-9; 86:15; 103:8, 11, 17)

2. Recuerda que estás en el mundo de Dios 

[…] Llena está la tierra de su gran amor (Sal 33:5).

3. Devuelve las malas noticias y las burlas al lugar que les corresponde

El Señor ama la justicia y el derecho;
    llena está la tierra de su gran amor (Sal 52:1).

En medio del lamento, del enojo justo o de los pensamientos aterradores, reubica la buena noticia. 

El gran amor del Señor.
Llena la tierra. 
Es constante todo el día.
Siempre.

4. Esto significa que recuerdas quién eres en la mañana

Él no se deleita en los bríos del caballo
    ni se complace en la fuerza del hombre;
el Señor se complace en los que le temen,
    en los que confían en su gran amor (Sal 147:10-11).

Su amor por ti, no tu esfuerzo, forja tu esperanza. Su deleite y su gozo en ti no es escaso ni son sobras, sino que es «grande» (Sal 117:2).

5. Por lo tanto, usa la palabra «mi» 

Él es mi Dios amoroso, mi amparo,
    mi más alto escondite, mi libertador,
mi escudo, en quien me refugio […] (Sal 144:2) [Énfasis del autor].

Su amor no se trata de ti, pastor, sino que te envuelve.

Él ama a su pueblo y tú eres uno de ellos.

Pero ¿qué tal si…?

… ¿Tu obra parece pequeña e incierta? Apela a su amor por ti. 

El Señor cumplirá en mí su propósito.
    Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
    ¡no abandones la obra de tus manos! (Sal 138:8).

… ¿Sientes que estás fracasando? Apela a su amor. 

No bien decía: «mis pies resbalan»,
    cuando ya tu gran amor, Señor, venía en mi ayuda (Sal 94:18).

… ¿Te sientes perdido, burlado e indefenso? Apela a su amor.

Dónde está, Señor, tu gran amor de antaño […] (Sal 89:49).

¿Se habrá agotado para siempre su gran amor
    y su promesa por todas las generaciones? (Sal 77:8).

… ¿Hay tanto que no sabes? 

Trata a tu siervo conforme a tu gran amor;
    enséñame tus estatutos (Sal 119:124).

… ¿Pareces no encontrar consuelo? 

Que sea tu gran amor mi consuelo,
    conforme a la promesa que hiciste a tu siervo (Sal 119:76).

… ¿Te sientes agotado, apático, consumido?

    Conforme a tu gran amor, dame vida (Sal 119:159; 88).

… ¿Todo lo que quieres es glorificarlo? Entonces, querido pastor, ¡su gran amor es tu esperanza!

La gloria, Señor, no es para nosotros;
    no es para nosotros, sino para tu nombre,
    por causa de tu gran amor y tu fidelidad (Sal 115:1).

… ¿Estás perdido sin rescate? ¡Ruega por su gran amor!

Vuélvete, Señor, y sálvame la vida;
    por tu gran amor, ¡ponme a salvo! (Sal 6:4; 109:21, 26; 103:4).

… ¿Sientes que no eres digno de adorarlo? Tienes razón, ¡pero por su amor sí lo eres!

Pero yo, por tu gran amor
    puedo entrar en tu casa (Sal 5:7).

… ¿Todo lo que puedes ver es tu pecado? Apela a su gran amor. 

Olvida los pecados y las transgresiones
    que cometí en mi juventud.
Acuérdate de mí según tu gran amor […] (Sal 25:7; Pr 16:6). 

… ¿Todo lo que puedes sentir son heridas punzantes porque pecaron contra ti? Busca su gran amor. 

Me alegro y me regocijo en tu amor,
    porque tú has visto mi aflicción
    y conoces las angustias de mi alma (Sal 31:7).

… ¿No tienes nada que ofrecerle?

¡Den gracias al Dios de los cielos!
¡Su gran amor perdura para siempre! (Sal 136:26)

Contempla la gracia de su amor

Jesús nos invita a fijarnos en un ave o en una flor, a ver en su cuidado a Aquel que cuida de nosotros (Mt 6:28-30).

Cuando ores, habla inmediatamente con Dios como un buen padre que no te dará un escorpión ni una serpiente cuando lo que más necesitas es pan (Lc 11:11-13).

Semejante amor en Cristo cambió incluso a un hombre como Saulo de Tarso, quien tomó el bastón del salmista en Cristo.

Para Pablo, el gran amor de Dios en Jesús: 

  1. Prioriza nuestra meditación: «todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue […]» (1Co 13:7-8).
  2. Enmarca nuestras oraciones los unos por los otros: «que puedan comprender, junto con todos los creyentes, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo. En fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios» (Ef 3:18-19).
  3. Ancla nuestra identidad. «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí» (Gá 2:20) [Énfasis del autor].
  4. Empuja nuestro arrepentimiento. «¿no ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?» (Ro 2:4) [Énfasis del autor].
  5. Empodera nuestra obediencia. «Por tanto, imiten a Dios como hijos muy amados» (Ef 5:1) [Énfasis del autor].
  6. Nos capacita para seguir adelante sin importar qué. «¿Quién nos apartará del amor de Cristo? […]» (Ro 8:35-39).

Querido pastor:
¿No es por esto que la vida de Jesús te es tan preciada para ti?
«¿Ves cuánto amó?», dicen.
 ¿Acaso no es por esto que tanto valoras la muerte de Jesús?
«Perdónalos», dijo.
¿No es esta la razón por la que la resurrección de Jesús los envalentona?
«La muerte, el pecado y las miserias morirán, pero su amor permanecerá».
¿Esta no es la razón por la que su segunda venida te hace doler el corazón con anhelo? Porque Él es el amante inquebrantable de tu alma.
No es de extrañar que lo dijeran quienes lo conocieron:
«Su amor por nosotros nunca cesó» (Jn 13:1).

Este artículo fue publicado originalmente en inglés y traducido con el permiso de Crossway.
  1. N. del T.: todos los versículos aquí citados corresponden a la versión en español de la Biblia Nueva Versión Internacional (NVI).
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Zack Eswine
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Zack Eswine

Zack Eswine (PhD, Regent University) es el pastor a cargo de Riverside Church en Webster Groves, Missouri. Él y su esposa, Jessica, tienen cuatro hijos y son cofundadores de Sage Christianity. Para más información, visita SageChristianity.com.